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Ť Expresa en España su respaldo a la reforma hacendaria foxista
Necesario, un binomio partido-gobierno: Zedillo
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 13 de diciembre. El ex presidente Ernesto Zedillo apeló hoy al "rigor intelectual" para que no se defina la situación actual de nuestro país como una "transición a la democracia", ya que, a su juicio, después de los 71 años de hegemonía priísta "no se pasó de un régimen de autoritarismo total a una situación de democracia".
También respaldó la reforma fiscal, y advirtió que el "binomio gobierno-partido" es crucial en "cualquier democracia", por lo que se mostró a favor de que "lo mismo que ocurría con el PRI" suceda en la actual administración, para evitar que "el gobierno vaya por un lado y el partido que lo llevó al poder por otro".
Zedillo, en su nueva condición de "académico" y conferenciante, rompió el tradicional silencio de los ex presidentes mexicanos para hacer un somero repaso de sus seis años de gobierno y opinar sobre algunas cuestiones de la actual situación política del país. En la sede en Madrid de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior, el ex presidente partió de la base de que México no vive una transición, sino una "consolidación democrática", añejada desde "varias décadas atrás", en un sistema que ha logrado la construcción de "instituciones notables".
Anadió: "si uno actúa con rigor intelectual, caracterizar a México como un caso de transición democrática, en un sentido clásico, me parece equivocado, porque no estamos hablando de un régimen político que pase de una posición de autoritarismo total a una situación de democracia.
"La construcción democrática ha sido un proceso gradual, progresivo, en el cual nos tocó participar en una de las muchas etapas", dijo en su disertación.
Apuntó como los principales logros de su gobierno la atención a la necesidad de una autonomía real a los órganos electorales, el fortalecimiento de la división de poderes, la construcción de una Presidencia acotada por la Constitución, el diálogo con todos los partidos políticos, la independencia del Poder Judicial, el fortalecimiento del federalismo y lograr que el gobierno fuera "respetuoso con la libertad de expresión".
En la conferencia, que tuvo como moderador al académico Ludolfo Paramio, miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Zedillo recibió varias interpelaciones de los investigadores Manuel Alcántara, de la Universidad de Salamanca, y de Laurence Whitehead, de la Universidad de Oxford. Este último apuntó que la "alternancia en el poder no es suficiente" en una democracia, ya que hay otras cuestiones vitales como los derechos humanos y la consolidación de un sindicalismo representativo.
A juicio de Zedillo, el problema del actual gobierno estriba en cómo lograr un equilibrio distinto de poderes, cómo "evitamos la fragmentación partidista que puede ocurrir en un sistema electoral como el actual, cómo redefinimos las facultades del Congreso y del Ejecutivo para atender asuntos muy concretos como la reconducción de los mecanismos para aprobar los presupuestos, y cómo lograr que las instituciones sigan funcionando en el marco del pluralismo político de la sociedad".
Defendió el actual sistema presidencialista: "no soy partidario de una revisión integral de la ingeniería constitucional de México; yo creo que en nuestra experiencia, en nuestra idiosincrasia, un sistema presidencialista, con división de poderes, es el adecuado".
Añadió que "cada vez que haya una nueva administración debe haber un binomio partido-gobierno, porque eso es muy importante en una democracia. No puede estar un gobierno por un lado y el partido que lo llevó al poder por otro. Ojalá que lo que ocurría con el PRI, con sus acotamientos y ejercicios y facultades metaconstitucionales, sea lo que ocurra ahora, porque si no la democracia no puede ser estable. El partido que ganó las elecciones tiene que apoyar al presidente y vivir con las consecuencias de ser gobierno".
Al ser cuestionado con realación a su postura sobre la rendición de cuentas con el pasado, respondió: "creo que en todo momento hay que acatar y hacer aplicar la ley. Quiero añadir que muchos de los hechos que hoy se pueden establecer e incluso juzgar, son gracias a instituciones que no se construyeron este año, como el Poder Judicial independiente o la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que ha adquirido esa total independencia desde antes de mi gobierno".
Por último, Zedillo se refirió a la supuesta ruptura que tuvo los últimos meses con su partido, el PRI, que llegó hasta el punto de que en su último informe de gobierno recibió como respuesta de sus filas un "espeso silencio", a lo que el ex mandatario señaló: "lo que hubo fue el final de un gobierno marcado por la pérdida en el caso de mi partido, y en el mío como militante y máximo dirigente de ese instituto. Hubo una derrota electoral pero además era el día en que yo me retiraba definitivamente de la política y no tenían por qué aplaudirme, como era natural; si me retiraba, ya para que".
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