DOMINGO Ť 9 Ť DICIEMBRE Ť 2001

TIEMPO DE BLUES

Los recuentos/ I George Harrison

Ť Raúl de la Rosa

EL PROXIMO 16 DE DICIEMBRE esta columna cumple un año de aparecer en este diario. La interlocución con los lectores ha sido fundamental e importante. Durante este tiempo han sucedido aspectos relevantes con la columna, el blues, y hemos dado cuenta de ello en estas páginas. El temor natural de los inicios se ha convertido en el entusiasmo de saber que apenas tocamos el umbral de la que bien podría ser la última gran música popular de Estados Unidos. En este mes nos avocaremos a realizar el recuento de lo acontecido. Agradezco que me hayan permitido comunicar mi entusiasmo y pasión por uno de los géneros matrices de la música popular, el blues.

Primera llamada

EN LA HISTORIA NO EXISTE el "podría haber sido"... a propósito de la muerte de George Harrison. Tanto se ha escrito acerca del cuarteto de Liverpool, que solamente con una médium podría tener información inédita (si es que existe el más allá). El hecho es que la conjunción de esos cuatro jóvenes ingleses a finales de los años cincuenta logra una de las carreras artísticas mas impresionantes del siglo XX.

LOS BEATLES TRASCENDIERON el mundo de la música popular y fueron de los primeros en constatar la tesis de la aldea global. Su fama es una obra maestra de la mercadotecnia, sustentada afortunadamente en un talento innegable y la visión mercantil y artística de Brian Epstein y George Martín, respectivamente.

"SOMOS MAS POPULARES que Jesucristo", pregonaron, causando una verdadera conmoción que llevó a algunos de sus fans a quemar sus discos.

CON ELLOS NO EXISTE el podría haber sido. Se especulaba: "si el bajista Stuart Sutcliffe no hubiera muerto, hubieran sido los mismos", obviamente que no. Fueron quienes fueron por ser quienes eran -diría Perogrullo-, una combinación sui géneris de personalidades integrando un grupo que conmocionó al mundo, que no podía estar conformado por otros más que por ellos mismos, confirmando que "las casualidades no existen, pues éstas se hicieron para que sucedieran".

Segunda llamada

EN LA DECADA de los sesenta el blues tiene gran influencia en la música pop. Son los jóvenes músicos ingleses quienes habrían de llevar al blues a otros públicos, Paul Oliver, en su Historia del blues, escribió: "Cuando los Beatles sacaron el título tan iconoclasta Roll over, Beethoven!, no sólo era Beethoven quien tenía que retirarse, sino también el compositor de la canción, el cantante de rythm & blues Chuck Berry. Cuando los Rolling Stones cantaban Confessing the blues estaban al mismo tiempo confesando la influencia de Walter Brown y de B. B. King; cuando The Animals aclamaban al Big boss man, el hombre a quien de hecho aclamaban era Jimmy Reed. Con su canción Blues in the Bottle, The Lovin' Spoonful, embotellaron, por decirlo así, a Lightnin' Hopkins; fue un negro del Mississippi, Bukka White, en libertad provisional, quien inspiró a Bob Dylan su Fixin'to die blues".

Tercera llamada

GEORGE HARRISON, el más discreto de los cuatro, fallece en medio de una gran paradoja. Una infancia relativamente tranquila, su familia pertenece a la clase media y a los 15 años conoce a John Lenon. Lo demás es historia. Pero toda historia tiene su anverso, y la de George Harrison está llena de extremos, nunca los términos medios. De Hamburgo a Liverpool y de ahí al mundo. Del iconoclasta y cuestionador de su entorno social: "ƑHas visto a los cerditos viviendo vidas de cerditos?" A ser nombrado sir por la reina de Inglaterra. Su vida amorosa, que va de seductor de la esposa de Ringo y de su propia compañera, que lo abandona para casarse con su mejor amigo, el mano lenta Clapton, hasta encontrar a una linda mexicana que fruta vendía, con quien procrea a su hijo Dhani. Del alcoholismo y la depresión a su pertenencia a la secta de los Krishna y a la práctica de la meditación. El vegetariano que nunca abandona al fumador empedernido (que al final se la cobra). De un regular guitarrista al músico que se empeña en tocar uno de los instrumentos mas difíciles, bajo la dirección de Ravi Shankar: la cítara. De su composición Don't bother me, en sus inicios con los Beatles, a All things must pass existe una gran distancia, que nos muestra a un músico empeñado en crecer como tal.

ESTO ES LO ME DESPIERTA el interés en un ser humano que no sólo alcanzó la fama y la riqueza, sino que también formó parte de una tropa de locos irreverentes que marcó a toda una generación con sus -las más de las veces- extraordinarias composiciones, que le vinieron a dar una bocanada de aire fresco al mundo de la música. No hay más.

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