El show, necesario para que el público escuche mi música, dice Aleks Syntek
Ť Ofreció concierto en el Auditorio Nacional, con gran nivel musical, pero sin llegar al clímax
JORGE CABALLERO
Finalmente Aleks Syntek llenó el Auditorio Nacional la noche del miércoles y constató lo que nos comentó en una charla reciente: "Entendí que era necesario atraer al público por medio del entretenimiento para poder sentarlos a que escuchen. Es difícil que a un público popular y comercial lo lleves a escuchar unas rolas de jazz, si quiero contribuir en algo a la evolución de la sensibilidad musical del público mexicano, acostumbrado a la enajenante radio, tengo que ser complaciente y conceder muchas cosas en mi show... arreglos... Mucha gente me juzga por mi sencillo y no se sientan a escuchar qué más hay en el disco".
En su concierto este talentoso músico cambió unas cuatro veces de vestuario, usó sombreros, tocó el banjo, la guitarra, y se movió principalmente, y sólo para ser exactos, entre el piano, teclados y sintetizadores. Esta libertad/movilidad, comentó Syntek, proviene de su desprendimiento de La Gente Normal. "Me libré de las ataduras de imagen. Si les hubiera propuesto ponernos un sombrero vaquero y bailar con el banjo, como lo hago ahora, me hubieran mandado al demonio, ellos trataban de respetar la imagen de culto de los músicos."
Las premoniciones que hizo de su nuevo disco De noche en la ciudad, de este personaje que se despegó de su generación ñoña, se cumplieron, pues ofreció una amplia amalgama de sonidos, ante un público preso del sencillo: "De noche en la ciudad lo hice bajo los estatutos de instrumentación y arreglos de lo que se hace con el jazz de Nueva Orleans y la música de Broadway; aunque también hay ondas brasileñas de samba. Cuando me senté tenía muchas ganas de hacer uno de grandes bandas, uno de salsa, uno brasileño, otro country, folk o roquero y decidí meter algo de todo. Es un bufet musical, pasaron cuatro años para que se gestara. Traía un proceso creativo de composición que pasó por muchas etapas, muchos estilos diferentes, y decidí agarrar lo mejor. Es camaleónico, comienza con una rola funky; luego se va a una muy electrónica; después a otra muy orquestada; de ahí se traslada a una atmósfera muy introspectiva; pasa por otra onda de grandes bandas con influencia de la música de los treinta; tiene el sonido Nueva Orléans donde metí clarinetes, saxofón y pianola, es de las más disparatadas del disco. Creo que refleja todo lo que he escuchado, porque vivo de las influencias porque si no me volvería un pendejo".
Esta afirmación la dejó clara la noche del miércoles realizando un remix con temas de sus influencias musicales ochenteras: A-ha!... Billy Idol... Rod Stewart... y otros por el estilo.
En su concierto el público estuvo integrado principalmente por adolescentes, que sin el menor reparo gritaba cada vez que iniciaba/concluía uno de sus mega hits como Sexo, pudor y lágrimas, Lo que tú necesitas, De noche en la ciudad o en los cover a José José y Dyango. El músico, al que se le veía feliz, acotó: "Veo más gente que la vez pasada, gracias".
En la plática con La Jornada, Aleks Syntek reflexionó acerca de las complicaciones de ser una estrella: "No creo que ningún ser humano esté capacitado para recibir halagos de todo el mundo de la noche a la mañana y mantener los pies sobre la tierra. Es un proceso bien difícil. En mi caso, cuando me vi aceptado con el trancazo de Sexo, pudor y lágrimas y Lo que tú necesitas, me tupieron tan duro de promoción, conciertos, firma de autógrafos, fotos, entrevistas y de todo, que me paré un momento y me di cuenta de que no había tenido el tiempo de sentarme en mi piano a crecer como músico, a ejercitar el músculo de la música para que no se adormeciera. Entré en conflicto entre ser el artista o la estrella, dos caminos bien diferentes: el artista se entrega a la creación de su obra y la estrella al entretenimiento, a la parte glamorosa. Preferí, por cuestiones emocionales y personales, estar del lado del arte, aunque necesite la parte estrellita para difundir mi trabajo y tener mayor penetración".
Lo mejor del concierto vino en el segundo encore, Syntek en su piano solitario interpretó/repitió Volverte a ver, Sexo... y otras calmaditas que provocaron que las parejas se abrazaran y cantaran las letras; en varios momentos el músico acercó el micrófono para que los asistentes se escucharan por los amplificadores.
El ex actor cómico infantil y ex integrante del grupo Micro Chips reflexionó sobre la libertad que le ha otorgado su éxito: "Siento que he ido creciendo, antes en las redacciones o en la radio, llegaba, me sentaban con señores que no sabían un carajo de mi trabajo; las entrevistas eran como de consulta médica: '¿Tipo de música?', '¿antecedentes?', '¿influencias?', o locutores que preguntaban: 'Me dicen que tocaste con un músico de los Doors, ¿es un grupo nuevo de rap?', y cosas por el estilo.
El éxito de Syntek no está en tela de juicio, pues el concierto fue un continuo deschongue/complicidad entre el público y el músico. No hubo climax, su presentación nunca bajó de un gran nivel musical.