Ť La integración ha elevado el nivel de vida en 24 naciones en desarrollo: Stern
La globalización ha dejado fuera a 2 mil millones de personas, reconoce el BM
Ť Los pobres no deben ser los olvidados de este poderoso instrumento, considera
AFP Y PL
Washington, 5 de diciembre. La globalización ha beneficiado a 3 mil millones de personas en las últimas dos décadas, pero no lo ha hecho con 2 mil millones más, revela un informe del Banco Mundial (BM).
"La globalización a menudo ha sido una fuerza muy poderosa para la reducción de la pobreza, pero demasiados países y personas han quedado fuera", afirmó el economista en jefe del Banco Mundial, Nicholas Stern.
El creciente comercio e integración en la economía global ha aumentado el nivel de vida en 24 países en vías de desarrollo, en los que, según el organismo, el ingreso per cápita aumentó 5 por ciento en los años 90. Ese incremento es superior a 2 por ciento que se registró en los países desarrollados en el mismo periodo, apuntó la institución financiera internacional.
Los pobres no deben ser los olvidados de la globalización, que debe considerarse un instrumento poderoso para la reducción de la pobreza, consideró el Banco Mundial, y agregó que los países en desarrollo que se han integrado al comercio internacional han sido los más beneficiados.
Según el documento Globalización, crecimiento y pobreza, 2 mil millones de personas, habitantes en su mayoría del Africa Subsahariana, Cercano Oriente y la antigua Unión Soviética "están en peligro de quedar al margen de la economía mundial".
"Los ingresos en estos países han estado cayendo, la pobreza se ha estado incrementado y participan menos en el comercio hoy de los que lo hacían hace veinte años", afirma el texto, que define la globalización como la mayor integración de las sociedades y las economías por medios de transportes más baratos, menos barreras comerciales, mayor comunicación, crecientes flujos de capital y mayor presión migratoria.
"La globalización es un instrumento poderoso de reducción de la pobreza", afirmó Nicholas Stern y agregó que uno de los principales desafíos del nuevo ciclo de negociaciones comerciales multilaterales, lanzado por la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Doha en noviembre, es "incluir a los pobres en el proceso".
"Antes de 1990 había una división sobre un eje norte-sur, pero ahora hay una división sur-sur", con 20 países en vías de desarrollo despegándose del resto luego de haberse integrado al comercio mundial, dijo Paul Collier, director del grupo de desarrollo del Banco Mundial.
"Desde 1980, las exportaciones de productos manufacturados en países en desarrollo superaron las de materias primas y productos agrícolas", dijo Collier, y agregó que los beneficios se reparten entre los que trabajan y disponen de calificación en vez de llegar exclusivamente a los propietarios de la infraestructura.
Las exportaciones de productos manufacturados de los países en desarrollo representaban menos de 25 por ciento en 1980. Ahora son 80 por ciento, según cifras del informe presentado por el Banco Mundial.
Según Paul Collier, la globalización por sí sola no alcanzará para reducir la pobreza si no está acompañada de medidas paralelas.
El Banco Mundial estima que las prioridades son la apertura de los mercados de los países industrializados a los productos de los países en vías de desarrollo, mejoras condiciones para invertir en los países en desarrollo, una mejora de la educación, la salud y de la protección social.
También destaca como necesarios una mejor aplicación de la ayuda directa al desarrollo, reducciones de la deuda para los países más pobres y acciones mundiales como las tomadas para combatir el recalentamiento del planeta y para la lucha contra el sida.
En Viena, Michel Camdessus, ex director-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que la pobreza es el mayor peligro para el mundo y un riesgo para el sistema social incluso superior que al terrorismo y la contaminación ambiental.
Camdessus, quien desde su posición de máxima autoridad del FMI defendió este tipo de globalización, ahora dijo que aun cuando ofrece oportunidades, se precisan dos condiciones: la responsabilidad y la solidaridad. "Es preciso que alguien pilotee el avión."
Opinó que las instituciones multilaterales creadas después de la Segunda Guerra Mundial, llamadas de Bretton Woods ?como el FMI y el Banco Mundial?, ya no están adaptadas a los desafíos actuales.
En ese sentido afirmó que no hay instituciones dignas de ese nombre capaces de articular y poner a punto una política que responda a los grandes desafíos actuales como el medio ambiente, las migraciones o los problemas ligados a los monopolios.