MIERCOLES Ť 5 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Para los habitantes de Cádiz el rey del cante jondo ''sigue vigente y musicalmente vivo''

Celebran con exposición iconográfica los 50 años de Camarón de la Isla

Ť Especialistas lo califican de ''el cantaor de flamenco más grande de por lo menos dos siglos''

Cadiz, España. Al poblado de San Fernando, a 30 minutos de Cádiz, le tocó ver surgir al rey del cante jondo, José Monje Cruz, Camarón de la Isla. "El más importante cantaor en los últimos dos siglos", dicen los especialistas y tambien así lo califican sus amigos y cantaores, como Rancapino, Moraíto, Tomatito y Paco de Lucía, quienes cultivan su viva memoria y se reúnen de vez en vez en la peña que lleva su nombre en San Fernando. Hoy Camarón de la Isla cumpliría 51 años, y fue festejado con una amplia exposición hace unos meses en el claustro de exposiciones del palacio provincial de Cádiz, organizada por la diputación provincial de Cádiz desde la Junta de Andalucía, que decidió rendir honores a los que serían sus 50 años, debido a que "sigue vigente y musicalmente vivo" y que "era y sigue siendo un auténtico mito", con la muestra iconográfica Camarón cumple 50 años.

Con su arte varias generaciones fueron intoxicadas del cante jondo, aquellas que apenas tenían cierta aproximación al flamenco, incluyendo los jóvenes andaluces, quienes fueron seducidos por la presencia de este cantaor que revolucionó la manera de interpretar e innovó el universo jondo del flamenco.

A finales de 2000 las autoridades del ayuntamiento de Cádiz decidieron celebrar los 50 años de Camarón, quien seguía recibiendo reconocimientos en el mundo de la música, como el Premio de la Música, a título póstumo, por su disco París 1987, y que posteriormente recibiría el Grammy de la música latina y el disco de platino que su viuda Dolores Montoya Jiménez, Chispa, ofrecería al alcalde de San Fernando.

Rafael Román Guerrero, presidente de la Diputación de Cádiz, apunta en el fino catálogo que reseña aquella muestra que fue visitada de manera tumultuosa: "Teníamos una deuda de gratitud con el cantaor de San Fernando. Ciertamente, de haber estado entre nosotros, habría obtenido, junto con su amigo y compañero Paco de Lucía, el título de hijo predilecto de la provincia, porque la provincia nada más grande puede dar a los más grandes que ese nombramiento, y la pareja que formaron dos gaditanos, el de Algeciras con la guitarra y el de la Isla con el cante, y los dos con el genio, puede que algún día sea considerada como la pareja más grande del flamenco de, por lo menos, dos siglos".

La exposición de la exposición

La exposición reunió "la más completa y numerosa colección de fotos de Camarón que nuncacamaron-1 haya sido expuesta" de un personaje entrañable que siempre "fue objetivo de los fotógrafos, desde su infancia". Ahí no sólo fotos con sus íntimos, con su familia, de niño, vestido de andaluza, con los ojos inyectados, en pleno vuelo, con Montserrat Caballé, con la Perla, Rancapino, Paco de Lucía y Moraíto en sus primeros pasos, en su boda y en su funeral; sino también su viuda, La Chispa, prestó sus objetos personales: anillos, cadenas, colgajos, chalecos y un sinnúmero de objetos que en vitrinas fueron expuestos para regocijo de los gaditanos.

Enrique Montiel fue el comisario (curador) de la exposición, quien al donarnos el catálogo de la muestra, "que es un objeto de colección y que está agotado", nos informó que fue tan impactante que decidieron hacer una exposición alterna con las fotos de algunos de los visitantes que posteriormente fueron montadas en gran formato y exhibidas con el título de Camarón, fotografías de una exposición.

El rey: la leyenda del tiempo

Su tío Joseíco le puso Camarón a José Monje Cruz por su pelo claro, y de la Isla, por haber nacido en San Fernando, antigua Isla de León, en la bahía gaditana. Su madre le heredó sus primeros cantes flamencos. A los ocho años, cuentan, ya cantaba por bares y plazas de San Fernando; junto con Rancapino canta en las calles. Es en la Venta de Vargas, en San Fernando, donde canta por primera vez, dicen todos en San Fernando, donde mama en directo del cante de Caracol y la Niña de los Peines.

A los 15 años, en 1966 se presenta con Miguel de los Reyes en el Tablao Gitano de Málaga; ahí conoce al cantaor gaditano Antonio el Chaqueta, y en 1968 llega a Madrid donde Antonio Sánchez, padre de Paco de Lucía, lo presenta con su hijo. Surge la pareja más grande del flamenco del siglo. En 1969, a los 18 años, graban su primer disco, y es punta de lanza de una generación de músicos de diversos géneros emparentados con el flamenco. José Fernández Torres Tomatito será el guitarrista de Camarón a partir del año 1979. Camarón definió un estilo que ya se universalizó como "camaronero", el cual es ya una escuela dentro de los estilos del cante.

Una ruta del flamenco

De Ceuta y Tánger, las puertas de Africa a Occidente, desembarcaron parte de los ejércitos de los moros que mantuvieron su hegemonía por siglos en la famosa invasión islámica. Y los últimos sitios, antes de ser expulsados a sus tierras, fueron precisamente las zonas andaluzas, donde floreció la cultura gaditana/andaluza/gitana. Cádiz, según fuentes literarias, se remonta al año 1104 a.C, por lo que es llamada la ciudad más antigua de Occidente.

Fenicios, godos, romanos, islámicos, cristianos/castellanos, franceses, ingleses, flamencos, en un largo proceso de invasiones y reconquistas; lugar de partida de los buques de conquista de la Nueva España con Colón y Vespucio, rubricaron la cultura andaluza: encrucijada de caminos entre Europa y Africa, entre el Mediterráneo y el Atlántico. En esa telaraña histórica surgió el flamenco.

Precisamente esa ruta quisimos recorrer, pero a la inversa. Así de Madrid a Sevilla, luego a la cálida Cádiz, para llegar a San Fernando, saludar la estatua de Camarón, hijo predilecto de los isleños, tomar cerveza en la Venta de Vargas, cervecería en la que Camarón empezó a cantar a los diez años, y sentarse en el "salón de Camarón", donde el cantaor, ya con la fama a cuestas, regresaba con frecuencia a departir y que hasta la fecha se conserva para beneplácito de sus amigos y admiradores. Hoy en la Venta de Vargas no se toca ni se canta, se sirve la mejor comida andaluza: es un pequeño museo a Camarón.

AGENCIA TODOCULTURA