MIERCOLES Ť 5 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Comenzó muestra verde-amarilla en la sala 2 de la Cineteca Nacional

El cine actual de Brasil vive un resurgimiento y refleja la realidad de ese país pluriétnico

Ť O auto da compadecida, de Guel Arraes, abre el ciclo de seis largometrajes

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Brasil no sólo es futbol, samba y bossa nova. También es séptimo arte y a partir de este martes se presenta en México la Muestra de Cine Brasileño, que ya recorrió varios países de América Latina y cuyo objetivo es presentar una pequeña parte de las tradiciones y realidades del país sudamericano.

En la muestra verde-amarilla se exhibirán seis filmes producidos en 1998 y 1999, comenzando por O auto da compadecida, de Guel Arraes; Futboleros, de Hugo Giorgetti; Policarpo Cuaresma, de Paulo Thiago, y Kenoma, de Eliane Caffé, seguidas por Fe, de Ricardo Días, y Dos arroyos, de Carlos Reichenbach.

Recreación de los problemas diarios

Vera Regina de Forte, representante de la embajada brasileña en México, señaló que el criterio para seleccionar las películas de la muestra fue que ofrecieran una visión general y actual de Brasil, por lo que cada una presenta una de las regiones en las que se divide el país.

De Forte señaló que el cine brasileño no es conocido en México, situación provocada en parte por la diferencia de lenguaje. El cine de Brasil aborda ''los problemas diarios'', comparado con los filmes que se hicieron durante la dictadura (1964-1984) en el que se hablaba defe política y de tortura, pero al mismo tiempo fue una etapa creativa, pues ''queríamos escapar de las prohibiciones y enfrentarlas''.

Ahora el cine brasileño vive un resurgimiento, ya que a principios de los años noventa el presidente Fernando Collor de Mello, quien renunció en 1992 acusado de corrupción, retiró el apoyo estatal a la industria cinematográfica. Por ejemplo, entre 1984 y 1986 se producían más de cien películas al año, y para 1992 sólo se produjeron tres.

Ese ''retorno'' al cine ocurrió en 1995, cuando el gobierno asigna de nuevo recursos a la industria y se recupera la producción fílmica, pero sin llegar a los niveles de los años ochenta; en 1999 se hicieron 35 películas y el año pasado fueron 50, de acuerdo con datos de la dirección de Difusión y Programación de la Cineteca Nacional.

Entre la tradición y la modernidad

La directora de la Cineteca Nacional, Magdalena Acosta Urquidi, subrayó que filmes brasileños recientes como los que se exhibirán en la muestra ''reflejan la realidad de un Brasil pluriétnico, en el que 180 millones de personas conviven entre las tradiciones y la modernidad más vertiginosa, cuyos contrastes étnicos, sociales y económicos convierten su cultura en una de las más plurales''.

La presencia de Brasil como invitado de honor en la reciente Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) demuestra que la relación bilateral ''pasa por uno de sus mejores momentos'' y abre las puertas a una mayor y más productiva colaboración, aseguró Acosta Urquidi.

Futboleros, largometraje de Ugo Giorgetti, se exhibe hoy en la sala 2 de la Cineteca Nacional. La muestra concluirá el domingo 9 de diciembre con el filme Dos arroyos, de Carlos Reichenbach.