MIERCOLES Ť 5 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Los restos están completos, pero aún no podemos determinar la identidad, dicen

Concluyen antropólogos y peritos recopilación de la supuesta osamenta de Lucio Cabañas

MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL

Atoyac de Alvarez, Gro., 4 de diciembre. La madrugada de este martes, antropólogos y peritos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) levantaron los últimos restos, las falanges del pie derecho, de la osamenta que se presume sea la del dirigente de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento- Partido de los Pobres, Lucio Cabañas Barrientos.

En un cajón de madera colocaron una bolsa con las falanges; junto había otros nueve sacos en los que se encontraba el resto de la osamenta que, según se cree, es la del guerrillero asesinado.

Al término de la exhumación, que se prolongó por más de 20 horas, el perito de la CNDH Fernando Cervantes Duarte y el arqueólogo Carlos Jácome Hernández, contratado por la familia Cabañas, posaron para las cámaras de las dos instituciones.

El cajón con los supuestos restos de Lucio Cabañas, asesinado el 2 de diciembre de 1974 en la sierra de Tecpan de Galeana, fue cubierto con las banderas de México y del Partido de los Pobres.

A la salida del panteón municipal, Jácome Hernández informó que el rescate fue realizado conjuntamente con un equipo de la CNDH integrado por 11 especialistas.

Agregó que esta es la primera fase de investigación, por lo cual, dijo, "no podemos decir nada. No estamos seguros de la identidad de la osamenta ni cuándo habrá resultados; no podemos especular".

Pablo Cabañas Barrientos, mientras seguía el cortejo con los probables restos de su hermano, dijo: "No se puede aún saber si es no Lucio. Si son los huesos de él, le daremos cristiana sepultura".

Sin embargo, horas antes, cuando observaba el meticuloso trabajo del arqueólogo forense Luis Valencia para reconstruir el maxilar superior del cráneo, vio unos amarres de platino que sostenían prótesis dentales. Entonces le comentó a la maestra Hilda Flores -amiga y compañera de lucha del guerrillero-, "no hay duda, son los restos de Lucio, él tenía unas prótesis en las encías".

Unos veinte miembros de la familia Cabañas, la mayoría mujeres, lanzaban consignas de la lucha cabañista mientras caminaban por la calle aledaña al panteón, mientras algunos curiosos madrugadores observaban el cortejo que se dirigía cinco calles abajo hasta la casa ubicada en Francisco Bocanegra número 45, colonia Sonora, propiedad de Sofía Cabañas Tavares.

El perito en criminalística de la Procuraduría General de Justicia estatal, Carlos Canseco Alberto, quien apoyó la exhumación, mencionó que "hay ausencia de tejidos en la osamenta, pero en general el cuerpo está completo".

Otro hermano del líder del Partido de los Pobres, ex preso político y miembro del Procup, negó que haya división entre los familiares y las organizaciones que quieren colocar una estatua del guerrillero en el zócalo de Atoyac el próximo 18 de mayo, para recordar la represión contra el Frente Electoral del Pueblo, en 1967.

A las 6:30 de la mañana la caja con los restos es colocada sobre unas mesas de plástico y alguien pone una veladora frente a una fotografía de ovalito ampliada con el rostro de Lucio.

Allí, bajo la sombra de un mango, los peritos de la CNDH ordenarán cada uno de los huesos hasta reconstruir la osamenta.

Por otra parte, en una carta enviada a este diario, la fundación Rigoberta Menchú Tum negó haber tenido participación alguna en los trabajos de exhumación, como se publicó en los diarios capitalinos. "Nos parece importante todo esfuerzo que se haga por recuperar la memoria histórica, pero nos deslindamos de esa supuesta participación de personal adscrito a esta institución", concluye.