MIERCOLES Ť 5 Ť DICIEMBRE Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
UN LADRON SORPRENDIDO en flagrancia (o secuestrador u oficios conexos) habría escapado anteayer sin mayor problema mientras las autoridades capitalinas se ponían de acuerdo respecto a la manera de detener delincuentes o prevenir su actuar. El mismísimo Leonel Godoy Rangel, secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal, andaba en las nubes (concediendo que Michoacán y su futuro gabinete sean parte de tales formaciones atmosféricas) mientras mil 500 elementos de la Policía Federal Preventiva tomaban posesión de la plaza. Similares confusiones o ignorancias padecían otros funcionarios pertenecientes a las estructuras chilangas de presunta protección de la seguridad colectiva.
GODOY ESBOZO EL LUNES una explicación deshilachada cuando la fuerza federal militarizada ocupó calles y espacios públicos de la ciudad gobernada por un partido que siempre se opuso a cualquier forma -abierta o disfrazada- de incorporación de elementos castrenses a tareas policiacas. El michoacano se amparó en que hay jurisdicciones federales en el Distrito Federal, y acabó diciendo algo parecido a que, por muy federal que fuera la policía jefaturada por Alejandro Gertz Manero, tendría que avisar antes de comenzar a patrullar las calles entregadas mediante voto popular a López Obrador. Pero "ni nos consultaron ni nos pidieron opinión", dijo el secretario que parecería haber estado pintado en este episodio. Llamativamente más enterado -al extremo de que se rumora sobre su posible ascenso a la titularidad del cargo que Godoy dejaría para irse a una de las carteras del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel- estaba Ramón Sosamontes, el subsecretario de Seguridad Pública, que explicó que la presencia de las huestes federales se debía a un acuerdo previo que se desarrollaría en 20 puntos específicos de coordinación. Sosamontes no es santo de la devoción de Gertz Manero, sobre todo a causa de aquel episodio oscuro de las cuotas de policías auxiliares, pero apareció más informado que su jefe. A su vez, el mero mero, Andrés Manuel, añadió una frase más al repertorio con que ha regalado a la concurrencia capitalina: "es que no les ha bajado la instrucción", explicó, según nota de La Jornada.
AL PROCURADOR CAPITALINO, Bernardo Bátiz, tampoco le había bajado la instrucción, y ni siquiera hizo esfuerzos por diluir la impresión de estar fuera de una jugada que se realizaba en la cancha en que presuntamente le correspondería ser árbitro de silbato duro. Supuso que la acometida de los agentes de Gertz Manero le habría sido informada al jefe de la Policía Judicial del Distrito Federal, Damián Canales. Este, por su parte, declararía posteriormente que sólo habría sido notificado ya sobre hechos consumados (todo con tal rapidez que, es de suponerse, ni siquiera tuvo tiempo de poner sobre aviso, a tiempo, a quien supuestamente es su jefe, el abogado Bátiz). Tan distante de los hechos estaba el jefe judicial Canales que se hizo eco de la versión inicial, según la cual la vigilancia por motivos navideños habría de estar a cargo también de militares. " ...Y también parece ser que miembros del Ejército van a los corredores más importantes", dijo la autorizada pero desinformada voz del judío mayor de chilangolandia.
EL DUELO DE EQUIVOCOS FUE más o menos frenado ayer por el citado procurador Bátiz, al sacarse un as de la manga burocrática y decir que, en realidad, hay un convenio "permanente" de coordinación policiaca entre las instancias federal y capitalina, que está en uno de los convenios firmados por Fox y López Obrador, "pero hay épocas y días en que se requiere más colaboración. Hoy es por la fecha, y el mismo Presidente mencionó que se trata de cuidar el aguinaldo de los capitalinos. Entendemos que es una llamada de atención para todos, para que estemos listos, atentos", explicó don Bernardo.
UNA LLAMADA DE ATENCION (mmmm, como escribe Katia D'Artigues en su columna cuando alguna declaración suena muy sin embargo). Una llamada de atención cuando el gobierno de López Obrador mantiene el tono bajo en las declaraciones pero eleva el grado de belicosidad en los hechos. Allí está el caso Texcoco llevado a la Corte, en una maniobra que coloca a Andrés Manuel en la posibilidad de ganar otro pleito judicial (como el del horario de verano) y que le consolida como el único opositor exitoso frente al foxismo. Dedicado a viajar por el mundo, el Presidente de la República apenas tuvo tiempo de ir a la cena con Elton John, en el Castillo de Chapultepec, antes de anunciar la decisión sobre el sitio donde se construiría el nuevo aeropuerto que para entonces ya estaba entrampada, envenenada. Fox lucía en España sus botas de charol mientras acá se tejía pacientemente la resistencia que ahora le está estallando al gobierno federal por la vía de las manifestaciones públicas, la irritación social y la controversia constitucional.
OTRO PUNTO CLAVE DEL forcejeo Fox-López Obrador está en el manejo del presupuesto federal que San Lázaro parecería estarse encaminando a aprobar en un periodo extraordinario de sesiones y sin IVA en alimentos y medicinas. El tabasqueño ha amenazado con movilizar la base social que ha construido mediante bonos y repartos varios si le reducen la disponibilidad de recursos para el 2002. Los demás gobernadores de origen electoral perredista andan en las mismas. Alfonso Sánchez Anaya, en Tlaxcala, ha dado un paso trascendente de rompimiento del esquema de federalismo educativo (que podría ser seguido por algunos de sus colegas), pues ha devuelto al gobierno federal 900 escuelas públicas de aquella entidad, argumentando que no cuenta con dinero para sostenerlas si Fox no aporta recursos suficientes para ese menester, petición que dice ha hecho varias veces, sin resultado positivo alguno.
LA DECISION DEL ESPOSO DE la senadora por Tlaxcala -y previsible candidata a suceder a su marido- significa el riesgo del desmoronamiento del proceso de descentralización educativa que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, los gobiernos estatales y el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (ya sin Jonguitud, ya con Elba Esther) iniciaron en 1992, cuando se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa. Nunca antes se había producido un rompimiento como el que ahora ha anunciado Sánchez Anaya. Pero no es el único lance: Ricardo Monreal ha estado promoviendo acuerdos entre los miembros de la Asociación Nacional de Gobernadores (es decir, los de origen perredista) y Juan S. Millán, para enfrentar la pretensión foxista de reducirles partidas presupuestales.
MIENTRAS TANTO, CADA POLITICO sigue en su paraíso personal: Fox con sus cartas adelantadas a Santa Fox, dando por recibidos regalos que no han llegado y difícilmente llegarán, y López Obrador, con sus estadísticas de disminución de índices delictivos, que si fueran ciertas no necesitarían patrullajes federales de emergencia. Todos, por lo demás, haciéndose bolas una y otra vez, cada vez más... šAh! Reyes Tamez, por su parte, prometió que a partir de 2003 comenzará a mejorar el aprovechamiento de los escolares mexicanos, para no andar quedando en penúltimos lugares en evaluaciones internacionales.
Ť Fax: 55 45 04 73 Ť [email protected]