MARTES Ť 4 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť Difieren en el punto de combate al tráfico de personas
Sin avance, las negociaciones sobre los convenios migratorios Cuba-EU
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 3 de diciembre. Cuba y Estados Unidos revisaron hoy la aplicación de los convenios migratorios bilaterales vigentes desde 1994 y 1995, sin resultados concretos, con un abanico de temas sobre la mesa, entre ellos el tráfico de personas, y con evidencias de que persiste una enorme diferencia de enfoques sobre el problema.
El coordinador de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado estadunidense, James Carragher, dijo que su delegación planteó una mayor cooperación para combatir el tráfico de personas en ambas orillas del Estrecho de la Florida. "El Departamento de Justicia está comprometido a emprender acciones contra traficantes; vamos a tratar de hacerlos condenar".
Pero Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, subrayó que es la parte estadunidense la que está rezagada en la materia, pues en el país del norte "ha habido muy pocos casos" de enjuiciamiento a contrabandistas de migrantes y con "decisiones judiciales que no han sido aquellas que hubieran contribuido a desestimular este tipo de delito".
Carragher y Alarcón encabezaron sus respectivas delegaciones, y al concluir la discusión ofrecieron sendas conferencias de prensa. Al menos en algo coincidieron: en que las pláticas fueron serias, que los convenios son útiles y que los dos gobiernos los seguirán revisando cada semestre. La migración es el único asunto que lleva a una mesa oficial a representantes de Cuba y Estados Unidos, que carecen de relaciones diplomáticas desde hace cuatro décadas.
El estadunidense dijo que el combate al narcotráfico es "una área que consideramos de interés general y compartido, en la que queremos seguir teniendo y construyendo una relación y mantener contactos" con Cuba, pero subrayó que las conversaciones como la de hoy son exclusivamente de asuntos migratorios.
El líder parlamentario cubano, ex canciller y ex representante de su país en Naciones Unidas, citó una reciente resolución del Consejo de Seguridad como ejemplo de que está ampliamente reconocida la conexión entre el narcotráfico y el tráfico de migrantes, por lo que aceptó que se trata de dos fenómenos que podrían combatirse unidos.
Hasta ahora la cooperación antinarcóticos entre ambos países se realiza caso por caso.
Carragher reconoció que el monitoreo que realiza Estados Unidos sobre el destino que siguen los cubanos que son interceptados por ese país en intentos de viaje ilegal, y que son finalmente repatriados, indica que en la mayoría "no fueron objeto de represalias, aunque es absolutamente importante notar que un solo caso es demasiado".
Agregó que su gobierno considera que la raíz de la emigración cubana hacia Estados Unidos es que en la isla se impide "la práctica plena y libre de los derechos humanos, que son respetados en los países democráticos en el mundo", así como el "fracaso de la economía cubana", comparada con los países con sistema de mercado.
Ante la prensa, Alarcón ironizó sobre esas declaraciones del funcionario estadunidense. Dijo que la misma idea fue planteada en las conversaciones privadas y que el cubano la "agradeció", porque demuestra que estos encuentros tienen un carácter político, y no el meramente "técnico" que Callagher insistió en subrayar.
En contraste, Alarcón dijo que el estímulo principal a la emigración cubana es la Ley de Ajuste, que garantiza la residencia en Estados Unidos a los cubanos que lleguen a ese país por cualquier medio y sin documentos.
El funcionario cubano fue más explícito en su decepción por el encuentro: "No puedo decir que hayamos avanzado... estamos en el mismo lugar que hace seis meses".
Desde la firma de los acuerdos, han emigrado unos 150 mil cubanos a Estados Unidos, en forma legal y segura, al ritmo de al menos 20 mil cada año. Ese país repatria a los balseros que intercepta en alta mar, pero, por la Ley de Ajuste, acepta a los que logran pisar tierra firme estadunidense.