MARTES Ť 4 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť Hamid Karzai, el candidato más fuerte, es considerado protegido del exterior
Frustran aliancistas acuerdo en Bonn para elegir jefe de gobierno interino en Afganistán
Ť Delegados del Frente Unido expresan su objetivo de ocupar 70% del poder y retiran su lista de aspirantes a carteras Ť Diplomático de EU teme fracaso de negociaciones
EVA USI CORRESPONSAL
Königswinter, 3 de diciembre. Bajo enorme presión internacional, la Conferencia interafgana inició una nueva sesión de negociaciones la noche del lunes en Petersberg, en las afueras de Bonn. Delegados intentaban superar el conflicto de poder en torno a la elección de quién será el primer ministro del futuro gobierno interino. En este punto parecía perfilarse un acuerdo entre las partes durante las conversaciones a lo largo del día, cuando repentinamente la Alianza del Norte se interpuso de nuevo.
Según uno de los participantes, los delegados habían acordado casi todos los nombres del futuro gabinete provisional en Kabul, sólo quedaba pendiente decidir quién sería el jefe de gobierno. La delegación del Frente Unido (brazo político de la Alianza del Norte) frenó repentinamente el proceso, al expresar su aspiración a ocupar 70 por ciento del poder, retirando de la mesa de negociaciones su propia lista de nombres con candidatos para las distintas carteras.
Al respecto, el observador estadunidense en las negociaciones, James Dobbins, dijo ante periodistas que dentro de la Alianza del Norte, hay al parecer una fuerte oposición a que se llegue a un acuerdo en Bonn en la nominación de jefe de gobierno e integrantes del gabinete interino. El diplomático expresó su preocupación por que las negociaciones fracasen, de no presentar la delegación su lista con nombres de candidatos en el transcurso de la noche.
El postulante fuerte
Según observadores, el candidato más fuerte para el cargo de primer ministro del gobierno provisional es el líder pashtún del sur de Afganistán, Hamid Karzai, de 46 años de edad. Al parecer no hay consenso en su nominación debido a que es apoyado por Estados Unidos y por la ONU, y por ello es considerado con protección del exterior. Con 40 por ciento de la población, la etnia pashtún es mayoritaria en Afganistán. Otro nombre que se escucha en los pasillos de la conferencia como posible candidato es Abdul Sattar Sirat, líder del grupo de Roma, cercano al ex monarca Zahir Shah. Sin embargo Sirat no es pashtún y por ello no cuenta con pleno apoyo de la ONU.
La política en Afganistán está definida por figuras, no por partidos, según el delegado del grupo de Chipre, Abdul Quadir Amiryar, esto hizo fracasar la anterior propuesta de la ONU de repartir el poder por cuotas de representatividad en función de la correlación de fuerzas de los cuatro grupos sentados en la mesa de negociaciones.
Según el delegado, las dos delegaciones pequeñas, representantes de afganos en el exilio, el grupo de Chipre y el de Peshawar, no tenían objeciones a ello, ya que de cualquier manera no hubieran podido imponer a sus candidatos frente a los otros dos grupos mas fuertes, entonces empezó a negociarse con nombres.
Mientras que el grupo de Roma, cercano al ex monarca Zahir Shah completó su lista de nombres de candidatos para ocupar el gabinete de 21 carteras, la Alianza del Norte ha retrasado las negociaciones por esta cuestión.
Ninguno de los grupos cuenta con un fundamento programático político que facilite a observadores identificar a sus miembros o entender la elección de tal o cual figura. Más que una discusión en cuanto a contenidos políticos, el único elemento unificador, es que la mayoría de los delegados desearía un Estado afgano basado en una constitución tradicional islámica, posiblemente inspirada en la Constitución de 1963.
A lo largo de siete días de negociaciones, los miembros de los tres grupos afganos en el exilio, el grupo de Roma, de Peshawar y el de Chipre, se han unido frente a la delegación de la Alianza del Norte, en dos puntos: demandar un papel simbólico para el ex monarca Shah en el futuro gobierno de transición, así como el envío de tropas multinacionales, bajo mandato de la ONU para garantizar la seguridad del país y hacer posible el retorno de afganos en el exilio. Ambos puntos no han sido acordados oficialmente todavía, pero la Alianza del Norte dió señales de no oponerse si así lo deseaban las otras delegaciones.
En la recta final se han perfilado claramente dos frentes: la Alianza del Norte, como coalición de intereses y poderío militar y los grupos de afganos en el exilio sin poder en el país, pero apoyados por el exterior.
De llegar a un acuerdo en torno a la repartición del poder, se habría superado el mayor obstáculo, según participantes de las negociaciones. Entonces los delegados procederían a revisar el documento presentado por Naciones Unidas sobre la estructura política de un gobierno postalibán.
Dicha propuesta de siete páginas recoge las consultas con las distintas delegaciones, desde que inició la Conferencia el pasado 27 de noviembre. Las negociaciones se llevan a cabo en tres idiomas simultáneamente, inglés, dari y pashtu, y cada propuesta de modificación del acuerdo tiene que traducirse a dichas lenguas.
Posible acuerdo, el miércoles
En la ronda final, el paquete completo será sometido a votación. Cada uno de los cuatro grupos cuenta con un voto. Voceros de la ONU estimaban que el acuerdo podría firmarse el próximo miércoles. Ese día inicia en Berlín una importante conferencia de donadores para la reconstrucción de Afganistán.