MEXICO S.A.

Ť Carlos Fernández-Vega

MIENTRAS EL PRESIDENTE Fox difundía la buena nueva y, con ella aligeraba la carga emocional de muchos mexicanos ("no me estoy tratando de reelegir"), el Banco Mundial hacía pública una de sus más recientes decisiones -léase imposiciones- "amistosas" para con el país, e informaba de sus nada agradables proyecciones económicas para 2002.

ROBERT BACON, RESPONSABLE del área energética del Banco Mundial -organismo con el que el gobierno mexicano coincide casi casi a plenitud, de acuerdo con la versión del propio inquilino de Los Pinos- informó oficialmente que esa institución ha decidido privatizar el sector energético mexicano. Si no hay reforma energética -léase privatización del sector correspondiente-, simple y sencillamente se cierra la válvula de oxígeno financiero que el BM representa para México.

UNA VEZ CONOCIDO EL pequeño detalle anterior, no resulta nada raro entender el porqué de la insistencia del chiquillo mayor, sus distinguidos coordinadores, secretarios de Estado y empresarios cúpula de cabecera, quienes a lo largo de las últimas semanas han señalado que sin reforma energética México no tiene futuro, en un lenguaje muy similar -por no decir que idéntico- al utilizado por el presidente de los chistes pésimos, el mismísimo Ernesto Zedillo.

EL AMIGOU BACON LO dijo claramente: el organismo multilateral que le da de comer quincenalmente "cancelará el financiamiento a naciones como México, por lo que deberá abrirse (el país, desde luego) a otras opciones" (en materia energética); sin las acciones concretas de apertura será difícil recabar los recursos suficientes para una estrategia petrolera de largo plazo".

¿QUÉ OPCION ELEGIRA el gobierno del cambio para que no le cierren la válvula de oxígeno financiero? Adivinaron, cuantimás si "la producción de energía -en tierras guadalupanas- está en declive y sin una reforma de fondo". La instrucción, pues, ya se giró y a los integrantes del gobierno del cambio no les queda más remedio que machacar en la "urgencia de la reforma energética" y, desde luego, en sus "infinitas bondades" para los chiquillos y chiquillas de esta heroica nación porque, como lo dijo Bacon, "México siempre se queda atrás y políticamente enfrenta el mercado -energético- sin cambios, lo que tarde o temprano le traerá grandes consecuencias a su economía". Si el funcionario del Banco Mundial reflexionara un momento, se daría cuenta de que dichas consecuencias llevan más de 25 años avecindadas en el país.

AUNQUE EL ORGANISMO financiero multilateral está muy activo girando instrucciones, todavía se da su tiempito para analizar la situación económica de América Latina. En este sentido, pronosticó que "el crecimiento económico de la región caerá de 3.8 por ciento en 2000 a sólo 0.9 por ciento en 2001, para recuperarse a tasas de 2.5 por ciento el 2002 y a 4.5 en 2003, según el informe anual del Banco Mundial, dado a conocer hoy por el economista Richard Newfarmer, un vocero de la institución" (La Jornada, Enrique Gutiérrez Aicardi). La causa principal de la fuerte caída en el producto interno bruto fue "la desaceleración simultánea de la actividad económica en Estados Unidos, Japón y en los 15 países desarrollados que integran la Unión Europea".

LA ANTERIOR ES LA proyección regional, pero los países mas afectados, de acuerdo con el Banco Mundial, han sido Argentina ?donde el tango está a la orden del día?, Brasil y México, "siendo más notoria la baja que tuvo este último en sus exportaciones: de 22.6 por ciento en 2000 a cero en el primer semestre de 2001, como resultado de su estrecha vinculación comercial con Estados Unidos". Respecto de los países desarrollados, el informe señala que en el periodo 2000-2001 el comercio global cayó de 13.3 a uno por ciento; el valor de las materias primas, excluido el petróleo, se redujo de 1.3 a 8.9 por ciento; los flujos de capital bajaron de 240 mil a 160 mil millones de dólares y las primas de riesgo aumentaron de 7.1 a 7.7 por ciento''.

Y SI DE PROYECCIONES económicas se trata, las de México van de mal en peor. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática informó que el indicador adelantado de la actividad económica en el país cayó 0.7 por ciento en septiembre, en comparación con la cifra reportada en agosto (0.2 por ciento) de 2001. El resultado es consecuencia, principalmente, del desempeño desfavorable en el índice de la Bolsa Mexicana de Valores, el precio del petróleo mexicano de exportación y el tipo de cambio real.

TAL VEZ PORQUE LO padecen y no tienen que convencer a nadie, los industriales agrupados en la Canacintra siguen aventando ajos y cebollas contra el inquilino de la casa presidencial. Ayer, el dirigente de ese organismo empresarial, Raúl Picard (quien en reiteradas ocasiones ha demandado al gobierno del cambio un giro en el modelo económico, y que en igual número de ocasiones ha recibido una trompetilla como respuesta), subrayó que "2001 ha sido un mal año para los industriales mexicanos. Los efectos del crecimiento del producto interno bruto no se sintieron en los rubros productivos, lo cual augura un pésimo cierre de año para el sector. A un año de que Vicente Fox asumió la Presidencia de la República, México registra una caída de 1.6 por ciento en materia económica y se espera un decremento cercano a 0.2 por ciento al concluir el año; 2002 no será nada favorable, especialmente para los sectores productivos''.

PERO TODO LO ANTERIOR queda cancelado ante el sempiterno optimismo presidencial, no obstante que los resultados de su primer año de gobierno han sido bastante raquíticos, y su compromiso de no repetir en la Primera Silla de la Nación ("mi proyecto es de seis años y un plan integral de 25, y no me estoy tratando de reelegir, ni mucho menos" -¡albricias!-). Para el chiquillo mayor los primeros 12 meses de administración fueron de "luces y sombras", pero no por los errores domésticos, sino por "hechos externos que afectaron el desarrollo económico".

ADEMAS, CON LA contundencia que lo caracteriza, desmintió a los industriales agrupados en la Canacintra y, desde luego, a su presidente: "tenemos un aparato productivo que es envidia de todos los demás", no sin antes fundamentar el origen de su éxito: "A mí considérenme como un servidor, como una persona humana que comete errores o tiene aciertos, pero tengo una trayectoria, no la riego tan seguido. Fui presidente de una gran corporación, Coca-Cola. Allí al que no la hace lo corren, lo ponen de patitas en la calle, rápido, no se andan con miramientos. Así que no se me desanimen, esto es apenas la primera entrada, el primer round, vamos por seis y vamos a alcanzar lo que nos hemos propuesto".

Las rebanadas del pastel: