MARTES Ť 4 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Insiste en que las escuelas públicas fomenten los valores éticos y morales

Aún falta avanzar en tolerancia religiosa: CEM

JOSE ANTONIO ROMAN

A unos días de que se cumpla el décimo aniversario de las reformas constitucionales en materia religiosa, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Abelardo Alvarado Alcántara, señaló que aun cuando las relaciones del Estado con las iglesias han pasado a "ser y verse normales", son necesarios mayores avances en el terreno educativo y en la libertad y la tolerancia religiosas.

Estos primeros diez años, dijo, han sido "muy positivos", pues no sólo se han establecido las bases jurídicas de esa relación, la cual ha sido de respeto y diálogo, sino también ahora la sociedad en general reconoce y acepta la presencia de las iglesias en el terreno social, en el que tienen mucho que aportar al desarrollo del país.

Alvarado Alcántara insistió en que la libertad religiosa en la cual es necesario avanzar pasa necesariamente por el reconocimiento de los padres de familia a elegir libremente el tipo de educación que desean para sus hijos. "Nosotros no hablamos de imponer religión alguna, pero sí creo que se debe dar una formación en valores éticos y morales, incluso en las escuelas públicas; esto es indispensable si queremos que haya un avance, un desarrollo más acorde con lo que todos los mexicanos deseamos de nuestro país".

Los mexicanos deseamos un estado de derecho, que exista justicia y que la corrupción sea erradicada; tener un país justo y fraterno; pero sin valores morales y humanos estos deseos jamás se verán alcanzados, señaló.

En un breve balance de las relaciones Estado-Iglesias, tras las reformas de los artículos constitucionales tercero, quinto, 24, 27 y 130, aprobados por la Cámara de Diputados en su sesión del 17 de diciembre de 1991, el secretario general de la CEM consideró que el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo -en mayo de 1993- ha sido el momento más crítico en las relaciones del Estado con la Iglesia católica.

Sin embargo, señaló que "fuera de eso" simplemente no se pueden señalar momentos especiales de tensión o dificultades. "Son pequeños problemas, a veces situaciones coyunturales que lo único que se requiere para resolverlos es diálogo y más diálogo, buscando siempre un buen entendimiento".

El también obispo auxiliar de la arquidiócesis de México, cargo del que tiene permiso especial para dedicarse por completo a la secretaría general del Episcopado, señaló que en todo este tiempo también las diferentes iglesias y sus líderes se han reconocido entre sí como verdaderos interlocutores, fomentando así el respeto al pluralismo religioso, y como consecuencia a un derecho fundamental del ser humano, que es profesar la creencia religiosa que más le agrade.

"Creo que este es el punto, el de la plena libertad religiosa, que todavía es necesario ir desarrollando, promoviendo y ampliando. No podemos dejar de reconocer que estos años han sido muy positivos en esta relación y que la nueva situación jurídica ha favorecido un diálogo respetuoso tanto del gobierno con las iglesias, como entre los líderes religiosos entre sí", dijo el prelado.

Según el secretario general de la CEM, en un futuro estos cambios se tienen que consolidar en tres direcciones: primero pues crear una verdadera cultura de la libertad religiosa, que implique el reconocimiento de todos los derechos, incluyendo el que tienen los padres de familia sobre la educación de sus hijos.

En este sentido pidió se realicen los cambios legales necesarios, incluso constitucionales, para hacer que la libertad religiosa "tenga ya su carta de ciudadanía en México".

Como segundo punto, agregó, el fomento por parte del gobierno, iglesias y sociedad en general, de una auténtica tolerancia religiosa.