LUNES Ť 3 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Expectativas en lucha antinarco; concluye reunión de trabajo con delegados de Europa

Cuba y EU inician hoy ronda de negociaciones migratorias

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 2 de diciembre. Cuba, estimulada por la reanudación del diálogo político con la Unión Europea (UE), acude este lunes a una mesa de negociaciones con Estados Unidos, que pone a prueba por primera vez de manera formal la validez de un cauteloso acercamiento entre ambos países, desencadenado hace un mes por el huracán Michelle.

Las delegaciones estarán encabezadas por el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón, y el coordinador de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado estadunidense, James Carragher.

Sobre la mesa de trabajo estará proyectada la sombra del más reciente y más grave naufragio de emigrantes cubanos indocumentados, unos 30 balseros que salieron de la isla el pasado 16 de noviembre rumbo a Estados Unidos y cuya lancha zozobró en el estrecho de Florida, en un nuevo episodio de tráfico de personas.

Cuba sostiene que las salidas ilegales se deben a la Ley de Ajuste Cubano, una garantía de residencia para los emigrantes de la isla que lleguen por cualquier medio a territorio estadunidense. Las autoridades locales se quejan, además, de que Washington se abstiene de combatir el tráfico de personas, todo lo cual propicia tragedias como la del mes pasado.

En medios diplomáticos en La Habana se considera que algún compromiso en torno a la represión a los contrabandistas de emigrantes sería un buen ejemplo del próximo paso que pueden dar los dos gobiernos, si quieren seguir moderando el tono de sus reproches.

Otro campo en el que hay expectativas es el del combate al narcotráfico en el Caribe, una materia en la que ambos países colaboran caso por caso, pero carecen de un entendimiento integral. Hasta ahora Cuba y Estados Unidos, sin relaciones diplomáticas hace cuatro décadas, sólo tienen contactos formales para tratar asuntos migratorios mediante la revisión periódica de los acuerdos vigentes.

La atmósfera de distensión entre los dos países se inició con una oferta estadunidense de ayuda humanitaria tras el paso de Michelle, que Cuba declinó, pero aprovechó para lanzar una audaz propuesta de compra excepcional de alimentos y medicinas a empresas norteamericanas. La operación, de unos 30 millones de dólares, aún se negocia. La Habana la ha empleado para ilustrar los alcances y las contradicciones de la política estadunidense de bloqueo económico.

El presidente cubano Fidel Castro habló hoy en Santiago de Cuba, mil 200 kilómetros al este de aquí, en la celebraciónsgc02-111144-pih del Día de las Fuerzas Armadas, en la que también estuvo su hermano menor y ministro del ramo, el general de ejército Raúl Castro. El mandatario reseñó en apretada síntesis la ruta de la revolución que triunfó en 1959, encabezada por él mismo, y ratificó la capacidad de la isla para defenderse de una eventual agresión externa, pero no hizo mención alguna de Estados Unidos. En un insólito acto de duelo por los balseros muertos, el martes pasado Castro también tuvo el gesto de exculpar al gobierno del presidente George W. Bush de la Ley de Ajuste.

En otro flanco de su activo frente diplomático, Cuba concluyó el domingo una reunión de trabajo con una misión de la UE que destrabó el diálogo político entre ambas partes, interrumpido hace cinco años. El rencuentro abrió la puerta para continuar las discusiones y considerar en el futuro un acuerdo de cooperación, la clave de una ampliación de los negocios europeos con la isla.

El secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bélgica, Jan de Bock, que encabezó la misión comunitaria, afirmó a la prensa que se había "trabajado seriamente" para restablecer el diálogo político. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que fue una reunión abierta, que trató con respeto y amplitud coincidencias y discrepancias. "Creo posible y creo deseable para ambas partes continuar" la discusión, agregó.

Para Cuba era vital reanimar su interlocución con la UE antes de enero, cuando la presidencia en turno de Los Quince estará en manos de España, cuyo gobierno mantiene una tenaz exigencia de cambios políticos en el régimen cubano como condición para mejorar las relaciones con la isla.

El diálogo político estaba roto desde que la UE emitió en 1996 una posición común que promete cooperar con Cuba a cambio de reformas políticas internas en la isla. Esta política se matizó durante el segundo semestre de 2001, bajo la presidencia belga, que llegó a sugerir "señales" que podrían bastar para un rencuentro con el país caribeño.

Castro anunció el mes pasado la posible derogación de la pena de muerte, así como una reforma penitenciaria radical, dos temas evocados por la diplomacia belga dentro de las "señales" requeridas.

La ausencia de un entendimiento político fluido entre las partes mantiene a Cuba como el único país latinoamericano excluido de algún tipo de acuerdo de cooperación para el desarrollo con Los Quince.