LUNESŤ 3 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Inquietud ante la detención en Pakistán de científicos nucleares
Desde los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, Pakistán no deja de repetir que sus secretos nucleares están bien custodiados; sin embargo, la larga detención de dos importantes científicos despierta cada vez más interrogantes.
Sultan Bashiruddin Mahmud y Abdul Majid, jubilados desde hace tres años por haber trabajado un buen tiempo en la Comisión Paquistaní de Energía Atómica (PAEC), están detenidos por los servicios secretos militares en un lugar desconocido.
No se ha hecho pública ninguna acusación contra ellos, aunque las autoridades paquistaníes dijeron que seguían investigando sus vínculos con Osama Bin Laden y la red Al Qaeda.
"Están detenidos para evaluar el grado de implicación y sus vínculos con los talibanes y Al Qaeda", dijo un responsable paquistaní que exigió el anonimato.
"Toda la información sobre el caso es compartida con las autoridades de Estados Unidos, señalaron.
El caso ha provocado una cierta inquietud en medios occidentales. Estados Unidos siempre temió la filtración de los secretos nucleares paquistaníes a países hostiles y organizaciones terroristas.
Pakistán, que apoya a Estados Unidos en la campaña militar en Afganistán, entró oficialmente en el restringido club de los países que disponen de la bomba atómica en mayo de 1998, cuando efectuó una serie de ensayos nucleares, casi al mismo tiempo que su vecino y gran enemigo, India.
Desde el 11 de septiembre, el gobierno militar de Islamabad ha respondido airado a las críticas sobre los peligros derivados de su arsenal nuclear. "Tenemos un excelente sistema de mando y de control, es impensable que caiga en malas manos", afirmó el presidente, general Pervez Musharraf.
En sus declaraciones públicas los responsables paquistaníes minimizan el caso Mahmud-Majid, afirmando que los dos hombres no tuvieron acceso a secretos nucleares y que sólo se les investiga por violar unas reglas no difundidas que deben respetar los científicos jubilados.
Durante su larga carrera en la PAEC, de la que fue uno de los directores, Mahmud estuvo ligado al programa nuclear paquistaní, llegando a supervisar las operaciones de extracción de uranio. Majid era su adjunto.
El principal motivo de inquietud de las autoridades surge de las dos organizaciones de beneficencia musulmanas que fundaron tras su jubilación. Se trata de la Holy Koran Foundation y la National Reconstruction of Ummah (nación islámica), por las que realizaron frecuentes viajes a Afganistán.
Un artículo reciente del New York Times establecía una posible relación entre los dos científicos paquistaníes y un laboratorio de Al Qaeda descubierto en Kabul, que podía producir cepas de la enfermedad del carbunco. "La investigación no ha demostrado tal relación", declaró el general Rashid Qureshi, portavoz del régimen militar de Islamabad.
AFP