LUNES Ť 3 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Cualquier nuevo aeropuerto genera problemas, señala el premio Nobel de Química

Mario Molina: el gobierno debe escuchar reclamos sociales

RICARDO OLAYO GUADARRAMA

El premio Nobel de Química, Mario Molina, dijo que el gobierno federal debe escuchar los reclamos sociales que se derivan de la construcción de un nuevo aeropuerto en Texcoco y también resolver los temas técnicos de medio ambiente y de desarrollo urbano.

"Cualquier nuevo aeropuerto genera estos problemas, pero ésta es la oportunidad de evitarlos a futuro", indicó en entrevista.

El científico mexicano apuntó que donde se ubique la nueva terminal se convertirá en un polo que obligará al crecimiento del valle de México y comentó que ya era difícil mantener el aeropuerto donde se ubica actualmente.

Dijo que aunque no ha estudiado el tema, tiene la impresión de que se han atendido los señalamientos ambientales y desarrollo urbano, tanto en la propuesta de Texcoco como la de Tizayuca.

Sin detallar en los argumentos que impugnan al gobierno federal por elegir Texcoco como sede aeroportuaria, Molina declaró que "una ventaja del proceso es que haya habido distintas opiniones, que se apuntaron con claridad cuáles son los puntos débiles. Hay que aprovechar eso para asegurarse de que en Texcoco se tomen en cuenta esas críticas, que se tomen en cuenta las posibles soluciones".

Esa es una virtud para afinar detalles, "yo lo veo como una oportunidad inclusive porque sí tiene aspectos positivos, lo mismo que tenía aspectos positivos la otra propuesta" de Tizayuca.

-ƑPero el valle de México va a crecer a ese polo de desarrollo?

-Sí, pero va a crecer de todas maneras. De nuevo aquí podría uno apuntar que si el aeropuerto hubiera estado más lejos, a lo mejor era un incentivo para que creciera todavía más. A eso me refiero, que cualquiera que sea la solución siempre hay manera de presentar consecuencias muy nefastas. En última instancia estoy dándole más importancia al hecho de que las soluciones se lleven a cabo con suficiente fuerza para que definitivamente funcionen.

De la posibilidad de que la terminal aérea continúe en el DF, dijo: "Tengo entendido que ahí sí hay demasiados problemas y severos. Está demasiado cerca del Centro. Entonces sí había necesidad de cambiarlo", pero "la pregunta difícil era Ƒen dónde cambiarlo y tenemos ejemplos de otros países donde el aeropuerto está más lejos, esta más cerca, y con toda claridad se ve que hay ventajas y desventajas".

El gobierno federal tiene que atender los cuestionamientos técnicos y también los reclamos de los hombres del campo (inconformes). "Me refiero en general a que no solamente lo técnico, sino problemas sociales y económicos, pero historicamente cualquier aeropuerto de todo el mundo" genera problemas, apuntó.