Ť Dicen que exculpados de la masacre de Acteal buscaron sus armas en cuanto salieron
Temen en Polhó nuevos ataques de paramilitares
Ť El gobierno mintió a los desplazados, ya que no hay garantías para vivir en paz, aseguran
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Municipio Autonomo San Pedro Polho, Chis., 2 de diciembre. Nueve campamentos en los que habitan 8 mil desplazados más las comunidades zapatistas de Chenalhó conforman este municipio autónomo, donde la resistencia cuesta el doble, pues se hace desde el desposeimiento total.
La violencia paramilitar destruyó casas y corrales de las familias expulsadas de una decena de comunidades y colonias, saqueó sus cosechas y les arrebató sus tierras.
"Aquí siguen todos los desplazados, son pocos los que pueden salir a trabajar, y como están presionados por los paramilitares no llegan a sus terrenos", dice a La Jornada Bartolo Gutiérrez Vázquez, presidente del concejo municipal autónomo.
Para
los miles de pobladores de Polhó la resistencia es también
exilio. Están bajo estado de sitio. "Orita la situación
está más complicada. La liberación de los paramilitares
que perpetraron lo de Acteal hizo sentirse reforzados a los que de por
sí están armados", refiere el secretario del consejo, y denuncia:
"apenas antier los compañeros vieron a los paramilitares de Tzanembolom
con sus armas de fuego; estaban en el banco de grava.
"Ya vieron que nadie los desarma, y agarraron confianza. Los liberados de Los Chorros llegaron preguntando por sus armas, que dónde las habían tenido. Lo que no sabemos es si se las dieron de vuelta", agrega.
En la entrevista participan seis miembros del concejo autónomo. El síndico toma la palabra: "uno de los liberados es Antonio Santiz López, que tuvo el cargo de coronel en la organización paramilitar, por lo que los desplazados y las bases zapatistas tienen el temor de que vuelva a actuar. En Los Chorros ahora surten más armas. Han vuelto a surgir los rumores de que van a atacar Polhó y a compañeros en las comunidades".
Respecto del retorno de unos cientos de desplazados de Las Abejas, el síndico considera que "el gobierno les dijo mentiras, pues no hay condiciones para vivir con seguridad y están con el temor de los paramilitares".
Señala que las principales sedes del único grupo paramilitar de Chiapas que ha realizado un ataque masivo y ha perpetrado una masacre de civiles se mantienen intactas en Tazembolom, Canolal, Los Chorros, Puebla, Yaxjemel y Yabteclum.
Al confirmar la existencia de rumores y amenazas de los paramilitares, Bartolo Gutiérrez comenta: "ahora nos recuerda lo de 1997, pues antes de la masacre de Acteal así estaban hablado. También sentían que estaban protegidos, que no los iban a agarrar si mataban a la gente".
El exilio
Chenalhó es el segundo municipio de Chiapas en cuanto a número de tropas y bases militares y de la policía, sólo superado por Ocosingo.
En Las Limas y Yabteclum, por ejemplo, los campamentos militares colindan con las escuelas primarias de dichos poblados, creando condiciones especialmente favorables para el rendimiento académico y la salud mental de los niños. Los patrullajes alrededor de Polhó son constantes, día y noche.
Desde Majomut, Polhó está en la mira de una muy activa Base de Operaciones Mixtas, integrada por militares y agentes de diversas corporaciones policiacas.
Las autoridades autónomas refieren que desde hace 15 días la vigilancia policiaca y militar aumentó en las carreteras, "dizque para combatir la delincuencia". El síndico asienta: "no nos vamos a reunir con el gobierno, porque tiene que ver con los paramilitares; además, los federales no nos dejan en paz.
"Si vemos que cumplen la ley indígena que traicionaron los del gobierno, y vemos que llegan a desmantelar a los paramilitares, a lo mejor podríamos hablar, para que se arregle la situación de todos los compañeros. Pero como está la situación, no hay ninguna manera".
El secretario del concejo autónomo advierte: "las bases zapatistas estamos en lo dicho. Si no quitan al Ejército y su aviones, y no se cumple la ley indígena, la resistencia va a seguir".
En seguida describe las funciones del gobierno autónomo: "como autoridades hemos organizado a las comunidades para la sobrevivencia. Los alimentos no abastecen a toda la gente; cómo va a alcanzar, si nos quitaron nuestras tierras y cafetales. Los compas trabajan la hortaliza, un poco la gallina. Vemos la mejor manera de repartir la tierra que hay, y buscamos trabajos para los compañeros que no tienen".
El Comité Internacional de la Cruz Roja y otros organismos internacionales, como Médicos del Mundo, han tenido presencia en los campamentos de desplazados de Polhó y Acteal, resolviendo en parte las necesidades, especialmente de atención médica. No obstante, la ayuda es insuficiente en una zona indígena donde la tercera parte de los niños padece desnutrición grave, donde casi 10 mil campesinos sin tierras ni empleo viven hacinados en cabañas precarias y estrechas, donde las cocinas comunales las tiró el granizo y quedaron "en el puro hoyo", según palabras del presidente del concejo.
"Estamos acostumbrados a vivir sin dinero, a no tener qué comer. Van cuatro años así. La situación es muy difícil, pero los desplazados no piensan en volver a sus comunidades", agrega Bartolo Guitiérrez.
El secretario del concejo, el más joven y elocuente de los declarantes, informa que el Comité Internacional de la Cruz Roja ha disminuido recientemente en un 50 por ciento la aportación de maíz, frijol y harina para algunos campamentos. "En cambio reparte semilla de maíz para sembrar, pero no hay terrenos, no las podemos usar. Las tierras disponibles no son buenas para milpa".
El pasado día 30 el organismo informó que actualmente atiende con despensas a 5 mil 777 desplazados en Chiapas. En 1998, cuando firmó con el gobierno mexicano un convenio de asistencia en la zona de conflicto, tan sólo en Chenalhó atendía a más de 9 mil personas.
El representante del organismo en el estado, Ernesto Herrera, ha desmentido, sin embargo que se vaya a abandonar la zona de conflicto en fecha próxima.