SABADO Ť 1Ɔ Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť Se han dado nueve casos positivos en 30 años; nuestros atletas son honestos, dice
El dopaje en México, en pañales, afirma Ornelas
Ť Los que dan positivo con nandrolona por alimentos, necesitarían "comerse una vaca"
ROSALIA A. VILLANUEVA
El dopaje en México es mínimo en comparación con los múltiples casos que se descubren a nivel mundial, además de que "los atletas mexicanos son honestos y limpios", asegura el doctor Rafael Ornelas Centeno.
No obstante, admite que el problema es una guerra sin cuartel de los organismos internacionales, deportistas, entrenadores y médicos.
El director de los servicios médicos del Comité Olímpico Mexicano sostiene que en los últimos 30 años se han dado sólo nueve casos positivos en el deporte nacional, lo que representa el "001. por ciento" en relación con los casos internacionales, principalmente de las grandes potencias, lo que ubica a nuestro país en último lugar.
Aunque señala que el consumo de sustancias prohibidas en México "está en pañales", advierte que a pesar de las recomendaciones a los deportistas mediante pláticas, trípticos y toda la información necesaria sobre el tema, ellos a veces infringen las disposiciones por desconocimiento.
Asimismo, porque algún familiar o amigo les dice qué medicamento deben ingerir para solucionar algún padecimiento físico sin saber que dicha sustancia representa dopaje; a veces "hasta por un dolor de cabeza pierden la medalla", como fue el caso del remero José Gómez, en los Panamericanos de La Habana 91.
Ornelas Centeno destaca la necesidad de educar al deportista y hacerle ver que no debe prescribirse medicamentos sin el conocimiento de su médico deportivo, "porque luego se ponen hasta la madre con cualquier cosa y vienen las consecuencias y arrepentimientos".
Durante su exposición en el Congreso de Entrenadores de la Federación Mexicana de Atletismo, que se inició ayer y terminará este domingo, el especialista refirió que también el dinero y la ambición por alcanzar el éxito deportivo con sustancias dopantes ha sido una larga batalla.
Mientras la Agencia Mundial Antidopaje, el COI y las federaciones internacionales trabajan con tecnología de punta (exámenes de sangre y orina) para contrarrestar ese mal, los infractores van al día descubriendo medicamentos imperceptibles.
Ornelas resalta que el número de sustancias prohibidas en cada deporte se ha incrementado en los últimos tiempos, pues de las 319 que se dieron a conocer en 1967, en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 la cifra ascendió a 3 mil 719 y "nadie escapa a la sensación de sentirse dopado".
Interrogado sobre el reciente número de positivos que se han generado con el esteroide anabólico nandrolona, en futbol, atletismo, pesas, en los que los atletas se defienden y argumentan que fue por productos alimenticios y consumir carne contaminada, Ornelas admite que podría ser cierto porque a los animales se les inyecta esa sustancia para incrementar el peso corporal.
Sin embargo, señala que para que un deportista salga positivo "necesitaría comer una dosis indiscriminada y fantástica, es decir, una vaca".