SABADO Ť Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Desaparecieron $42 mil 500 que un matrimonio tenía ahorrados en esa institución

Se deslinda Bital de un fraude cometido vía Internet contra un cuentahabiente

Ť Los afectados recurrieron infructuosamente a la Condusef y la procuraduría capitalina

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

En la Procuraduría General de Justicia del DF y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) le dijeron que era "poquito dinero", pero los más de 42 mil 500 pesos que Susana de la Rosa Tinoco y su esposo, Francisco Javier Palencia Soto, tenían en el banco Bital, de donde desaparecieron "por arte de transacciones vía Internet", eran el ahorro que habían logrado reunir con su trabajo.

El banco desde el principio se deslindó y buscó pelea: le "recomendó" presentar denuncia en la PGJDF y rechazó la mediación de la Condusef, de manera que serán los tribunales los que resuelvan.

El matrimonio abrió la cuenta desde 1998 en la sucursal 1109 de Cafetales, mediante el sistema Línea Bital, haciendo sus transacciones, principalmente pagos de servicios, vía telefónica.

El último movimiento que realizaron fue el 28 de agosto pasado, cuando disponían en su cuenta de cheques de 3 mil 604 pesos con 10 centavos, mientras que en su intercuenta había depositados 39 mil pesos con 11 centavos, esto es, un total de 42 mil 604.11 pesos.

El 6 de octubre, al llegar su estado de cuenta correspondiente a septiembre, su saldo en la intercuenta era de 9 mil 521 pesos y de 3 mil 581 en la otra, por lo que se comunicaron de inmediato al banco para preguntar su saldo.

Sólo tenían ya 57.14 pesos en la primera y 41.14 en la segunda; ante la afirmación de que no habían realizado ningún movimiento, el empleado de Bital, al otro lado de la línea, les pidió que esperaran un momento en tanto consultaba por Internet, pues por esa vía se había realizado el retiro del dinero; luego les preguntó: "ƑConocen a una persona de nombre Jessica Torres?" Dijeron que no. "Vayan a su sucursal", indicó el empleado.

En el banco la escena se repitió: "ƑConocen a Jessica Torres?", les preguntó Claudia Oseguera, después de realizar varias llamadas telefónicas, "Fue ella quien realizó los movimientos en su cuenta", les dijo. Consultaron Internet y observaron que el dinero presuntamente había sido retirado por una persona llamada Jessica Ciomara Torres Chiquini. Al hablar con el gerente José Peralta, les recomendó que presentaran una denuncia y lo hicieron, en contra del banco, de quien supuestamente retiró el dinero y quien resulte responsable.

También recurrieron a la Condusef, que el 14 de noviembre convocó a una audiencia de conciliación pero el representante del banco, Efraín Aranda García, ya tenía por escrito su respuesta definitiva: "Los números confidenciales sólo los conoce cada cliente y los servicios prestados se realizan con fundamento en los contratos celebrados, donde se desprende la responsabilidad del uso"; esto es, que "el uso de los servicios a través de medios electrónicos es responsabilidad de cada cliente", por lo que los movimientos en las cuentas "no son propios" del banco y, además, "el dato proporcionado de quien realizó los movimientos por parte del reclamante lo desconocemos... Por lo expuesto, pido a esta comisión se sirva acordar el presente asunto como conciliado y total y definitivamente concluido".

"Confiamos nuestro dinero en el banco, no descartamos que alguien de adentro esté coludido con la persona que realizó los movimientos en nuestra cuenta, pero finalmente alguien violó la seguridad del banco y esa es su responsabilidad", advierte De la Rosa. La denuncia, que presentó el 9 de octubre, pasó de una agencia del Ministerio Público en Gustavo A. Madero a la Fiscalía Especializada en Delitos Financieros, cuyo titular, Guillermo Fromow, dijo que es el primer caso de este tipo del que tiene conocimiento.