SABADO Ť Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Descartan Londres y Washington investigar la masacre de presos en Mazar-e-Sharif

Apoya EU negociación de jefes pashtunes con el talibán para la rendición del régimen en Kandahar

Ť Reconoce la coalición occidental bajas en combates, "pero no como sinónimo de muertos"

DPA, AFP Y REUTERS

Kabul, 30 de noviembre. Estados Unidos se declaró hoy de acuerdo con las negociaciones que llevan a cabo líderes opositores pashtunes y del talibán para la rendición de la milicia islámica en Kandahar, su último reducto, pero se manifestó contrario a cualquir amnistía o salvoconducto para el máximo líder talibán, Mohammad Omar.

Los estadunidenses tenían este viernes ya más de mil marines en un aeródromo al sudoeste de Kandahar para bloquear una eventual huida de los combatientes talibanes o de la organización Al Qaeda de Osama Bin Laden, mientras Estados Unidos y Gran Bretaña se manifestaron contrarios a una investigación sobre la masacre cometida por la Alianza del Norte contra prisioneros de guerra en Mazar-e-Sharif.

attack_afghan_v30duLa aviación estadunidense lanzó nuevos bombardeos sobre Kandahar en torno a tropas talibanes atrincheradas en bunkers en las inmediaciones del aeropuerto, así como sobre supuestos túneles subterráneos cerca de Jalalabad, en el noreste de Afganistán, donde se cree puede estar oculto Bin Laden, reportó CNN.

El jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, Peter Pace, señaló que la situación era "fluctuante" alrededor de Kandahar, pero que no había ninguna ofensiva importante. Sin embargo, agregó que "sabemos que se está negociando entre las fuerzas de la oposición y los jefes talibanes una rendición".

El secretario estadunidense de Defensa, Donald Rumsfeld, aunque se declaró de acuerdo con tales negociaciones, subrayó que Estados Unidos no aceptará ninguna solución que permita al mullah Omar disfrutar de una amnistía o retirada, pues su gobierno aceptó dar acogida a Bin Laden, el principal sospechoso de los atentados de septiembre pasado en Washington y Nueva York.

El portavoz de la coalición occidental, Kenton Keith, reconoció por primera vez en Islamabad que las tropas estadunidenses han sufrido bajas en combates en Afganistán. "Tenemos bajas, pero no estoy en condiciones de confirmar el número", dijo. Con todo, añadió que "bajas no es sinónimo de muertos".

Estados Unidos admitió la muerte el domingo en Mazar-e-Sharif de un agente de la CIA y la víspera dio cuenta de otro soldado muerto en Uzbekistán, aunque no en combate. Con anterioridad, Washington sólo había sufrido otras muertes entre sus oficiales de apoyo fuera de Afganistán, además de varios heridos dentro del suelo afgano.

La BBC de Londres reportó que el Pentágono ya está hablando de la "lucha final" en Afganistán, siguiendo la pista de los hombres de Al Qaeda y en torno al talibán. No obstante, la emisora agregó que aunque en la región de Kandahar han sido concentradas fuerzas de la Alianza del Norte, líderes tribales y "señores de la guerra" de la etnia pashtún le han advertido que se abstenga de entrar a la ciudad.

Al quedar de manifiesto que son los pashtunes quienes negocian la rendición del talibán, los reportes indican que la advertencia contra la Alianza del Norte es porque la etnia mayoritaria pashtún teme que esa fuerza minoritaria de tadjikos, uzbekos y hazaras extiende su poder a sus zonas sureñas de influencia.

Comandantes opositores afirmaron que los talibanes han perdido parte de la provincia de Kandahar ante las fuerzas tribales como el distrito de Jugnari. Incluso el ex embajador talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaef, admitió que muchas de sus fuerzas se hayan desperdigadas, han sufrido numerosas bajas y sus sistemas de comunicaciones están inutilizados.

Ante un renovado llamado de la comisionada de la ONU para los derechos humanos, Mary Robinson, de que se investigue la matanza de talibanes y extranjeros en la prisión de Qalae Jangi, el portavoz occidental Kenton Keith dijo no ver necesidad para eso porque "no hay evidencia de que fue una masacre".

El ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, dijo que la investigación sobre la muerte de centenares de combatientes extranjeros en la prisión de Mazar-e-Sharif "no figura en la agenda", como lo solicitó inicialmente Amnistía Internacional y ahora la ONU y en momentos en que el Comité Internacional Cruz Roja retiraba 176 cadáveres de los 450 aniquilados durante la represión.