SABADO Ť Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Refrenda la Secretaría de Economía pedido de abrir fronteras el primero de enero

Condiciona EU ingreso de camiones de carga mexicanos a reforzar seguridad

Ť Plantea la apertura total previa revisión por inspectores y verificación de licencias

HUMBERTO ORTIZ MORENO

En respuesta a las nuevas medidas de seguridad que aprobó el Congreso estadunidense para el autotransporte mexicano, la Secretaría de Economía refrendó su posición de que los camiones de México ingresen en Estados Unidos a partir del primero de enero de 2002, mientras que el presidente George Bush aplaudió el acuerdo de las cámaras legislativas de su país.

El titular de la dependencia, Luis Ernesto Derbez, recibió con cautela la notificación de dicha resolución, y estableció que desde este viernes las autoridades analizan el texto de los legisladores del vecino país del norte para emitir un juicio concreto al respecto.

trailers-jpg"Algo que esperaríamos es que se cumpla la promesa hecha por el gobierno de Estados Unidos de que se crearía una estructura y una relación en la cual se abriría la entrada del autotransporte mexicano el primero de enero", insistió el funcionario en entrevista de prensa.

El acuerdo alcanzado la noche del miércoles por el Congreso y el gobierno del presidente George Bush recibió 371 votos a favor y 11 en contra, aunque aún debe ser votado en el Senado estadunidense. Plantea la apertura total de la frontera a los camiones mexicanos, previa revisión a criterio de los inspectores estadunidenses, y aplicar una verificación electrónica de la licencia de cada chofer mexicano que cruce la faja limítrofe con carga de alto riesgo.

El acuerdo pretende poner fin a meses de negociaciones y disputas entre el Congreso de Estados Unidos y el presidente Bush, quien incluso había amenazado con vetar las restricciones adicionales que los congresistas intentaban imponer a los transportistas de México.

A su vez, el gobierno mexicano amagó con imponer sanciones comerciales a su socio del norte si persistía en negar la entrada a los camiones de su país, porque implica una violación al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, gracias al convenio entre representantes y senadores estadunidenses, las disputas están en vías de quedar subsanadas y el presidente Bush aseguró que es "una importante victoria para la seguridad y el libre comercio".

En un comunicado emitido por la Casa Blanca, dijo que deben promoverse "los niveles más elevados de seguridad" en las carreteras de su territorio, pero "cumpliendo con nuestros compromisos con nuestros amigos del sur".

En opinión del mandatario estadunidense, el acuerdo logrará ambos objetivos al permitir la apertura de la frontera de manera oportuna, en tanto asegura que todos los estándares de seguridad sean aplicados a cada camión y autobús que circula en sus caminos.

La demora en este acuerdo había retrasado la aprobación de la ley de gasto en transporte en Estados Unidos, por 60 mil millones de dólares, pero fundamentalmente bloqueó durante años, desde la administración Clinton, el acceso de autotransportistas mexicanos a territorio de aquella nación, fundamentalmente por la fuerte oposición de los sindicatos de transporte ligados al Partido Demócrata.