MIERCOLES Ť 28 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Presentan el libro Un alma rebelde en el cine mexicano

Alejandro Galindo es un realizador al que ''se necesita redescubrir''

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Alejando Galindo es uno de los pilares del cine nacional, pero su obra debe ser recuperada y revalorada, expresa Francisco Peredo, autor de un libro sobre el fallecido realizador.

Al finalizar la presentación de Alejandro Galindo, un alma rebelde en el cine mexicano -coeditado por el Instituto Mexicano de Cinematografía y Miguel Angel Porrúa Editores, el lunes en la Cineteca Nacional-, Peredo declaró que don Alex (1906-1999) se rebeló contra el cine que se hacía en su época, contra ''ese cine indigenista que era como para exportación, y de esa imagen de México visto en los melodramas de la alta burguesía, que no correspondían a la burguesía mexicana ni a los personajes de la realidad''.

Galindo, agregó, ''hizo un cine más auténtico, más legítimo en términos de los ambientes y de los personajes que recrea en sus historias. Es un director que hay que redescubrir'', ver sus filmes en los que refleja lo cotidiano y los ambientes urbanos, pues a final de cuentas ''fue muy honesto en su forma de plantear las historias y sus personajes'' a lo largo de 85 películas, entre los que destacan Almas rebeldes (1937), Campeón sin corona (1945), Una familia de tantas (1948), Doña Perfecta (1950) y Espaldas mojadas (1953).

Parte importante de la investigación, que se prolongó durante cinco años, fue localizar las cintas de Galindo que se creían perdidas, como su ópera prima Almas rebeldes y El tren de las 9:15, además de subrayar la existencia de una película inédita del director nacido en Monterrey, Lázaro Cárdenas, que se rodó en 1985.

Peredo Castro, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, señala en su texto que ''de acuerdo con algunas declaraciones de Alejandro Galindo a la prensa y en entrevistas personales, en 1990 tenía pendientes de registro dos proyectos más, uno basado en el narcotraficante Caro Quintero (enfocado en el manejo de la publicidad sobre el personaje y su idiosincrasia, sin pretender enaltecerlo) y otro sobre Laguna Verde''.

Alejandro Galindo no es un director menospreciado, pues se le rindieron numerosos homenajes, sin embargo ''en la tarea de difusión nacional e internacional de su obra no se le ha dado la misma importancia que a otros. Por eso hace falta revalorarlo'', concluye Peredo.