MIERCOLES Ť 28 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Lejos de terminar, la guerra en Afganistán; viene un periodo difícil: Pentágono
Ocupa EU más de 40 sitios donde Al Qaeda habría probado armas de destrucción masiva
Ť Cuestión de horas, la ofensiva terrestre de los marines contra la ciudad de Kandahar
AFP, DPA Y REUTERS
Islamabad, 27 de noviembre. Estados Unidos completará su avanzada terrestre en las inmediaciones de Kandahar en las próximas 24 ho-ras con la presencia de 500 marines, cuya ci-fra ascenderá a más de mil de aquí al miércoles, en la guerra de exterminio contra el ta-libán y la persecución de Osama Bin Laden.
El comandante de las fuerzas estadunidenses en Tampa, Florida, general Tommy Franks, afirmó que han identificado más de 40 sitios en Afganistán en los que seguidores de Bin Laden podrían haber efectuado investigaciones o experimentos con armas de destrucción masiva, y que ya fueron arrebatados a la milicia islámica.
Según esto, se analiza un "gran número de pruebas" para determinar si se desarrollaron armas químicas, biológicas y nucleares, pues entre los objetos hallados había distintas mezclas de productos químicos. Pero igual, dijo, podría tratarse de sustancias inofensivas como fertilizantes.
Indicó que si bien los resultados aún no son definitivos, en cualquier caso aseveró que ningún material sospechoso se quedará en el país centroasiático.
"No dejaremos ningún arma de destrucción masiva en el país", apuntó el militar, cuyo gobierno hasta antes de esta guerra no incluía a Afganistán en su selecta lista de estados "terroristas".
Franks confirmó que tras la entrada de los infantes de marina su primera acción fue lanzar un ataque con helicópteros artillados Cobra contra un convoy de 15 vehículos militares afganos que se dirigían al parecer al aeródromo de Dolangi, a unos 80 kilómetros al suroeste de Kandahar, y varios de los cuales resultaron destruidos.
La presencia estadunidense en el sur de Afganistán, cuya zona ha sido considerada como el último bastión del talibán, aparentemente sin ningún control de la Alianza del Norte, fue justificada por el militar al afirmar que "no es una invasión a Afganistán" sino que sólo busca "apoyar la lucha" contra el régimen fundamentalista y Al Qaeda, la organización armada del multimillonario saudita, el más buscado por Washington.
Otro general, identificado como James Mattis, informó que la operación inicial de desplegar a los marines tiene como objeto establecer una base muy cerca del bastión talibán, y se mostró contento de que tras la oleada de bombardeos previa ya no hayan encontrado resistencia de sus enemigos.
En cuanto a la búsqueda de Bin Laden, el general Franks explicó que se concentra en las regiones entre Kabul, Jalalabad y el paso de Kyber, en cuya área se encuentra el campamento Tora Bora, uno de sus posibles refugios. Tanto en esa zona como en los alrededores de Kandahar, dijo, los estadunidenses aún no tienen el suficiente control.
En la octava semana de los ataques estadunidenses se considera que el despliegue de marines sobre el terreno constituye la mayor operación de esas fuerzas desde la Guerra del Golfo contra Irak en 1991, y marcaría lo que podría ser la fase final de la ofensiva con el cierre del cerco y el posible aniquilamiento de sus enemigos jurados.
Pero el secretario estadunidense de De-fensa, Donald Rumsfeld, afirmó que la guerra en Afganistán está lejos de terminar, pese a los avances que ahora se están dan-do, debido a que se está ingresando en "un periodo muy difícil".
La victoria, apuntó el funcionario, será difícil y peligrosa porque "habrá muertes", en alusión a estadunidenses, y agregó que las fuerzas de Washington bombardearon este martes un campamento cerca de Kandahar, que era utilizado por los líderes talibanes y de Al Qaeda.
"Era claramente un área de dirigencia" y "quien quiera que haya estado ahí desearía no haber estado", dijo.
Un piloto señaló que colocaron la bandera estadunidense en un aeródromo en el desierto, en una zona sureña que habría ocupado antes Al Qaeda, y que el enemigo se encuentra a la defensiva y ellos se alistan para emprender una ofensiva.
Por el momento la ciudad de Kandahar, donde se cree que se encuentran el máximo líder talibán, el mullah Mohammad Omar, y Bin Laden, permanece aún en calma.
Allí se concentran las últimas fuerzas talibanes, quizás 5 mil o 10 mil, y conserva todavía el "colchón" de la provincia aledaña de Uruzgán bajo su control.
Además, tribus pashtunes contrarias al talibán contribuyen al intensificar la presión contra la otrora milicia gobernante al atacar y cortar su única ruta de escape hacia Pakistán, aunque había reportes contradictorios acerca de la toma por los pashtunes del poblado fronterizo de Spin Boldak.
Si bien no estaba del todo claro si en Spin Boldak los talibanes se habrían rendido en favor de tribus locales, lo cierto es que parecían ya no tener el control total porque imperaba el caos con el saqueo de mercancías por civiles.
No obstante, otro reporte afirmaba que allí supuestos talibanes tendrían en su poder a un periodista canadiense de nombre Ken Hetchman, al que amenazaban de muerte.
Tropas de EU y GB, en la masacre
Reportes de la televisora CNN señalaron que soldados de Estados Unidos y Gran Bretaña participaron en el asalto, junto con la Alianza del Norte, de la fortaleza prisión de Qalae Jangi, en la norteña ciudad de Mazar-e-Sharif, donde entre el lunes y el martes fueron masacrados entre 400 y 600 combatientes extranjeros pro talibanes, que se habían sublevado.
Se estima que en esa prisión la mayoría eran combatientes paquistaníes, árabes y chechenos. En el motín murieron también cerca de 50 aliancistas.
Pero los reportes seguían siendo contradictorios porque unos 30 o 40 amotinados seguían resistiendo, mientras que aviones estadunidenses volvieron a bombardear este martes la prisión.
En Bagdad las autoridades iraquíes condenaron la masacre de los prisioneros ex-tranjeros de Mazar-e-Sharif, cometida por los aliancistas y la aviación estadunidense.
"El gobierno iraquí condena la masacre de prisioneros talibanes y considera que se trató de un crimen gratuito", indicó en un comunicado oficial.
La fundación humanitaria Kadafi propuso evacuar a los heridos de los ataques en Afganistán y supervisar el desarme de los talibanes, en carta enviada a Naciones Unidas y al Comité Internacional de la Cruz Roja, ante la masacre y las ejecuciones de talibanes y combatientes extranjeros cometidas en el norte afgano.
Irán expresó su rechazo al despliegue de una eventual fuerza multinacional de paz en Afganistán por considerar que dañaría la integridad territorial del país y traería más caos, en momentos en que se supo que unos 90 efectivos militares rusos llegaron el pa-sado lunes en la madrugada al aeropuerto de Bagram, cerca de Kabul.
Al tiempo que se informaba que Estados Unidos y Gran Bretaña habrían detectado una célula argelina en Londres vinculada a Al Qaeda, las autoridades de Pakistán detuvieron de nuevo a dos de sus antiguos ex-pertos nucleares paquistaníes para seguir interrogándolos sobre presuntos vínculos con el colapsado régimen talibán.
Por último, Reporteros sin Fronteras ex-presó en Estocolmo su "estupor y tristeza" por la muerte a tiros de un camarógrafo sueco en Taloqan, una ciudad norteña controlada por la Alianza del Norte.
Se trata de Ulf Stromberg, de 42 años, que habría sido asesinado en un asalto a mano armada en una casa que alquilaba, en lo que es el octavo periodista que muere en la guerra de Afganistán.