MIERCOLES Ť 28 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Sin presupuesto 2002 habrá un drástico descenso de la producción, advierte Muñoz Leos
Pemex absorberá $9 mil 500 millones por caída de ingresos petroleros
Ť En cinco años las importaciones de gas, productos refinados y petroquímicos superarían las exportaciones de crudo Ť La paraestatal no tendrá recursos para sostener su plataforma: BM
HUMBERTO ORTIZ MORENO
De no aprobarse el presupuesto 2002 para Petróleos Mexicanos (Pemex) y ''continuar haciendo lo mismo que hemos hecho durante los últimos 15 años, enfrentaríamos en un plazo muy breve una drástica caída de la producción y nos convertiríamos en un país importador neto en materia petrolera'', alertó ayer Raúl Muñoz Leos, director de la paraestatal.
Previno además que en cinco años las compras externas de gas, productos refinados y petroquímicos superarían las exportaciones de crudo.
Ante una eventual pérdida de ingresos derivada de las fluctuaciones del precio del petróleo y los movimientos del tipo de cambio, anunció que Pemex prevé absorber hasta 9 mil 500 millones de pesos y que el fisco federal asuma toda cantidad adicional.
Esto es, explicó, que la empresa cargaría íntegramente con los primeros 7 mil millones y luego con el 50 por ciento de los siguientes 5 mil millones, pero nada más.
En presencia de empresarios británicos, que celebraron el Día de la Energía a puerta cerrada para los medios informativos mexicanos y advirtieron que la caída de los petroprecios durante los últimos dos meses reducirá significativamente los ingresos de México, el funcionario recalcó que las pérdidas que se originen por la reducción en la plataforma de exportación de crudo deberán ser absorbidas por ajustes del gasto de Pemex.
Para Muñoz Leos, a pesar de las circunstancias adversas del mercado petrolero internacional, ''todo indica que ha llegado el momento de asumir estos riesgos y dar un fuerte impulso al desarrollo'' de la paraestatal, pues sus costos de producción siguen siendo bajos con relación a los precios que obtiene, ''al grado de que no hay inversiones más rentables para el gobierno federal'' que las realizadas en materia de hidrocarburos.
De vuelta al tema del presupuesto, explicó que de ser aprobado significará un crecimiento nominal de 74 por ciento respecto de 2001. Esto significaría el mayor incremento en cerca de dos décadas, para ubicarse en 22 mil millones de dólares, cifra por encima de los requerimientos mínimos que puede detonar una etapa de desarrollo que ''constituya un verdadero viraje con respecto a la ruta de declinación en que habíamos entrado hace algunos años''.
Sin embargo, Robert Bacon, director del Comité del Petróleo y Productos Derivados del Banco Mundial (BM), no comparte la visión optimista del funcionario mexicano, porque el sector energético enfrenta ''requerimientos masivos'' de inversión hasta 2006 y, por la recesión mundial y sin acciones concretas para abrirlo a los capitales privados, consideró que será difícil que acceda a financiamiento nacional e internacional.
Cuestionó los enormes subsidios que pesan sobre el erario por la energía eléctrica, y aseveró que el gobierno y Pemex deben buscar cómo cambiar un sistema fiscal calificado como el más regresivo del mundo y el menos factible para los inversionistas.
Observó que la producción energética nacional está en declive y durante los próximos 15 años Pemex no tendrá recursos suficientes para sostener una plataforma de 4.5 millones de barriles diarios.
El mayor potencial económico del país, juzgó, está en el petróleo, pero sin cambios también es el más dañino. O sea que de continuar el actual esquema de inversión pública, la balanza de pagos entrará pronto a sus peores condiciones, crecerá el déficit fiscal y habrá problemas de gasto para cumplir las metas sociales.
Bacon criticó que la producción actual de México no haya tenido cambios. De hecho, el pronóstico es que mientras la plataforma mundial crecerá a 102.3 millones de barriles diarios hacia 2015, de los cuales 47.6 millones corresponderán a la OPEP, en el país solamente pasará de 3.6 a 3.9 millones.
''México siempre se está quedando atrás'' y eso tendrá ''grandes'' consecuencias económicas, aseveró, en tanto Rusia y otros productores aumentan su producción.
A juicio del funcionario del Banco Mundial, el problema es más serio de lo que parece: si la inversión en Pemex se mantiene estancada, su producción de petróleo declinará a 1.8 millones de barriles diarios dentro de 15 años.