MIERCOLES Ť 28 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

AYER FALLECIO, CONFORTADA con las bendiciones presidenciales, la promesa de campaña referente a una comisión de la verdad. Víboras prietas, sanguijuelas, tepocatas y otras alimañas participan con dolor tan irreparable pérdida. El duelo se recibe en una fiscalía especial para desaparecidos por causas políticas, que celebrará novenarios informativos cada que sea necesario, cuando menos de aquí a que termine el sexenio. La misa de cuerpo presente se realizará en la capilla de San Jorge Carpizo, ubicada en Periférico Sur y Luis Cabrera, en la capital del país. El cortejo fúnebre partirá la credibilidad en dos. Favor de no enviar adornos florales, pues con la CNDH basta.

EL SENSIBLE DECESO GENERO múltiples reacciones en el mundo político mexicano. El Presidente de la República, por ejemplo, leyó ayer en Lecumberri -es decir, en el Archivo General de la Nación- complicadas tesis de ciencia política -en las que, por cierto, no le escribieron esta vez nada relacionado con José Luis Borgues- para acabar diciendo que no debemos andarle buscando tres pies al gato del pasado represivo, cuando el gobierno actual nos hace el favor de decirnos que tiene cuatro y nos propone un método infalible para comprobarlo: la tal fiscalía especial, que formarán "cinco ciudadanos especializados en la materia" y que recibirán "el apoyo histórico, social y político" del procurador general de la República, del procurador militar y del secretario de la Defensa Nacional (Ƒtres personas distintas y un solo uniforme verdadero?, pregunta esta columna en vías de hacer su primera comunión).

TAL FISCALIA, A CAMBIO DE no crear ninguna comisión de la verdad, pues Vicente Fox se ha enterado, como Presidente, que es contrario a la máxima ley del país lo que alegremente prometía como candidato: "En nuestro país, la Constitución no permite crear instancias que estén por encima de los procedimientos que marca la ley para calificar una conducta como violatoria de los derechos humanos o como delito".

CUIDADITO CON ANDAR DE más, solían decir algunas abuelitas a sus nietos pizpiretos. Algo parecido parecerían encerrar las fúnebres palabras presidenciales de ayer. No hablaron de castigos ni de justicia, en sentido estricto, sino de indagar, estudiar, analizar, buscar y, en su caso, asignar responsabilidades. "No estamos persiguiendo espectros de nuestra historia. Estamos demostrando que es un error suponer que se debe abandonar la ley al buscar el beneficio de la patria, que es un error suponer que el consenso se puede ganar escondiendo la verdad", dijo. šAh, chido! Lo importante, lo trascendente, es demostrar errores, no castigarlos: Miguel Nazar Haro, y pléyade de torturadores, secuestradores y asesinos que le han acompañado, considérense suficientemente sancionados con hacerles saber que han estado en el error histórico (aunque no fuera de la nómina).

HAGA EL VISITANTE DE ESTAS líneas astilladas el grandísimo favor de encontrar un verdadero ánimo justiciero en este párrafo presidencial: "Arrojar luz sobre las partes de nuestro pasado, que aún están cubiertas por la oscuridad, y hacerlo por la vía institucional, sin ánimos políticos de revanchismo, nos permitirá ver más claramente cómo una sociedad unida en lo fundamental nos ayudará a avanzar hacia formas superiores de convivencia y nos servirá para caminar hacia un futuro mejor".

EL DOCTOR EN DERECHO, Raúl Carrancá Trujillo, por ejemplo, consideró que las investigaciones de la tal fiscalía especial podrían llevarse mucho tiempo y concluir con el reconocimiento de la impunidad de los presuntos culpables. Este asunto, dijo ayer ante reporteros al término de una sesión del pleno de ministros de la Suprema Corte de Justicia, parecería más la revisión de un hecho histórico, pues carece de fundamento jurídico real.

O SEA, AMADISIMOS LECTORES: nos quieren dar gato (llamado fiscalía especial) por liebre (que se habría llamado comisión de la verdad). Nótese, además, que Santa Gertrudis sigue haciendo milagros, no sólo en los párrafos presidenciales intencionalmente exculpatorios de los militares, sino en la manera típica del priísmo jurásico de condenar un asunto a la indefinición creando un fideicomiso, una comisión o una fiscalía para atenderlo.

ASTILLAS: FELIPE SOLIS ACERO estuvo ayer en el IFE para presentar los presuntos nuevos estatutos del PRI. Dado que no fueron aprobados por la plenaria de la reciente asamblea general de ese partido, los consejeros del mencionado instituto habrán de decidir si han sido violadas las disposiciones del artículo 12 de esos propios estatutos, en cuyo caso el tricolor recibiría una sanción económica o podría ser emplazado a realizar una nueva reunión de delegados para cumplir el requisito omitido. De cualquier manera, los candados madracistas para candidatos a gobernador y a presidente de la República, y para legisladores que quieran ser dirigentes, han quedado en firme. Solís Acero fue, durante largo tiempo, secretario técnico y hombre de todas las confianzas de José Woldemberg, quien rechazaba siempre las versiones de que su protegido era una incrustación estratégica del PRI y de Gobernación para controlar la estructura electoral federal... Por cierto, ayer mismo, el citado Solís Acero emitió una profunda disertación sobre las alianzas electorales propuestas por el PRI en su asamblea y la reacción de sus presuntos destinatarios: "Nosotros de ninguna manera le estábamos mandando recado a nadie, pero por ahí vimos que algunos partidos escucharon 'mi alma' y se acomodaron el rebozo", explicó el filósofo de bolita... El Niño Verde ha dejado libre una sonaja: renunció a la coordinación de los senadores del Partido Verde Ecologista de México para dedicarse de lleno a presidir ese club de amigos que su papi le ha organizado... Osiel Cárdenas Guillén, el sucesor de Juan García Abrego en la jefatura del cártel del Golfo, podrá escuchar sin contratiempos el primer informe presidencial, y tal vez hasta aplaudir los pasajes en que se detallen los éxitos gubernamentales en la lucha contra el narcotráfico. El jueves pasado pretendieron detenerle, en Reynosa, Tamaulipas, a 100 metros de las oficinas de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Salud (FEADS), dependiente de la PGR. Pero, en lugar de apresar a Cárdenas Guillén se armó una presunta confusión que, en su primera etapa, llevó a policías y militares a tirarse de balas -dejando como muerto a un agente federal- y luego a jaloneos burocráticos del más alto nivel en búsqueda de responsabilizarse unos a otros de lo que finalmente significó la fuga de Osiel, a quien acompañaban guardaespaldas montados en ocho camionetas blindadas. Por cierto, el delegado de la tal FEADS, Antonio Valenzuela, había sido detenido por militares luego del tiroteo, pero éstos, comprensivos como suelen ser en esas circunstancias, le dieron permiso de ir a su escritorio a firmar unos últimos papeles y, šsorpresa!, que se les escapa... Félix Salgado Macedonio ha reconocido que él no tiene "remedio" en esos temas, pero aun así recomienda a la Cámara de Diputados que establezca un código de ética para que se eviten conductas escandalosas de los legisladores, sobre todo derivadas de la ingestión desmedida de bebidas alcohólicas.

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