MARTES Ť 27 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Llama a compaginar los mandatos de los poderes Ejecutivo y Legislativo

Creel: el actual sistema no favorece las alianzas

Ť Aún prevalece en el país la cultura ''verticalista'', advierte la priísta Beatriz Paredes

ALONSO URRUTIA

Las condiciones del sistema político mexicano no favorecen las coaliciones en el gobierno para generar consensos en la aplicación de estrategias públicas, sostuvo el secretario de Gobernación, Santiago Creel.

Así, mientras constitucionalmente el gobierno está obligado a aplicar el Plan Nacional de Desarrollo -emanado de la plataforma del candidato triunfante y el cumplimiento de compromisos electorales- ''le es muy difícil llevarlo a cabo, pues el Congreso puede enmendar el presupuesto".

Durante su participación en la mesa rendonda Poderes del Estado: alternativas para un nuevo diseño institucional, Creel manifestó que es necesario repensar el sistema presidencialista rígido que obstaculiza un gobierno de responsabilidad compartida. Si bien, consideró, que ya no existe más el presidencialismo metaconstitucional de antaño, se requieren reformas que garanticen el justo equilibrio entre gobernabilidad y la pluralidad de la representación política.

La presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Beatriz Paredes, subrayó que el 2 de julio se rompió el ''verticalismo'' en el país, tanto en la relación de los poderes de la Unión como en la vida interna de los partidos. Sin embargo, lamentó que aún prevalezca una cultura política que premie esa tendencia.

''Si hay debate entre poderes, se dice que hay confrontación; si al interior de los partidos hay discusión, se habla de que se ha socavado la autoridad. Estamos ante una enorme paradoja: no puede haber transición democrática sin demócratas".

Subrayó que este intenso debate desde posiciones encontradas no conlleva una paralización del país y estimó que esa cultura política "verticalista" ha derivado en descalificaciones a la Cámara de Diputados. ''Es una enorme paradoja, porque la transición democrática del país pasa necesariamente por reconocer la relevancia del Poder Legislativo: quien no entienda esa importancia, no entiende la democracia".

La legisladora del PRI lanzó cuestionamientos sobre el futuro que se quiere para el sistema político mexicano en transición: "Ƒqueremos un presidencialismo fuerte, pero sin el PRI? Si eso es lo que se quiere, creo que es imposible en las actuales condiciones ir hacia una réplica del presidencialismo, pero sin el PRI en la transición mexicana. Sería una aspiración histórica y poco informada''.

Manifestó que la transición mexicana rebasa lo ocurrido el 2 de julio, pues lleva ya más de 20 años. ''Sin el verticalismo de antaño se avanzaría hacia un presidencialismo acotado, por lo que hoy es difícil reditar esa relación vertical no sólo con los otros poderes, sino con la sociedad misma''.

Habló del papel del Congreso en el nuevo escenario político y la necesidad de contar con un sistema con mayor equilibrio entre poderes en el marco de una fragmentación de la representación partidista.

Dijo que el Congreso ha sido acusado en ocasiones de manera injusta sobre el papel que ha jugado en este periodo. Sin embargo, acotó, no se ha ponderado los esfuerzos para aprobar por consenso 85 por ciento de las iniciativas del Ejecutivo. "No ha habido Presidente alguno, en un Congreso sin mayoría absoluta, que haya convivido con una Cámara de Diputados con esos consensos", expuso

Hay que equilibrar gobernabilidad y representación: Gobernación

Creel argumentó a favor de impulsar reformas que favorezcan una gobernabilidad con estabilidad, pues con un gobierno sin mayorías el mandato del Presidente se suma al mandato del Congreso y es necesario compaginarlos. Expresó que ''una vez que ha desaparecido el "hiperpresidencialismo" sustentado en facultades metaconstitucionales, tenemos un gobierno dividido, pero sin mecanismos que propicien la conciliación adecuada entre poderes.

Explicó que el sistema electoral propicia la fragmentación de la representación política, lo cual ha sido muy favorable en el periodo de transición democrática del país. Sin embargo, esta estructura dificulta la generación de consensos y de mayorías, pues en México la ley sólo permite alianzas en materia electoral, pero no en el gobierno, lo que obstaculiza la aplicación de políticas públicas.

A su vez, Giovanni Sartori se refirió al proceso de reformas que enfrenta el país y alertó sobre los riesgos de escribir una nueva Constitución. ''En el proceso de construcción de instituciones el tiempo es importante, y México no se puede dar el lujo de escribir una nueva Constitución. Si recurren a asambleas constituyentes, sólo van a perder tiempo'', advirtió.