MARTES Ť 27Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť La ANEC propone que se revise la política agropecuaria para atenuar la crisis

Productores agrícolas piden al Ejecutivo una tregua

MATILDE PEREZ U. ENVIADA

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 26 de noviembre. Productores de 180 organizaciones de 16 estados del país pidieron al presidente Vicente Fox "una tregua, un respiro para revisar la política agropecuaria", y le hicieron un llamado para que no menosprecie a las agrupaciones que buscan alternativas distintas a las movilizaciones de protesta para enfrentar el momento más crítico del campo.

"No tome en cuenta sólo a quienes salen a las calles, a quienes ofenden y secuestran. Eso ya lo hicimos, no queremos volver a realizar esas acciones que ya consideramos superadas, pero no siga con su brutal insensibilidad", expresó Benjamín Valenzuela al iniciar la quinta asamblea de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).

Dispuestos a no "encerrarse" sólo en la búsqueda de soluciones a problemas de tenencia de la tierra, sino a avanzar en su consolidación como organizaciones de productores, los integrantes de la ANEC dijeron que presionarán hasta lograr un mejor presupuesto para el campo; combatirán la introducción de productos transgénicos y buscarán formar alianzas con los consumidores.

Advirtieron que en diferentes sectores de la población empieza a ser común la sensación de que "estamos en el mismo infierno pero con distinto diablo. No queremos ser arrollados por ellos ni caer en la visión pesimista de que estábamos mejor antes del 2 de julio. Pero necesitamos que los gobiernos federal y estatales entiendan que para construir hay que apoyarse en los productores".

El director de la ANEC, Víctor Suárez, expuso que desde su fundación -en 1982- los integrantes de la organización han presentado propuestas de política pública basadas en la defensa y revalorización de la agricultura de los pequeños y medianos productores, en la lucha por la construcción de un mercado justo, incluyente, realmente abierto y competitivo, así como en la lucha por la recuperación y promoción de la soberanía y la seguridad alimentarias del país.

Destacó que ante el panorama de recesión mundial, de estancamiento de la economía mexicana, de frustración y desesperanza de los campesinos que han radicalizado sus luchas, la ANEC mantiene su propuesta de acrecentar la especialización en la comercialización campesina para tener una posición diferente en el mercado de los granos básicos; diversificar su capacidad de organización; lograr una participación más activa en los espacios de decisión de las políticas públicas y programas gubernamentales y fortalecer sus coaliciones nacionales e internacionales.

Sin embargo, Suárez no bajó la guardia: los campesinos organizados seguirán luchando contra las importaciones desleales y el Tratado de Libre Comercio. "Como comunidades campesinas y organizaciones comercializadoras no podremos sobrevivir si no paramos y revertimos el próximo año la política gubernamental de desmantelar la producción nacional de alimentos para depender de las importaciones", puntualizó.

En este primer día de asamblea, los 420 asistentes aprobaron que el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, se convierta en el interlocutor de la ANEC para que lleve sus propuestas de política agropecuaria al presidente Fox y justificaron su decisión: "es el único gobernador que ha puesto en marcha un sistema de seguridad alimentaria".

Luego, los productores ratificaron sus sospechas de que la mayor parte del presupuesto de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca) lo absorben los grandes productores y que hay una desproporción en el esquema de subsidios a la producción de granos y oleaginosas. El director de Aserca, Francisco Mayorga Castañeda, indicó que de los 4 mil 927 millones de pesos de presupuesto para este año, los productores de los estados de Sinaloa, Chiapas, Jalisco, Michoacán, México y Guerrero se quedaron con la mayor parte, pero el monto más abundante correspondió a los productores individuales y en menor proporción a las organizaciones de agricultores.

La propuesta para 2002, abundó Mayorga Castañeda, es buscar una mejor distribución por estados y cultivos en función de las demandas regionales. Por ello el programa que exponemos es de apoyos directos con fines específicos en cuatro rubros: apoyo a las cosechas excedentarias (mil millones de pesos); a la conversión agropecuaria (800 millones); a la conservación de suelos agrícolas (400 millones ) y a la cobertura de precios (180 millones de pesos)."

Si no hay un cambio y "continuamos por los caminos tradicionales, Baja California, Sonora, Sinaloa y Tamaulipas se quedarán con la mayor parte del presupuesto y no quedará prácticamente nada para el resto de los estados, pero si somos inteligentes en el uso de los recursos podemos ganar mucho". La propuesta, explicó, consiste en hacer un mayor y mejor uso de las coberturas , la pignoración y mecanismos para que el agricultor suelte de golpe su producción y se tomen en cuenta las necesidades de los clientes.