LUNES Ť 26 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť No subirá el presupuesto de este año para el programa

Reparte el DIF 4.6 millones de desayunos escolares a diario

Ť Aumentará la entrega al reducir las despensas familiares

Ť Para muchos niños significa romper "un ayuno de 12 horas"

CAROLINA GOMEZ MENA

Mediante el programa de desayunos escolares del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), cada día 4.6 millones de niños que viven en condiciones de alta marginalidad tienen la posibilidad de "romper un ayuno de más de 12 horas" y de contar con al menos una comida fija a la jornada, comentó el doctor Federico Martínez Rivas, director de Alimentación y Desarrollo Comunitario del DIF. Anunció que pese a que no habrá incremento en la asignación presupuestal para el programa, el próximo año éste tendrá un aumento de 5 a 15 por ciento en el número de desayunos escolares, lo cual se logrará al reducir en alrededor de 35 por ciento la cantidad de despensas alimentarias entregadas a familias vulnerables, entre otras acciones.

En entrevista con este diario, Martínez Rivas detalló que actualmente 66 mil escuelas ubicadas en zonas de alta densidad indígena y en áreas habitadas por jornaleros agrícolas migrantes reciben el apoyo. Este año se destinaron 2 mil 400 millones de pesos al programa, lo que significa que se canalizó a desayunos escolares 67 por ciento del financiamiento otorgado a alimentación en el DIF.

Impacto en aprendizaje y mejoramiento nutricional

Y es que ese es el principal programa alimentario del DIF, dado su impacto en el mejoramiento del nivel nutricional de los menores y a sus positivos efectos en materia educativa, en particular en el aprendizaje, la atención y la no deserción escolar, el cual será medido con indicadores puntuales durante la presente administración.

Desayunos escolares, que está considerado uno de los mejores programas alimentarios del mundo, y el cual se prevé podrá servir de modelo a diversas naciones, luego de que en marzo de 2002 se realice en Cancún la cumbre mundial School Milk, opera desde hace 40 años, y desde hace cinco cuenta con dos vertientes, el desayuno frío y el caliente.

El frío, que actualmente representa 60 por ciento de los desayunos, consiste en una dotación de 250 mililitros de leche entera vitaminada y una galleta o palanqueta enriquecida con soya o micronutrientes, todo lo cual aporta poco más de 20 por ciento de los requerimientos calóricos diarios de un niño. La versión caliente, que aporta más de 30 por ciento de las necesidades kilocalóricas de un menor y representa 40 por ciento de los desayunos, es "un plato fuerte" en el que el niño recibe además de la leche entera, una dotación de frijoles o arroz, verduras y frutas frescas aportadas por la comunidad.

Para contar con estos alimentos se requiere de la instalación de un comedor y una cocina escolar, además de una bodega para almacenar el arroz, el frijol, la sopa y el aceite, así como del apoyo de las madres, las que deben "llegar antes de las 6:00 de la mañana para preparar hasta 250 desayunos, lo cual genera una corresponsabilidad y participación social muy importante, que se traduce en una contraloría social que garantiza que el programa sí llega y se consume en las escuelas", comentó el funcionario.

Puesto que son los desayunos calientes, de los cuales se reparten poco más de 2 millones a diario, a los que más escuelas desean sumarse, la intención es que para el año que viene se abran unos "300 desayunadores escolares más, privilegiando a las 250 microrregiones prioritarias" definidas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso). Por lo cual se espera que éstos tengan mayor impulso en "Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Puebla y Chiapas, así como en lunares de pobreza como la sierra norte de Puebla, el valle del Yaqui, el del Mayo, la Mesa del Nayar y la zona huichol en Jalisco", detalló Martínez Rivas.

Respecto a la distribución de despensas -otro de los programas de la dirección de alimentación del DIF-, el galeno refirió que de las 1.2 millones que se reparten mensualmente, es decir, 22 millones al año, lo que se espera es reducirlas a 12 o 14 millones, a fin de que los alimentos perecederos contenidos en ellas permitan incrementar el número de desayunos calientes.

"Van a disminuir porque las convertiremos en desayunos... lo que convenimos con las familias es que en lugar de que ellos reciban despensas, los alimentos sean destinados a los desayunadores o comedores comunitarios, lugares en los que los alimentos rinden mucho más que si los fraccionamos por familia", explicó.

La expectativa es que la mayor cantidad posible de escuelas "den el paso de desayuno frío a caliente", lo cual dependerá en gran medida de la cantidad de aportaciones que hagan los municipios de cada una de las entidades a este programa, y a la focalización de la entrega de despensas. Lo que "queremos es precisar el manejo para que lleguen cada vez más sólo a adultos mayores sin pensión, a madres cabezas de hogar, a jornaleros agrícolas y a familias con personas que padecen discapacidad".