Ť Sofocan soldados de EU y GB sangrienta rebelión de presos extranjeros en Mazar-e-Sharif
La Alianza toma Kunduz; cientos de marines en el sur de Afganistán
Ť Desmiente el Pentágono la muerte de un soldado de las fuerzas especiales de EU en la sublevación
AFP, DPA Y REUTERS
Kabul, 25 de noviembre. La Alianza del Norte tomó hoy el control de Kunduz, último bastión talibán en el norte de Afganistán, mientras que en Mazar-e-Sharif sus fuerzas tuvieron que ser asistidas por fuerzas especiales estadunidenses y británicas para sofocar una sangrienta rebelión de presos extranjeros pro talibanes.
Los talibanes sólo conservan su feudo de Kandahar, en el sur del país, pero infantes de la marina estadunidense ya fueron desplegados en esa zona, según versiones televisivas y testigos.
Funcionarios estadunidenses citados por Reuters dijeron que "hay cientos de infantes de marina en tierra en el sur de Afganistán. Más marines se les unirán esta semana''. El Pentágono se negó a comentar esta información, pero confirmó que fue controlada la sublevación de entre 400 y 600 combatientes extranjeros, entre ellos paquistaníes, chechenos y árabes. Desmintió que un estadunidense estuviera entre las víctimas.
Si se confirma la muerte de este estadunidense, sería su primera baja en territorio afgano desde el inicio de la ofensiva militar, hace siete semanas.
Según fuentes de la alianza, varios combatientes extranjeros que inicialmente se habían entregado tras su fracasada defensa de Kunduz, y que estaban prisioneros en la antigua fortaleza de Kalajangui, a 10 kilometros de Mazar-e-Sharif, arrebataron unas 30 armas de fuego a sus captores y comenzaron a disparar.
El intérprete afgano de una televisora alemana, relató uno de los prisioneros "se suicidó haciendo explotar una granada, que también mató a los comandantes que estaban alrededor. Los otros aprovecharon para apoderarse de las armas y el tiroteo comenzó". Añadió que hubo "muchos muertos, quizás un centenar", entre ellos un consejero estadunidense.
Alex Perry, enviado de la revista Time, que siguió los enfrentamientos a un centenar de metros de la fortaleza, sostuvo que un soldado de las fuerzas especiales estadunidenses murió, pero dijo haber oído que cientos de milicianos murieron en el motín.
La narración de Perry a la redacción fue difundida en la página web del semanario, y ocurrió tras seis horas de batalla, cuando aún se escuchaban tiros. Según Perry, el detonante del incidente fue el enfado de los presos cuando un periodista inglés trató de entrevistarlos delante de soldados de la alianza.
El corresponsal confirmó que la aviación estadunidense vino en ayuda de los 12 soldados de elite británicos y estadunidenses que trataban de aplastar la revuelta y dirigían los esfuerzos de las tropas aliancistas.
Responsables del Pentágono citados por CNN se limitaron a comentar que no había constancia de la muerte de ningún soldado, sin precisar si murió algún otro tipo de personal estadunidense, aunque sí confirmaron que aviones de Estados Unidos bombardearon la fortaleza para sofocar la rebelión.
La televisora estaduinebse ABC, citando fuentes gubernamentales, señaló que el presunto muerto en la revuelta era "afiliado" a la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Al parecer, los rebeldes eran leales a la red Al Qaeda de Osama Bin Laden, el líder integrista que Estados Unidos señala como culpable de los atentados del 11 de septiembre. De acuerdo con fuentes antitalibanes citadas este domingo por el New York Times, Bin Laden fue recientemente ubicado en una base fortificada a 56 kilómetros al sudoeste de Jalalabad, al este de Kabul.
Mientras, tras dos semanas de asedio de los soldados de la Alianza y los bombardeos de los B-52 estadunidenses, la milicia talibán finalmente capituló este domingo en Kunduz. Ahora, los talibanes sólo conservan Kandahar, su centro político y religioso, en el sur del país.
Jefes tribales afganos anunciaron en Quetta (Pakistán) que enviarán una delegación a Kandahar para proponer una amnistía a cambio de la rendición.
Según la agencia Afghan Islamic Press, con sede en Pakistán, las fuerzas del general de la etnia uzbeka Rashid Dostum concentrados en el frente oeste, fueron los primeras en entrar a Kunduz.
Pero en el frente oriental, el general de etnia tayika Mohammad Daud desmintió esta información: "Durante una reunión con los jefes militares aliancistas de tres provincias del norte fui designado futuro gobernador y debo entrar primero a la ciudad".
La provincia capituló tras llegar a un acuerdo por el que los talibanes afganos podrán volver a sus casas, y los extranjeros que ha combatido con ellos serán encarcelados y entregados a la ONU o a los países que los reclamen.
En Kabul, el jefe de la Alianza del Norte, Burhanuddin Rabbani, declaró este domingo que dio instrucciones para que estos milicianos, chechenos, paquistaníes y arabe, no sean "heridos ni hostigados". "Aunque hayan cometido crímenes de guerra en Afganistán se beneficien de la amnistía general que decretamos y serán perdonados si deponen las armas", afirmó.
Rabbani ?reconocido por la ONU como presidente, pese a haber sido derrocado hace cinco años por los talibanes? informó además sobre otro incidente similar al de la rebeliión de hoy: dos protalibanes chechenos que se rendieron el sábado en Kunduz arrojaron una granada a oficiales de la Alianza del Norte, matando a un general e hiriendo a otras dos personas, cuando el fin de semana eran trasladados a la periferia de Mazar-e-Sharif.
Sin embargo, el uzbeko Dostum dijo que los mercenarios extranjeros deben ser sometidos a juicio.
Otro foco de resistencia que se declaró el jueves al sur de Kabul fue aplastado este domingo, con la rendición de unos 200 hombres.
La Alianza del Norte había señalado que unos 2 mil talibanes estaban atrincherados en el sector de Maidan Shar, 20 kilómetros al suresde de la capital, pero el comandante talibán Hadji Ghulam Mohammad explicó que los combates respondían a un "diferendo local", con habitantes de la etnia pashtún, de la que proceden la mayoría de los talibanes. La Alianza del Norte, en cambio, representa a las minorías uzbeka, tayika y hazara, principalmente.
"Sí, vamos a unirnos al gobierno y apoyaremos el proceso de paz encabezado por Naciones Unidas", dijo Haji Ghula Mohammad, uno de los comandantes de la milicia integrista, quien según la emisora CNN sería así el primer líder talibán que se pasa a la Alianza.
25 mil paracaidistas a Kandahar
Los talibanes, que durante cinco años dominaron 90 por ciento de Afganistán, ahora sólo controlan la región que rodea su feudo de Kandahar, que continuaba siendo bombardeado por fuerzas estadunidenses.
Por lo pronto, varios helicópteros con soldados estadunidenses aterrizaron este domingo cerca de esa ciudad, dijeron oficiales de tribus rivales de los talibanes, así como la televisora árabe Al Jazeera, mientras ABC dijo que en la zona se desplegarán en las próximas horas entre mil 200 y mil 600 infantes de marina.
Algunos de los helicópteros fueron descritos como del tipo Chinooks, que transportaban vehículos blindados, y se señaló que éstos serían los primeros blindados estadunidenses en llegar a Afganistán desde que Washington comenzó sus bombardeos el 7 de octubre.
Según el periódico británico Sunday Telegraph, Washington quiere que en la toma del último bastión talibán intervengan 25 mil paracaidistas estadunidenses.