SABADO Ť 24 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Creciente importación de derivados de petróleo

Martens: reforma energética, asunto de seguridad nacional

Ť La generación eléctrica depende del abasto de gas, asegura

HUMBERTO ORTIZ MORENO

Las importaciones crecientes de productos derivados del petróleo ya son un asunto de seguridad nacional, en particular el problema del abasto de gas, porque las plantas generadoras de electricidad que están en construcción dependen de ese combustible, alertó el secretario de Energía, Ernesto Martens; instó a modificar las leyes para facilitar que el sector público se apoye en la inversión privada nacional y extranjera, como base del desarrollo nacional.

"No importa qué tanto hayamos avanzado en la reforma fiscal para liberar de cargas impositivas a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), o que esas empresas logren financiamientos adicionales para proyectos de expansión. Es evidente que el sector público por sí mismo no podrá hacer frente al reto de invertir en la ampliación y modernización de la infraestructura y requerimios complementarla con la participación creciente del capital social y privado", puntualizó a su vez el subsecretario Francisco Barnés de Castro, y llamó a tomar la decisión, pues de otra manera "difícilmente asumimos este reto".

Asimismo, Martens se deslindó de la proyección de 17 dólares por barril integrada al proyecto de presupuesto de egresos de 2002 por la Secretaría de Hacienda, y aclaró que este es asunto de Francisco Gil Díaz. Sin embargo, estableció que el análisis del ajuste presupuestario dependerá de los criterios que establezca el Congreso de la Unión.

Ambos funcionarios presentaron la situación actual y perspectivas del sector energético mexicano para los próximos 10 años, ante empresarios y representantes gubernamentales participantes en el foro México-Unión Europea, y expresaron que Pemex y la CFE enfrentan el mayor reto de su historia.

Martens intervino brevemente y dejó la palabra a Barnés para presentar a sus interlocutores las oportunidades de inversión en el ámbito energético.

Explicó que actualmente México importa 30 por ciento de la demanda de gas licuado, 600 millones de pies cúbicos diarios, con una tendencia creciente si no se resuelven los cuellos de botella en la capacidad de producción. En la futura década la demanda crecerá 2.2 veces, o sea de mil millones de pies cúbicos por día en 2000 a 9 mil 400 millones en 2010.

La producción de gas asociado muestra un declive anual y la de no asociado registra una caída de 30 a 50 por ciento, mientras que no se espera que la plataforma petrolera crezca significativamente en los próximos años. Dentro de cuatro años estaríamos importando 2 mil millones de pies cúbicos de gas de Estados Unidos, aclaró Barnés.