Ť El déficit público podría subir a 1% del PIB y el crecimiento caería de 1.7 a 1%, prevé
Gil: diputados y Hacienda deben revisar el precio del petróleo
Ť Inflación de 6 por ciento y barril de crudo entre 14 y 15 dólares, el probable escenario
ANTONIO CASTELLANOS, ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz,
propuso ayer a la Cámara de Diputados revisar conjuntamente durante
los próximos días, y a la luz de los acontecimientos recientes,
el precio del petróleo fijado en 17 dólares por barril en
los Criterios Generales de Política Económica. Defendió
la reforma fiscal y manifestó que la nueva hacienda pública
''es progresiva, distributiva y socialmente deseable; es un reclamo de
la sociedad''.
En el contexto de la comparecencia del funcionario ante
los diputados, fuentes de la Secretaría de Hacienda indicaron que
el proyecto de egresos y el marco macroeconómico presentado inicialmente
con un gasto de un billón 410 mil millones de pesos podría
ser modificado de manera sensible.
Un grupo especializado de Hacienda trabaja en varios escenarios, y el de mayor probabilidad indica que el déficit público podría incrementarse de 0.65 a 1 por ciento; el crecimiento del producto interno bruto podría reducirse de 1.7 a 1 por ciento.
La inflación se incrementaría de 4.5 a 6 por ciento y el precio promedio del petróleo se ubicaría entre 14 y 13 dólares por barril, lo que implicaría un recorte de por lo menos 50 mil millones de pesos. Las tasas de interés se mantendrían en 10.7 y el tipo de cambio en 10.10 pesos por dólar. Todas estas proyecciones tendrán que ser sometidas a consideración de los diputados.
El faltante de ingresos públicos de los últimos años ha sido compensado con recursos derivados de privatizaciones, impuesto inflacionario e ingresos no recurrentes. En ocasiones, un elevado precio del crudo permitió sortear las insuficiencias de otras fuentes de recaudación, pero ambos márgenes se han agotado y se hace más patente el problema estructural de las finanzas públicas. A ello se debe agregar que existen presiones latentes de gasto público, así como fuertes inconvenientes para una política de mayor endeudamiento.
De ahí la importancia de la reforma fiscal, recalcó,
y expresó que, como resultado del grado de incertidumbre que se
espera prevalezca en los mercados financieros internacionales, la intención
del Ejecutivo federal será financiar la totalidad del déficit
público de 2002 mediante emisiones en el mercado nacional.
La reforma fiscal, ''reclamo de la sociedad''
Al comparecer ante el pleno de la Cámara de Diputados, el funcionario defendió la reforma al sistema tributario y sostuvo que "es un reclamo de la sociedad". Dijo que se origina en la insuficiencia de recursos de los tres órdenes de gobierno, en la necesidad de que el esquema impositivo promueva la inversión y de que el sistema fiscal contribuya a mejorar la distribución de las oportunidades de generar ingreso.
Insistió en eliminar la tasa cero del IVA y expuso que los cambios al impuesto sobre la renta tienen el objetivo de disminuir tasas que desincentivan el trabajo y el ahorro, así como motivar la inversión.
''Hay quienes han manifestado su desacuerdo con una reforma tributaria que, entre otros cambios, propone generalizar la aplicación del IVA y menores tasas en el impuesto sobre la renta. Su intención es buena, pero se inspiran en una concepción estática de la economía que concluye, a partir de una instantánea sobre la distribución del ingreso, que con estas propuestas se afecta a personas de escasos recursos, a costa de beneficios a las personas de mayor capacidad económica'', expuso Gil Díaz.
Sostuvo que en el mundo, incluyendo las economías con gobiernos de ideología socialista e incluso en la República Popular China, los esquemas fiscales se alejan del impuesto sobre la renta y descansan más en los impuestos tipo valor agregado, porque propician el bienestar general de la población.
Senda del crecimiento vigoroso
Sostuvo ante los diputados: ''Estamos frente a una disyuntiva histórica. Pese a las dificultades que presenta la economía mundial, el país puede reiniciar una senda de crecimiento vigoroso. Para lograrlo, una condición necesaria es la solidez de las finanzas públicas, pero el equilibrio presupuestario no es suficiente''. Expresó su confianza en que las reformas de carácter tributario y presupuestario, así como las relacionadas con el sector energético, serán objeto de un estudio responsable, ''sin rigideces que provengan de alguna ideología".