VIERNES Ť 23 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Entre las quejas contra el IMSS en Guanajuato
La operaron de hernias discales, y ahora le duele la cabeza y le tiembla el cuerpo
ANGELES CRUZ
Desde febrero de 1999, luego de una cirugía en el hospital T1 de León, Guanajuato, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para extirparle hernias discales de la columna vertebral, Rosa Baltazar tiene dormido el lado izquierdo del cuerpo.
Hace dos meses empezó con temblores y dolores de cabeza, e incluso llega a perder la conciencia. Es derechohabiente del IMSS, pero hasta ahora nadie le ha explicado el origen de la enfermedad. Los médicos de la institución en Guanajuato se han concretado a recetarle medicamentos -que no hay en las farmacias- para "controlar" la enfermedad.
Entre las hojas que le han dado en los servicios del instituto hay una de la clínica de arritmias, en la que fue atendida por "enfermedad de pronóstico benigno que debe ser manejada con medicamentos y, eventualmente, con marcapasos". Para Rosa resulta incomprensible su actual situación.
Recuerda que hasta antes de la cirugía trabajó en un taller de costura, donde se lesionó la columna al cargar unas pacas de tela.
Estaba en la sala de recuperación del hospital T1 del IMSS cuando sintió un dolor fuerte en el pecho y se le empezó a adormecer el lado izquierdo del cuerpo, no obstante lo cual la dieron de alta y la enviaron de regreso a su clínica, en Irapuato.
Rosa debería tomar Disopiramida y Teofilina todos los días, por tiempo indefinido, pero no están disponibles en las farmacias del IMSS.
La afectada cree que debido a ese desabasto su problema se complicó. Hace un par de meses le practicaron una resonancia magnética, y aunque supuestamente el estudio salió normal, el neurólogo le afirmó que tenía el mal de Parkinson. Ahora el temblor de su cuerpo es evidente y prácticamente incontrolable.
La de Rosa es una de las muchas quejas que los pacientes del Seguro Social de Guanajuato trajeron a las oficinas centrales de la institución, donde mantienen un plantón permanente desde el lunes pasado. Ayer se sumó otra persona a la huelga de hambre que realiza Carmen Mendiola.
Los manifestantes reiteraron que no levantarán el movimiento hasta que el director del Seguro Social, Santiago Levy, dé solución a sus múltiples demandas. Basta con preguntar cuáles son sus problemas para que los inconformes los relaten detalladamente.
Las demandas abarcan desde rembolsos por gastos en servicios médicos particulares hasta presuntos casos de negligencia médica, como el de Rosa Baltazar o el de María Elena Rodríguez Soto, a quien atendieron de cálculos renales en noviembre de 1998, pero le dejaron un problema más grave.
Resulta que después de dos cirugías sus pulmones prácticamente no le funcionan. Sin hacer caso de lo anterior, los doctores del Centro Médico de Occidente y del hospital de León la dieron de alta. Nunca le informaron que padecía de diabetes e hipertensión arterial. Por el contrario, le prescriben medicamentos que complican estas enfermedades.
Las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social ya conocen todas las quejas. Falta que les den respuesta.