VIERNES Ť 23 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť El nuevo aeropuerto significa la desaparición de Atenco
El decreto de expropiación, genocida, indican labriegos
Ť No está demostrada la utilidad pública de la medida, viola la garantía de audiencia y demerita valor comercial de tierras
MATILDE PEREZ U.
El decreto de expropiación para construir el nuevo aeropuerto internacional violó las garantías constitucionales de audiencia y legalidad. El precio fijado no equivale al costo comercial y no se comprueba, con base en el artículo 27, la utilidad pública, indica el amparo interpuesto por los ejidatarios de San Salvador Atenco representados por el jurista Ignacio Burgoa Orihuela.
Además está plagado de "vaguedades, incertidumbres y falsedades". Su ejecución "extinguiría al ejido de San Salvador Atenco, ya que se le despojaría de 90 por ciento de sus tierras, imposibilitando a sus integrantes y a sus familias continuar desempeñando las labores campesinas a que se han dedicado por muchísimo tiempo. Una cosa es expropiar bienes y otra atentar contra las personas; (el documento) más que expropiatorio debería denominarse extintivo del ejido, o sea, genocida".
Agrega que "no invoca los estudios científicos que lo corroboren para acreditar con ellos la causa expropiatoria", sin ellos la publicación en el Diario Oficial del 22 de octubre "no es sino una ocurrencia arbitraria de las autoridades responsables". Respecto al valor establecido en dicha publicación por la Comisión Nacional de Avalúos, la petición de amparo destaca que el monto de 119.4 millones de pesos por las mil 54 hectáreas de San Salvador Atenco no representa el valor comercial de las tierras que la Ley de Expropiación dispone.
El Ejecutivo federal, destaca el texto, no demostró ni justificó la declaratoria de utilidad pública, los términos en que publicó el decreto de expropiación no demostraron ni justificaron esa causa.