El problema en Hollywood es que pagan mucho a unos y muy poco a otros, afirma Les Bernstein
JORGE CABALLERO ENVIADO
Mazatlan, 21 de noviembre. El profesional de efectos especiales Les Bernstein debuta con su película El tren de la noche, realizada de forma totalmente independiente, que se proyectará hoy jueves en la sección Visión de América.
Antes de esto, el cinerrealizar llamó la atención en el taller Cine independiente, en el cual no lo dejaron hablar mucho, por lo que La Jornada sostuvo una plática con él: "A pesar de que he trabajado con grandes personajes como Jodie Foster, Tom Cruise o Bruce Willis, todos mis amigos de la industria me dieron la espalda a la hora de buscar recursos para producir mi película; por eso la tuve que hacer de forma independiente".
Bernstein comparte su experiencia de trabajar en la meca del cine y su relación con el sueño americano: "En Hollywood he trabajado 24 años; sí existe el sueño americano si tienes alguna visión, alguna buena idea la puedes filmar, pero depende del crecimiento que hagas y la suerte de con quién te relaciones. Si eres director vas formando grupos, puedes guiarte con los actores, técnicos, guionistas y demás para desarrollar tu carrera hasta que llegue el gran presupuesto, pero a algunos nunca les llega y no pasan de ser asistentes de director. El principal problema de Hollywood es que pagan mucho a unos y a otros muy poco; en lugar de buscar producir mejores historias con buenos actores lo que se hace es filmar con alguien reconocido para asegurar la entrada en taquilla. El sueño americano existe pero para algunos cuantos afortunados, por eso mi experiencia me obligó a despegarme de todas esas prebendas y realizar mi rodaje de manera independiente; en ella invertí 5 años".
-¿Qué opinas de que el cine independiente es el germen del cual se nutre la gran industria?
-Creo que no son cosas separadas; para nadie es un secreto que Hollywood tiene sus antenas para detectar talento y moldearlo a su servicio, como el caso de los hermanos Coen, cuyas primeras películas están llenas de fuerza, profundidad y talento, pero cuando llega el gran presupuesto les imponen actores; el productor les dio órdenes. Ahora sus cintas no son del todo malas, pero sales de ver un filme de ellos sin la sonrisa de complicidad, lo que ocurría de sus primeras cintas en las que compartías eso inexplicable de ver algo que no se parecía a nada de lo que habías visto.
"A algunas cintas y directores independientes Hollywood los hace totalmente corruptos, como a Gus van Sant; esta táctica la ha utilizado tanto que cada vez es más rápida; con Gus tardó un rato, con Tarantino le fueron suficientes dos películas; el mainstream se come todo; la alternativa es moverse por abajo del agua si quieres proponer algo diferente."
Los presupuestos y la creatividad
-Entonces el dinero es malo para la creatividad, ¿hubiera sido mejor o peor tu película si tuviera 50 millones de dólares?
-Eso nunca hubiera pasado; eso es sueño americano y ya lo hablamos. La creatividad no se merma si te llamas Orson Welles o Stanley Kubrick; no, a este último nunca le pasó ni con Ojos bien cerrados, en la que actuaron Nicole Kidman y Tom Cruise, que fueron elegidos por él, no se los impusieron, pero casi es una regla en Hollywood que al llegar los grandes presupuestos algo les sucede a los directores con la creatividad.
-¿Existe algún conflicto en hacer cine independiente y trabajar en el cine industrial?
-Con Hollywood no quiero ver nada en cuanto a producir y filmar se trate, quiero hacer mi carrera como realizador sin tener nada que ver con Hollywood; mi experiencia en 24 años es sólo ver películas y trabajar en efectos especiales, en la tecnología, pero es aburrido. Ahora voy a hacer mis propias películas y seguiré trabajando en los efectos especiales para Julia Roberts.
-Desde tu punto de vista ¿cuál es el mayor cáncer de Hollywood, lo que más le hace daño?
-El agente, no voy a decir nombres, pero esos personajes son los peores de la industria de Hollywood.
-¿Cómo se siente el cine mundial en Hollywood, cómo se le ve?
-Hay un público que está interesado en ver cine asiático, europeo y mexicano, no latinoamericano, sino sólo de México. Pero comparativamente con las producciones de Hollywood, es insignificante
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