JUEVES 22 DE NOVIEMBRE DE 2001
Sartori, por una tv pública ajena al rating
JENARO VILLAMIL
El politólogo italiano propone que la mitad de las ganancias de las grandes empresas privadas se destinen a financiar un servicio televisivo de calidad y ajeno a los dictados de los intereses comerciales
La televisión pública ajena a los criterios del rating y de la publicidad es una necesidad vital de la democracia, pero "no debe ser infiltrada por la política o por los intereses personales de políticos". Por ello, Giovanni Sartori propone que la mitad de las ganancias de la televisión privada sean destinadas a financiar un servicio televisivo público de calidad, a la usanza de la "vieja BBC de Londres".
El autor de Homo videns, una de las reflexiones más importantes y recientes sobre el fenómeno mediático y su influencia en la política, señala que en países como México una fórmula de este tipo podría originar una televisión que rinda un servicio público que no sea rehén de la publicidad ni de los intereses políticos particulares.
Sartori abunda: "Las audiencias masivas no seguirán probablemente a este tipo de televisión, pero eso no importa, porque lo importante es un buen servicio público. En principio tendríamos lo mejor de los dos mundos: una televisión privada en la que se verá lo que la gente quiera, una televisión a la que le interesa la publicidad, pero que tiene que pagar o financiar una televisión pública en la cual no podrá haber cualquier tipo de publicidad. Y de esa manera, este tipo de televisión no será rehén del rating. En la televisión privada hay una competencia no por la calidad, sino por controlar al consumidor por medio de la publicidad. No es el consumidor el que tiene el control".
Fox y Berlusconi, las diferencias
Entrevistado en el marco de su reciente visita a México, el polémico jurista y politólogo también abunda sobre los fenómenos más recientes de la video-política y de la video-guerra, a partir del actual conflicto bélico en Afganistán y del fenómeno Berlusconi. Sartori descarta que existan similitudes entre el actual gobernante italiano, Silvio Berlusconi, "un fenómeno único del colapso de poder en Italia", y el mandatario mexicano, Vicente Fox, "un político que sabe usar la televisión pero no es el dueño de ella".
Autor de estudios clásicos sobre el régimen de partidos como Partidos y sistemas políticos e Ingeniería constitucional comparada, el profesor emérito de la Universidad de Florencia y de la Universidad de Columbia no prevé que la "terrible experiencia" de Berlusconi sea repetida en México, pero identifica una conjunción de fenómenos que pueden ser reproducidos en la crisis de un sistema en transición, como fueron la judicialización que acabó con la vieja clase política en Italia; la corrupción dentro del régimen de Bettino Craxi y el miedo inducido desde la televisión ante el probable triunfo del Partido Comunista, que fue el único que sobrevivió al colapso partidista en Italia.
Al abundar en el fenómeno de la reciente video-guerra en Afganistán y sus polémicas tesis para restringir la migración de origen islámico en Europa, Sartori considera que el régimen talibán ha sido "muy primitivo" al restringir el paso de la televisión occidental, a diferencia de lo que hizo Saddam Hussein en Irak. "Las video-guerras han cambiado las reglas de la guerra y han hecho que éstas sean diferentes", subraya.
Cuestionado acerca de sus tesis sobre restricciones migratorias expuestas en La sociedad multiétnica, Sartori rechaza que tenga una posición hostil hacia el mundo islámico, pero justifica mayores restricciones migratorias, ya que este fenómeno "trae consigo problemas sociales y culturales que no son los mismos que se generan con los otros migrantes del tercer mundo, como los hindúes o los chinos".
-A la luz de la video-política, Ƒcómo interpreta usted a personajes como Berlusconi o Vicente Fox? Cuando usted escribió Homo videns no se habían creado fenómenos de políticos que llegan al poder desde los medios de comunicación. Hace seis años, en México se ganaban las elecciones no por los medios, sino por la maquinaria del viejo sistema político.
-La video-política y el avance tecnológico son inevitables y en algunos países eso puede representar un problema político. Por otra parte, las diferencias son enormes entre Berlusconi y Fox. Este último es un político que sabe usar la televisión, pero no es el dueño de ella. Sabe cómo desenvolverse en ese medio porque pertenece a una generación y porque trabajó mucho tiempo para una compañía estadunidense, eso le permitió acercarse y conocer la publicidad y la televisión. Sin embargo, Berlusconi es un político que es dueño, que posee la televisión, esa es la gran diferencia. Es su televisión y la usa indiscriminadamente. Es su instrumento.
"Berlusconi es el único caso en el mundo en que el dueño de la mitad de las compañías mediáticas privadas italianas es presidente. Esto ha creado un enorme conflicto de intereses con la televisión pública, porque su televisión es una concesión del Estado y los límites de la publicidad también están establecidos por el Estado. El es el controlador de sí mismo".
-ƑEl fenómeno Berlusconi es un espejo para México? ƑEs probable que este fenómeno se reproduzca en un país en transición política?
-No pasó en Brasil, lo que es un caso análogo en muchos aspectos a México y otros países latinoamericanos. México está más cercano a Estados Unidos. Entendería el problema en la forma que se entiende en Estados Unidos. La experiencia italiana es tan terrible que no será repetida. La gente del mundo va a decir 'no queremos un Berlusconi'.
"En Italia sucedió el fenómeno porque Berlusconi ya estaba metido dentro del sistema político, no es que él se apropiara primero de la televisión, sino que la obtuvo porque cooptó primero al partido político, obtuvo las concesiones por Betino Craxi, quien era el primer ministro. Entonces, para tener un Berlusconi debes tener políticos adentro y afuera que ayuden a un empresario a crear un imperio de televisión bajo la presunción de que él les va a servir.
"Lo que sucedió es que Craxi ayudó a crear a Berlusconi. Se dio una combinación de circunstancias. No es tan simple que se reproduzca".
-ƑEs producto de la crisis de un partido político o de la decadencia de un sistema? ƑQué tan riesgoso es eso?
-En México es difícil que suceda. Primero, el Presidente de México tendría que encontrar a la persona que se convirtiera en su hombre de los medios. Eso no va a pasar porque el Presidente de México sólo dura seis años en el poder. En cambio, Berlusconi y su grupo italiano pueden hacerlo presidente de por vida.
"La segunda razón fue que la vieja clase política italiana fue devastada por el Poder Judicial. Se dio la judicialización de la política. Esto es improbable que suceda en México. Esto se produce con la caída del viejo régimen italiano y del Partido Comunista, que expulsó a esa vieja clase política del poder. Ese es otro caso único.
"Y finalmente porque el caso de Berlusconi se da en el contexto de un colapso del poder de los democristianos mucho más grave que lo que sucedió con el PRI. Se fragmentó el sistema mucho más. El antiguo Partido Comunista ya no tenía un enemigo, una contraposición y, por lo tanto, iba a ganar inevitablemente las elecciones, a pesar de la caída del Muro de Berlín. Los italianos tuvieron miedo de que ganaran los comunistas y prefirieron llevar al poder a Berlusconi y lo eligieron para que los frenara. Esa es otra combinación de factores".
-ƑCuál puede ser el papel del derecho para evitar estos excesos de poder?
-El papel de la ley es de fijar fronteras, pero si tienes una mayoría suficiente en el Parlamento puedes cambiar la ley, puedes, incluso, cambiar la Constitución. Y ahora Berlusconi lo que está haciendo es cambiar la ley porque tiene la mayoría. El chiste hubiera sido cambiar antes la ley para que Berlusconi no pudiera ser electo debido a que existía un conflicto de intereses. Esto era responsabilidad del Parlamento, era su responsabilidad.
"Fue una aberración jurídica porque Berlusconi sólo era el dueño y no el representante legal. Fue una desgracia de interpretación jurídica de la ley. Ese es el problema de que la interpretación de la ley fuera hecha por el propio Parlamento que estaba controlado por Berlusconi. Todo el sistema se colapsó entonces por una cuestión de tecnicismo jurídico".
Movilización mediática en el mundo árabe
-Entrando al tema de la video-guerra, Ƒcómo interpreta lo que está sucediendo en Afganistán?
-La televisión muestra el bombardeo contra una población civil que resultan ser musulmanes que están siendo masacrados. La televisión muestra bombas contra niños, esa es su imagen favorita. Si mostraran otra cosa, un gas que puede matar a un millón de personas, eso no impresionaría.
"Si los estadunidenses en realidad comienzan a matar niños y civiles, la respuesta del pueblo musulmán será muy violenta. El impacto negativo entre el mundo musulmán será muy intenso. Esto era el gran riesgo, pero afortunadamente esto no sucedió. Primero porque los talibanes son tan primitivos que no comprendieron que no habría habido masacres si hubieran permitido miles de cámaras de televisión en su territorio.
"De eso no tuvimos mucho, lo que tuvimos fueron reportes globales de que los estadunidenses habían bombardeado y de que 500 civiles habían sido asesinados, pero esto son reportes televisivos que no se pueden confirmar.
"La exposición a la televisión hubiera permitido confirmar el grado de devastación real y tal vez eso hubiera sido contraproducente verlo porque hubiera generado una devastación bis a bis.
"Y ahora el mundo está a la expectativa de que no haya más bombardeos sobre la población civil y esto es el mayor riesgo de la video-guerra. Pero asumo que ellos quisieran atacar a Irak y Saddam Hussein no es un estúpido como el mulláh talibán. Hussein en la Guerra del Golfo dijo inmediatamente: 'vengan y vean la destrucción de Bagdad'.
"La lógica de la Guerra del Golfo es distinta. Aun ahí que había ejército contra ejército, las tropas estadunidenses fueron detenidas por la televisión cuando mostraba a las imágenes de soldados masacrando o asesinando a los militares iraquíes. Al talibán le convenía más dejar pasar a la televisión porque era población civil la que estaba siendo masacrada. Si no hubiera sido por eso la guerra se hubiera prolongado por varios días más hasta que se hubiera aniquilado por completo a las tropas de Hussein. Esto permitió que Saddam Hussein siga vivo y coleando. Entonces, el impacto de la televisión ahí fue determinante.
"La video-guerra ha cambiado las reglas de la guerra y ha hecho que éstas sean diferentes".
-ƑCómo interpreta el papel de la televisora árabe Al Jazeera en este conflicto?
-Es inevitable y esto explica el predicamento. Una persona de los medios tiene una definición profesional. Esa es mi profesión y no estoy asumiendo una intención particular en lo que hacemos, pero de un modo u otro estamos acercando el mundo islámico al mundo occidental con las imágenes que se están mostrando y haciéndolo más comprensible de lo que nunca antes había sido, porque estamos mostrando a estos niños musulmanes siendo bombardeados por los americanos. Al mismo tiempo se ha difundido el mensaje de Osama Bin Laden.
-El libro La sociedad multiétnica creó mucha polémica porque usted propone crear frenos a la migración de origen islámico. ƑCon esta guerra no se provoca una presión migratoria mayor hacia Europa? ƑCómo reaccionar frente a este efecto colateral? ƑSe deben cerrar las fronteras?
-La guerra en Afganistán está prácticamente terminada y no recibimos esa presión. No creo que esta guerra pueda incrementar la presión del flujo migratorio de origen islámico. La gente no tiene los medios ni el dinero para salir. Los afganos no viajan.
"Por otro lado, hay razones lógicas para limitar esta migración. El argumento no sólo es económico. Sin embargo, ciertamente sí se incrementará el control sobre los inmigrantes porque en un principio se les veía como mano de obra barata, pero ahora se considera que debe haber terroristas entre ellos y eso no es bueno para nosotros, tenemos miedo, aunque los inmigrantes islámicos son en su gran mayoría inocentes, pero pueden esconder y puede haber infiltración de terroristas fundamentalistas".