JUEVES Ť 22 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť El pedido coincide con propuestas del sector privado

FMI y BM condicionan créditos a eliminar derechos laborales

DAVID ZUÑIGA

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) condicionan sus líneas de crédito a la eliminación de derechos laborales con medidas que coinciden con algunas de las propuestas del sector privado mexicano: reducir o eliminar la protección contra despidos injustificados, disminuir beneficios y prestaciones a jubilados y recorte de plazas y salarios en el gobierno.

En un estudio titulado Contra los trabajadores. Cómo las políticas del FMI y del Banco Mundial socavan los derechos laborales, la organización no gubernamental estadunidense Multinational Monitor advierte que ambos organismos multilaterales promueven cambios a las leyes laborales en "docenas" de países del Tercer Mundo y cita el caso de Argentina.

El FMI condicionó el apoyo económico a Argentina a la aplicación de lo que llama "flexibilidad laboral", que se traduce en facilidades para despedir trabajadores, reducción de prestaciones a los jubilados y recortes salariales a los burócratas, además de sugerencias para privatizar sectores estratégicos como el financiero y el energético.

Al gobierno de Vicente Fox el Banco Mundial le ha recomendado eliminar las indemnizaciones por despido, la negociación colectiva, los contratos ley (el secretario del Trabajo, Carlos Abascal, anunció que el primero a "revisar" será el de la industria azucarera), la afiliación sindical obligatoria, el reparto de utilidades, los ascensos basados en la antigüedad (escalafón ciego), así como imponer restricciones a contratos temporales, por obra o plazo determinado, así como dar más facilidades a la subcontratación.

Luego de investigar y comparar las condiciones que el FMI y el BM imponen a los países que solicitan créditos, Multinational Monitor descubrió algunos elementos comunes: privatización de empresas estatales, previo recorte de personal; reforma laboral que facilite despidos de trabajadores tanto en el sector público como en el privado, reducción o contención de salarios, ampliación de la brecha salarial entre funcionarios y empleados del gobierno, reformas al sistema de pensiones, lo que incluye privatizaciones, y reducción de prestaciones de seguridad social.

El FMI y el BM dicen que estas medidas pueden ser dolorosas a corto plazo; sin embargo, son necesarias para generar empleo y crecimiento a la larga. Los críticos de ambos organismos han señalado que estas políticas infligen sufrimientos innecesarios a los trabajadores, empeoran la pobreza y de hecho alejan el crecimiento económico. Más aún, estas acciones son reflejo de una política que favorece los intereses de las grandes empresas a costa de los trabajadores.

La teoría detrás de esta "flexibilidad" laboral dice que si el trabajo es una mercancía más y los patrones pueden contratar o despedir trabajadores con la misma facilidad con que compran o desechan piezas de maquinaria, el mercado funcionará eficientemente y ello hará crecer la economía y reducirá el desempleo.

Uno de los efectos colaterales de esta política son los bajos salarios. Sin embargo, los defensores del modelo alegan que si los salarios son más bajos los empresarios tendrán más dinero para invertir y generar empleos. Sin embargo, el estudio señala que la experiencia de América Latina echa por tierra esta teoría, pues la flexibilidad salarial no ha servido para reducir el desempleo.

El documento relata que en 1999 el entonces presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, dijo que la institución está a favor de prohibir la esclavitud, el trabajo infantil y la discriminación. En cuanto a la libertad de asociación y la negociación colectiva, también considerados derechos laborales básicos, dijo que el organismo "no se inmiscuye en asuntos internos".