JUEVES Ť 22 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť La lucha ha terminado; el problema se resolverá sin pelear, dice el mullah Faizal
Aceptan talibanes y combatientes extranjeros rendirse en Kunduz ante la Alianza del Norte
Ť Reitera vocero del mullah Omar que su régimen perdió todo contacto con Osama Bin Laden
AFP, DPA Y REUTERS
Islamadad, 21 de noviembre. Las fuerzas talibanes y las guerrillas extranjeras que los apoyan en el reducto norteño de Kunduz aceptaron hoy rendirse ante la Alianza del Norte, en negociaciones con el general de origen uz-beko Abdul Rashid Dostum, reportó la ca-dena de televisión estadunidense CNN.
Las negociaciones tienen lugar en la vecina ciudad norteña de Mazar-e-Sharif, la primera en caer en manos de los aliancistas después del comienzo del repliegue de los talibanes, anuncio que fue confirmado tanto por Rashid Dostum como por el comandante talibán en Kunduz, mullah Faizal.
Las partes convinieron en que la entrega de Kunduz, en la frontera con Tadjikistán, se efectuará sin enfrentamientos y que la rendición será tanto de las fuerzas afganas como de los combatientes extranjeros, entre los que destacan paquistaníes, chechenos y árabes, y cuyo contingente en su conjunto se estima en unos 10 mil efectivos.
El reporte indica que las negociaciones continúan para determinar la forma en que se llevará a cabo la rendición, lo que explicaría que este día la aviación estadunidense ya sólo arrojó un par de bombas sobre los frentes talibanes en Kunduz y que prosiguió con otros ataques sobre Kandahar, el otro bastión en manos aún de la milicia islámica.
"En Kunduz no pasará nada, el problema de Kunduz se resolverá sin pelear, la lucha ha terminado", señaló Faizal, quien con anterioridad fracasó en un intento para que interviniera la Organización de Naciones Unidas (ONU) para rendirse ante ese organismo, el cual anunció el martes en Nueva York no estar en condiciones de hacerse cargo de ese problema.
Continúan las negociaciones
La Alianza del Norte, que había dado un nuevo plazo a los talibanes para rendirse el jueves, ofreció una amnistía para los milicianos afganos, y al parecer es sobre esa base y los detalles de la rendición que continúan las negociaciones pero sin incluir a los combatientes extranjeros, a los que Estados Unidos quiere muertos o prisioneros.
Rashid Dostum afirmó que incluso se establecieron contactos con otros dirigentes del talibán en otras partes de Afganistán, incluyendo a los de Kandahar, el baluarte histórico de la milicia islámica, en alusión a buscar que esas otras fuerzas también acepten una capitulación sin luchar más.
Los talibanes en Kunduz se hallan cercados y aislados desde hace una semana, y las cifras sobre combatientes se han manejado desde unos 10 mil hasta unos 30 mil.
Incluso Estados Unidos, que en lo inmediato se abstuvo de comentar la capitulación de las fuerzas de Kunduz, estimaba que sólo había allí unos 3 mil luchadores.
Desde Karachi, integristas islámicos pa-quistaníes advirtieron que "habrá una fuerte reacción" en caso de producirse matanzas de los voluntarios paquistaníes que luchan al lado del talibán en Kunduz.
El mufti Nizamunddin Shamazai, un alto dignatario musulmán, al advertir a la opinión pública mundial contra masacres de sus compatriotas pidió a la ONU y al go-bierno de Islamabad actuar para evitarlo.
Un reporte de prensa en Islamabad señaló que más de 700 militantes de grupos islámicos paquistaníes de la sureña provincia de Sindh se encontrarían perdidos en Afganistán, a donde fueron a sumarse a la guerra santa contra las tropas de Estados Unidos.
En Tripolí, el líder libio Muamar Kadafi propuso entregar a cada país a sus respectivos combatientes que se hallan en Kunduz para evitar una "masacre", a fin de que se les juzgue y tratar al resto "como prisioneros de guerra bajo supervisión de la ONU".
Por lo pronto, luego de los bombardeos estadunidenses de la víspera reportes de testigos citados por la agencia Aip afirmaban que causaron grandes pérdidas humanas y en las viviendas.
Algunos testigos dijeron haber visto en las calles a unos 14 miembros de una misma familia muertos, así como a una veintena de combatientes muertos en una carretera de Janabad.
En Spin Boldak, una población afgana fronteriza con Pakistán, el talibán insistió en que el bastión de Kandahar será resistido hasta la muerte, pues "defendemos nuestra nación y nuestra religión mientras estemos vivos", a decir de Tayab Agha, el portavoz del máximo líder talibán, mullah Mohammad Omar.
El vocero aseveró que deben olvidarse de los ataques del 11 de septiembre "porque ahora hay nuevos combates contra el Is-lam". No obstante, reiteró que Afganistán nada tiene que ver con esos ataques y "no son nuestros problema", y que el talibán perdió contacto con Osama Bin Laden.
Afirmó que las fuerzas talibanes son suficientes para resistir en Kandahar y las provincias vecinas de Zabul, Helmand, Uruzgan y partes de Ghazni.
En Kabul se produjo una gran explosión accidental de un cohete en el recinto del palacio presidencial, lo que causó sólo heridas a dos civiles que tocaron inadvertidamente los artefactos.
Se trataba de dos personas que habían ido a visitar a un tío que trabaja en la presidencia, cuyo complejo está ahora en manos de la Alianza del Norte.