SABADO Ť 17 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Acusa el delegado en GAM a líderes de vendedores de provocar choque con granaderos

Desalojaremos el paradero cuantas veces sea necesario, asevera Ortega

Ť "Al rato van a querer ampararse" todos los ambulantes de la ciudad, advierte sobre la suspensión otorgada a comerciantes que trabajan en las afueras del Metro Indios Verdes

SUSANA GONZALEZ G. Y ELIA BALTAZAR

Sólo cinco días duró el regreso de vendedores ambulantes al paradero del Metro Indios Verdes, pues en la madrugada del viernes la delegación Gustavo A. Madero los desalojó nuevamente ?por segunda vez en tres meses?, con el apoyo de 340 granaderos y 20 policías a caballo de la Secretaría de Seguridad Pública. Aunque fueron tomados por sorpresa, unos 50 vendedores trataron de impedir el desalojo y lanzaron piedras y botellas contra los policías e inspectores de Vía Pública, que confiscaron 165 puestos.
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El jefe delegacional, Joel Ortega, afirmó que los líderes defraudaron a sus representados y acusó a uno en particular de ser el incitador de la violencia: Roberto Dávila, quien "tiene un grupo de golpeadores acostumbrados al choque, que estaban preparados para recibirnos". Pero desalojaremos cuantas veces sea necesario el paradero, porque lo queremos recuperar, sentenció.

En la trifulca varias personas, entre ellas dos reporteros de televisión, resultaron golpeadas, pero ninguna requirió hospitalización. Paramédicos de la ambulancia 60 de la Cruz Roja precisaron que sólo atendieron a dos personas con lesiones leves.

Al justificar el operativo, Joel Ortega dijo que la suspensión provisional otorgada por el tercer tribunal colegiado del primer distrito a la Asociación de Comerciantes Indios Verdes AC, con base en la cual los vendedores volvieron a invadir el paradero el fin de semana pasado, sólo procede para el ala oriente del lugar, donde se localizan los andenes A y B.

Los ambulantes, dijo, "engañaron" a los magistrados, pues exhibieron con dolo minutas de reuniones sostenidas en la dirección territorial cuatro, "y lo vamos a probar en la audiencia incidental del próximo 21 de noviembre". Antes de la suspensión referida, los vendedores presentaron tres promociones de amparo que no progresaron. El delegado advirtió sobre el precedente que sienta ese hecho: "al rato también van a querer ampararse el resto de los ambulantes de diversos puntos de la ciudad, lo cual sería sumamente gravoso para las políticas públicas". Además, mencionó que otras tres denuncias han sido ampliadas en contra de los comerciantes, ante el Ministerio Público, por robo de energía eléctrica y daños a instalaciones del Metro y del mobiliario urbano.
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Joel Ortega informó que a partir de las 6 de la mañana de ayer volvieron al paradero de Indios Verdes ?el más conflictivo del área metropolitana, según las autoridades? los elementos de la Policía Auxiliar, con el apoyo de 120 granaderos. "Vamos a darle un trato policiaco al asunto porque este grupo es muy agresivo", dijo. Sin embargo, en un recorrido realizado ayer en la mañana se pudo constatar que mientras los granaderos se mantenían en las inmediaciones del paradero, varios comerciantes ofrecían su mercancía del andén C al J, en plásticos y cajas colocados en el piso e incluso en puestos tubulares.

El paradero de Indios Verdes prácticamente estaba vacío alrededor de la medianoche del jueves, cuando los granaderos ingresaron por la calzada Ticomán mientras inspectores y empleados de Vía Pública de la delegación desarmaban las estructuras tubulares que encontraban a su paso.

Fierros, tablas y lonas ?casi no había mercancía? eran arrojados a los camiones de la delegación dispuestos para el caso, que avanzaban en fila frente al andén J, donde estaba la mayoría de los puestos. En el ajetreo no faltaron vendedores que al querer llevarse sus cosas recibieron empujones y algún golpe por parte de los trabajadores y granaderos.

Frente al mercado Ticomán, unos 50 vendedores trataron de impedir la salida de los vehículos. Botellas, piedras y tubos fueron lanzados en diferentes momentos contra los uniformados. Algunos empleados de Vía Pública y granaderos respondieron a las agresiones; al hacerlo, varios reporteros fueron empujados y golpeados.

Los insultos y la lluvia de proyectiles también alcanzaron a presuntos líderes de los comerciantes, a quienes éstos reclamaban la invalidez del supuesto amparo: "¡Cabrones! ¿Para eso les pagamos dos mil pesos?", gritaba un grupo mientras perseguía una camioneta blanca en la que huyeron los representantes.

En conferencia de prensa, Joel Ortega consideró que los granaderos actuaron de manera prudente, aunque aceptó la necesidad de que se lleven a cabo operativos más eficientes, que inhiban la posibilidad de una confrontación. Por su parte, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, lamentó las agresiones sufridas por reporteros, mientras el delegado ofreció una disculpa y prometió el pago del equipo dañado. A su vez, el secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy, negó que durante el desalojo haya habido abusos por parte de los uniformados contra comerciantes o reporteros.