SABADO Ť 17 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Cumple el EZLN 18 años de haber sido fundado'

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 16 de noviembre. Sin muchas expectativas de que a corto plazo se reanude el diálogo con el gobierno del presidente Vicente Fox, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cumple este sábado 17 de noviembre 18 años de haber sido fundado.

De acuerdo con algunos testimonios, el EZLN fue fundado el 17 de noviembre de 1983 en un campamento de llegada que se ubicaba entre Plan de Guadalupe y El Calvario (en la selva Lacandona). Según el subcomandante Marcos, el campamento se llamaba La Pesadilla.

En honor a la fecha en que se realizó la primera reunión formal, en 1995 se fundó el municipio autónomo 17 de Noviembre, con cabecera en el ejido Morelia, perteneciente al oficial municipio de Altamirano.

Antes de su levantamiento armado, el grupo permaneció clandestino durante diez años y creció en decenas de comunidades indígenas de los Altos, la Selva y el Norte de Chiapas, aparentemente sin que el gobierno supiera de su real magnitud.

Según Marina Patricia Jiménez, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, una de las grandes contribuciones del EZLN es haber "desenmascarado" la situación de marginación de los pueblos indígenas, lo que marcó una posibilidad de cambios en el país.

Además, considera como "algo muy importante" el hecho de la creación de los municipios autónomos "en la perspectiva de ejercer su derecho a la autonomía", así como el que haya logrado mantener una base social importante en las comunidades.

Desde su punto de vista el accionar del EZLN ha sido importante no sólo por su articulación con el movimiento indígena nacional, sino porque es una agrupación en la que se identifican causas y demandas comunes. Y no menos importante, agrega, es el impacto que ha tenido en la relación con organismos y la solidaridad internacionales, lo que tiene un peso muy fuerte como una ventana más para poder hacer visible lo que pasa en Chiapas.

Por su parte, Miguel Alvarez, quien se desempeñó como secretario de la disuelta Comisión Nacional de Intermediación (Conai), asegura que a casi ocho años de la rebelión el conflicto está en una de sus "peores etapas".

Sin embargo, aclara que en medio de la coyuntura internacional el EZLN "brilla como una lucha armada civilizada que ha defendido los convenios de Ginebra, el honor militar, que no ha tocado a los civiles, que no ha hecho guerra sucia. Tiene un valor en el estatus de la acción armada que hizo y sabe que la reanudación de una acción militar sería contraproducente para los fines de sus causas".

Reconoce que la actual correlación nacional e internacional le dificulta el juego político, "no le es favorable y por ello ir a sus bases y a acuerdos con las organizaciones populares aliadas es explicable".

En entrevista, Alvarez, hombre cercano a Samuel Ruiz García, el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, sostiene que la rebelión zapatista refleja "un nuevo tipo de conflicto en el mundo y al EZLN lo confirma como un nuevo tipo de actor armado no sólo por ser indígena y no llamar a una insurrección para tomar el poder, sino por la manera en que ha involucrado a otros actores para que se pongan de pie en la lucha por la solución de los problemas nacionales amplios".

Asegura que la lucha del EZLN está en tres niveles: "el mundial, en el cual, con su crítica a la globalización y sus propuestas, es referencia; nacional por sus demandas y los vínculos con el movimiento indígena nacional, y local con la dinámica de consolidación y crecimiento de los municipios autónomos en Chiapas.

"Al cumplir 18 años el EZLN se refleja como un movimiento sólido, vivo, vigente, complejo en cuanto a los distintos niveles y los retos que tiene para enfrentar una etapa muy difícil en que ha decidido resistir de nuevo", aunque resistir y permanecer en silencio por muchos meses no son para el grupo rebelde "una paralización, sino una manera de hablar", subraya.

Opina que no será a corto plazo sino en un par de años en que se den las condiciones para un nuevo ciclo que permita una coyuntura para el diálogo con el gobierno. "Hoy a quien le toca tirar la pelota respondiendo con la creación de las condiciones es a los poderes del Estado, al gobierno.

"Por eso el EZLN y el Congreso Nacional Indígena y los movimientos indígenas se fueron a su dinámica de consolidación y maduración nacional como una manera de estar activos en esta difícil etapa, pues a corto plazo no se vislumbran condiciones para una negociación; por el contrario, las señales son de agravamiento."

Miguel Alvarez no cree que el proceso de resistencia del EZLN dure todo un sexenio y "teme" que esta situación "esté diseñada para que tenga que pasar algo que agrave aún más las cosas. Me temo que esto abra de nuevo acciones duras y represivas, por ejemplo, un nuevo Acteal que cambie cualitativamente el deterioro actual".