sabado Ť 17 Ť noviembre Ť 2001

Gustavo Leal F. Ť

šEl IMSS no es el IPAB!

Tal vez ya se reflejan en el espejo del "sistema" sanitario estadunidense que, de tan "rentable", hoy se encuentra virtualmente "privado" para enfrentar el bioterrorismo que lo azota vía el ántrax. Para decirlo con Noam Chomsky: la intervención estatal sólo puede ser para ciertos "intereses especiales" porque, en realidad, "gobiernan quienes son dueños del país"

Con razón sostiene el economista Paul Krugman que, para comprender verdaderamente una legislación, hay que buscar la cláusula que da especial consideración a los hombres "tuertos, barbudos y cojos, es decir, hay que buscar la disposición que convierte un proyecto de ley con un propósito público en un regalo a intereses especiales".

Los "intereses especiales" son inmediatamente visibles en la iniciativa del tenebroso senador panista Fauzi Hamdan, Mr. IPAB, que supuestamente "enriquece" la otra deshumanizada iniciativa con proyecto de decreto que reforma y adiciona la ley del Seguro Social, preparada por Santiago Levy y remitida por el presidente Fox al Senado el pasado 4 de octubre.

Hamdan propone, sin pelos en la lengua, eliminar el artículo 273 de la iniciativa Fox-Levy. Este contempla aportaciones adicionales del gobierno federal al IMSS, para financiar gastos extraordinarios derivados de la atención médica a derechohabientes en situaciones que pongan en riesgo la salud pública, asociada a epidemias, desastres naturales, cambios drásticos e inesperados en la frecuencia de padecimientos o aparición de nuevos desarrollos tecnológicos.

Sencillo. Que, a diferencia del IPAB, el IMSS se rasque solo y con sus propias uñas: nunca jamás deberá ser "rescatado". Pero šparadojas de la gobernabilidad del "cambio"!: mientras Hamdan, desde el Senado, defiende a los vocales del IPAB, el procurador fiscal de la Federación, Gabriel Reyes Orona, urge a "transparentar las operaciones".

La lógica "empresarial" de la iniciativa Hamdan es "impecable": los "mercados internos" y el "pluralismo estructurado" contemplados en la iniciativa financiera Fox-Levy -recomendados por el Banco Mundial y la Fundación Mexicana para la Salud de Guillermo Soberón- deben operar sin absolutamente ninguna intervención del Estado.

Para Hamdan y la fracción panista del Senado, aunque el contenido del artículo 273 "obedece a circunstancias reales", las decisiones de aportaciones adicionales "deberán realizarse en el contexto de los correspondientes presupuestos de egresos de la Federación".

Tal vez ya se reflejan en el espejo del "sistema" sanitario estadunidense que, de tan "rentable", hoy se encuentra virtualmente "privado" para enfrentar el bioterrorismo que lo azota vía el ántrax. Para decirlo con Noam Chomsky: la intervención estatal sólo puede ser para ciertos "intereses especiales" porque, en realidad, "gobiernan quienes son dueños del país".

Afortunadamente, la posición de los secretarios de las comisiones de Seguridad Social de ambas cámaras es otra. Miguel Angel Navarro Quintero, senador priísta, advierte: "No vamos a legislar al vapor una iniciativa de tal trascendencia". Por su parte, el también diputado priísta Francisco López señala que: "Buscamos destinar al IMSS 30 mil millones de pesos adicionales para mejorar el servicio, poner en marcha 40 unidades ya construidas y 12 mil 500 empleados para ellas. Con este monto podremos acabar con el rumor de la privatización".

Frente al amago panista, el Senado debe tener muy presente el desaseado proceso parlamentario que, teniendo a la cabeza al entonces senador y actual diputado priísta Samuel Aguilar Solís, en la 57 Legislatura engendró la figura de las Instituciones de Seguros Especializadas en Salud (ISES), que la propia Dirección General de Protección Financiera de la Ssa aprecia como "un negocio de flujo de efectivo".

Ante las iniciativas Fox-Levy y la del panista Hamdan, el Senado de la República no puede sino salir al paso de estos "regalos a intereses especiales". Para ello, podría beneficiarse del principio parlamentario según el cual las reglas de múltiples ganadores "distribuyen la satisfacción más ampliamente entre los diferentes grupos de la sociedad y tienden a producir decisiones más consensuales y estables y mayor utilidad social que la reglas de un solo ganador".

No hay duda que el presidente Fox parece desconocer ese principio cuando, ocho meses después de haber activado su antipopular reformón, insiste en la bárbara propuesta de aplicar IVA a los medicamentos reiterando que "con esa medida que parecía y que parece dolorosa, nos daba la oportunidad de tener hospitales especializados para cada una de las enfermedades de hoy. Queremos ser responsables". ƑResponsables, señor Presidente? ƑRecursos y hospitales que entregará a los "hombres tuertos, barbudos y cojos", a Santiago Levy y su deshumanizada iniciativa financiera que, sin consultar absolutamente a nadie y con las maniobras del priísta Jorge Estefan (tan cercano al Fobaproa, hoy IPAB), pretende reformar y adicionar la Ley del Seguro Social? Ť

 

Ť Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.