Ť Descarta purga de labastidistas si gana el liderazgo
No voy a reventar ni a sabotear la asamblea del PRI: Madrazo
Ť Sin la figura de jefe del Ejecutivo priísta, el camino para la presidencia del tricolor será fácil, asegura el tabasqueño
RENATO DAVALOS Y ENRIQUE MENDEZ
Sin la figura de presidente de la República de extracción priísta, Roberto Madrazo aventura un "camino fácil" a la dirigencia nacional del tricolor; no habrá purga de labastidistas si llegamos al cargo, prometió. Tampoco buscaremos un "golpe de timón" para hacer electiva la asamblea, que será deliberativa. No voy a reventarla ni a sabotearla, sino a buscar la legitimidad, que descansa en una elección abierta.
-Y su pasado, ¿pesará en la imagen del PRI si llega al liderazgo del partido?
-Es un pasado lleno de difamaciones, calumnias que nunca pudieron probarse. Tengo la conciencia tranquila.
En la víspera de la asamblea que él hubiera deseado en una plenaria, y no en cinco sedes, Madrazo contempla, desde el edificio de Campos Elíseos donde está su oficina, la bandera de Campo Marte y Molino del Rey.
-Y Los Pinos, ¿dónde están?
-Están aquí -responde golpeándose el corazón.
Salvador Sánchez Vázquez, Ulises Beltrán, Georgina Trujillo y varios más se suman a la estrategia que los madracistas llevarán a la asamblea, la primera sin un jefe del Ejecutivo priísta.
-¿Advierte alguna inducción del CEN o de sectores en el PRI para impedirle en la asamblea, o después, su llegada a la presidencia del Revolucionario Institucional?
-No veo una inducción, pero sí que estamos en dos posiciones encontradas. Quienes deseamos un cambio de fondo y quienes sólo quieren hacer la tarea del gatopardismo en el PRI. Mayoritariamente, hay una corriente en favor de la renovación. Si gana un movimiento de avanzada que reforme al partido la lucha ya no va a ser de freno o contención, sino de acotamiento, de candadear a la próxima directiva.
Fox, solitario en el ejercicio del poder
El PRI -juzgó- debe refundarse y convertirse en una "oposición socialmente útil" ante un Presidente que, como Vicente Fox, "está muy solitario en el ejercicio del poder". No veo al gobierno. El gran reclamo de la población es que no ha cumplido sus promesas.
Federico, uno de los cinco hijos de Madrazo, ya incursionó en la política, y a sus 20 años se ha convertido recientemente en delegado priísta. Estará en una de las tribunas de Toluca.
Junto con Labastida, Madrazo encabeza uno de los dos primordiales liderazgos en el seno priísta que emergieron después del 2 de julio pasado. Ambos con una derrota que, no obstante, los posiciona para disputar la directiva priísta que abandonará Dulce María Sauri en la primera parte de 2002.
-¿Cómo es posible que usted y Labastida busquen la renovación cuando contribuyeron a la fractura previa al 2 de julio?
-La relación con Labastida es muy cordial, aunque en ocasiones no coincidimos en visiones. Más que contribuir en lo personal a la derrota, confluyeron una serie de factores.
-¿Hay un acuerdo para no agredirse en la asamblea?
-No veo una arena, sino un foro en la asamblea. Es la primera vez que vamos sin línea presidencial y en la que ejerceremos nuestra libertad. Entonces, no hay que tener miedo a lo que exprese la militancia.
-¿Con Labastida hubo pacto o tregua?
-No, no había necesidad de una tregua, porque no teníamos dificultades. El compromiso es trabajar por la unidad del partido, pero no hay un acuerdo más allá. Hoy la militancia no admite línea y no quiere complicidades que reinventen el control político a favor de una persona, asentó.
-¿Tiene más medallas que taches?
-Tengo la conciencia tranquila.
-Como presidente del PRI, ¿volvería a hacer lo mismo que le hizo a Creel, ahora como secretario de Gobernación? ?en alusión a aquella vez que se disfrazó de Catalina Creel.
-¡Ja, ja ja! Ese es asunto del milenio pasado.
-Pero, aunque sea del milenio pasado, ocurrió.
-Hay buena relación con el secretario de Gobernación. Es un capítulo muy superado entre nosotros que queda más en la anécdota.
-Hay corrientes que dicen que este PRI no ha sido oposición, sino sólo ha chantajeado al gobierno para que no mire su pasado.
-Veo una necesidad de que el partido contribuya a los acuerdos de gobernabilidad, que hacen mucha falta. Veo al Presidente con respaldo ciudadano, pero muy solitario en el ejercicio del poder, no lo acompaña ni su partido. No podemos quedarnos enfrascados en pugnas internas por los cargos de dirigencia o sólo en posiciones contestatarias frente al gobierno, o en un rechazo mecánico a cualquier propuesta.
-¿Hay un acuerdo tácito entre Fox y Zedillo para que no se investigara el pasado de éste?
-No, honestamente no lo veo. Pero sí veo un gabinete Montessori con un prematuro destape hacia la sucesión presidencial que complica las acciones de gobierno, que se concreten en respuestas a la población.
-¿Será por esto que usted dice que el Presidente se siente solo, que necesita un PRI unido? ¿Conoce la versión de Eduardo Bours, de que Fox habría dicho que al PRI lo que más le conviene es tener a Madrazo como dirigente?
-No conozco la versión que señala Eduardo. Pero el PRI tiene hoy 49 por ciento de los cargos de elección popular, el PAN cerca de 23 y el PRD 11. Entonces, es evidente que para la gobernabilidad del país se requiere un acuerdo con el PRI y que ésta debe pasar por el partido, y por los demás institutos políticos. Porque el 2 de julio hubo un efecto, ganó la popularidad, pero no hemos visto la gobernabilidad.
-¿Qué estrategia lleva a la asamblea, y dentro de ésta se incluye juzgar a Salinas y a Zedillo?
-Es un tema que va a estar en la mesa de discusión, pero he dicho que acataré lo que la propia asamblea diga. No tengo un juicio personal, porque aspiro a dirigir el partido. Entre las propuestas, veo con simpatía lo de la comisión política que se está planteando y el reclamo de la militancia de ir descentralizando al tricolor.
-¿Y los candados-
-Hay dos posiciones. En Sonora y en Coahuila se planteó su desaparición, pero en la gran mayoría viene la propuesta de sostenerlos. Se habla de mantenerlos a gobernadores y candidato a la Presidencia, pero abrirlos a las candidaturas a diputados para empujar a los jóvenes.
La encrucijada es el hundimiento o el resurgimiento. Iremos al primero si no aprendemos hoy que ya no tenemos al presidente y que somos iguales, que podemos voltear a los lados para ponernos de acuerdo. Al perder el eje de gravedad que daba la Presidencia tiene que construirse uno nuevo.
"Si mantenemos simulación, autoengaño, protección a intereses de grupo y la lucha de personalidades iremos en esa dirección. La opción está en renovarnos".
-¿Con Madrazo en el PRI, no sería un partido en manos de un grupo?
-No, mi intención es precisamente la construcción de una dirigencia colegiada tolerante, no hay otra forma de conducir al partido, y quien pretenda dirigirlo unilateralmente o grupalmente fracasará, porque la militancia no va a permitirlo.
-Como presidente del partido, ¿va a ser el candidato o se ceñirá a esta propuesta de dejar el cargo uno o dos años antes?
-Simpatizo con la idea, porque nuestra frontera electoral es 2003. Cualquier persona que hoy esté pensando en 2006 está construyendo castillos en el aire y el partido no debe prestarse a una candidatura personal ni puede ser plataforma de una aventura individual. En 2003 se jugará la carta para pasar a la liguilla para la Presidencia en el 2006.
Madrazo se inclina aún por la elección directa del próximo líder priísta. Incluso, recordó que tenía condiciones para buscar una asamblea electiva, pero "vi que sería un punto de ruptura, aunque hubiera podido ganarles la elección en la asamblea, a cambio de haber dejado muy lastimada a una parte del partido".
Los delegados "son libres de decidir", porque conformarán el máximo órgano en la asamblea ?respondió frente a la pregunta de si buscará un golpe para convertir una asamblea deliberativa en electiva.
-¿Invitaría a los labastidistas si gana?
-Sí, desde luego.
-¿No será difícil una reconciliación?
-No, hay muchos amigos comunes que me están ayudando. Sí, amigos que estuvieron apoyando al candidato en su momento, y ahora se sumaron al proyecto para ganar la dirigencia. Va muy bien.
-¿Dulce María se queda hasta marzo?
-Creo que sí. No veo que haya condiciones para que salga antes.
-¿No habrá gritos ni sombrerazos en la asamblea?
-No vamos a tener sorpresas. Habrá debate, y creo que viene fuerte, pero no orientado a la fractura del partido, sino más bien a la construcción de nuevos acuerdos.
Desde su despacho, Madrazo se despide con la mirada rumbo a Los Pinos.