Ť Continuaron los bombardeos estadunidenses a pesar del comienzo del Ramadán
Entraron en combate las fuerzas especiales, anuncia EU; habría muerto un líder de Al Qaeda
Ť Todo indica que Osama Bin Laden aún está en Afganistán, informa Donald Rumsfeld
Ť Aprueba el Congreso otorgar al gobierno la seguridad en aeropuertos estadunidenses
AFP, REUTERS Y DPA
Washington, 16 de noviembre. Las fuerzas especiales estadunidenses entraron en combates terrestres en Afganistán y "matan a los talibanes", al tiempo que la campaña de Washington registró un gran éxito contra la red de Osama Bin Laden, pues el jefe militar de la misma, el egipcio Mohammed Atef, ha-bría muerto cerca de Kabul, según informó este viernes el Pentágono.
A pesar del comienzo del Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán, los bombardeos estadunidenses continuaron.
"No hay cambio en nuestras operaciones a causa del Ramadán", dijo un portavoz del Pentágono, Richard McGraw, pese a que varios dirigentes de países musulmanes ha-bían pedido una suspensión de esos ataques durante este ayuno, que dura del amanecer hasta la puesta del sol.
Asimismo, las operaciones militares de la opositora Alianza del Norte y del ejército estadunidense continuaron de la misma ma-nera, para intentar acabar con los últimos reductos de resistencia de los milicianos talibanes atrincherados en Kandahar, en el sur, y Kunduz, en el norte.
El mullah Mohammad Omar, líder supremo de los talibanes, ordenó este viernes poco antes de la medianoche la retirada en las próximas 24 horas de la milicia integrista islámica de su base en Kandahar, y su despliegue hacia las montañas, indicó la agencia Afghan Islamic Press.
Pero el Pentágono se manifestó escéptico con respecto a esta nueva información: "No apuesto mucho a eso", dijo John Stufflebeem, subjefe de operaciones del Estado Mayor Conjunto.
El responsable de esa cartera (Defensa), Donald Rumsfeld, apuntó a que los combates continuaban en la región de Kunduz, donde, según él, los talibanes fueron remplazados en la línea de frente por combatientes no afganos.
"Los afganos están cambiando de ban-do", y las "fuerzas que defienden la ciudad son de otra nacionalidad", sostuvo. "Aislados del sur (del país), no tienen más que dos opciones, rendirse o combatir, y es esta última opción la que eligieron", añadió.
Respecto de los informes sobre la muerte del egipcio Atef, presunto jefe militar de la red Al Qaeda, el secretario de Defensa dijo que "parecen confiables".
Presunto jefe militar de Al Qaeda, Atef había sido señalado por algunas fuentes como el cerebro de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Al igual que Bin Laden, fue formalmente acusado por la justicia estadunidense de haber dirigido los atentados contra las embajadas estadunidenses en Kenia y Tanzania en 1998, y de haber incitado los ataques contra las tropas de Estados Unidos en Somalia en 1993.
Este ex policía egipcio, que tendría unos 57 años, empezó su militancia radical islámica en Egipto con Al Jihand, un movimiento clandestino formado por Ayman al Zawahiri, adjunto de Bin Laden.
Este grupo está acusado de haber asesinado en 1981 al presidente egipcio Anuar el Sadat, por lo que también Atef es buscado en Egipto para ser juzgado por magnicidio.
La primera vez que se encontró con Bin Laden fue al parecer durante la guerra contra el ejército soviético, cuando éste ocupaba Afganistán (1979-1989).
Entonces se habría hecho cargo del reclutamiento y entrenamiento de combatientes que llegaban a Afganistán para la guerra contra la URSS. Además, una de las hijas de Atef se habría casado en febrero pasado con un hijo de Bin Laden.
De acuerdo con la lista de terroristas "más buscados" por Estados Unidos, Atef era po-sible sucesor de Bin Laden en Al Qaeda.
Al responder sobre la forma en que murió el lugarteniente de Bin Laden, Rumsfeld afirmó que se trató de "un ataque aéreo, no de una acción en tierra".
Según fuentes del Pentágono, la muerte ocurrió durante la víspera, mientras Stufflebeem señaló que las informaciones sobre la muerte de Atef provinieron de la intercepción de comunicaciones de los talibanes luego de un ataque.
Sobre Bin Laden, el principal sospechoso de los atentados contra Nueva York y Washington, Rumsfeld dijo que todo indicaba que aún está en Afganistán, y "no tenemos ninguna razón para creer que esté en Pakistán", como sostenía una versión de la radio gubernamental iraní.
Los estadunidenses temen que el máximo dirigente de Al Qaeda logre huir aprovechando la desbandada de los talibanes, a través de las zonas tribales pashtunes que se extienden a ambos lados de la frontera entre Afganistán y Pakistán.
El Pentágono había anunciado el jueves que varios responsables talibanes y de Al Qaeda habían muerto durante bombardeos efectuados el martes y miércoles cerca de Kabul y de Kandahar, y que la opositora Alianza del Norte había capturado a "algunos jefes de alto rango" de Al Qaeda.
Los soldados estadunidenses destacados en la zona participarán en los interrogatorios de esos responsables, dijo hoy Rumsfeld a la prensa, durante una visita a una ba-se militar en Waukegan, Illinois. Informó además que fuerzas especiales estadunidenses participan en los combates terrestres, tanto en el norte como en el sur del país.
"Matan a los talibanes", respondió, ante una pregunta sobre las actividades de estas fuerzas, especialmente las que están en el sur de la nación centroasiática.
Explicó además que los militares estadunidenses tratan de aprovechar al máximo la desorganización de sus adversarios, que parecen en total descalabro, luego de apenas una semana de la victoria de la oposición armada alcanzada con la toma en el norte de la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif, el 9 de noviembre.
Luego de los bombardeos masivos estadunidenses de las primeras semanas, la estrategia parece ahora concentrase en ataques aéreos muy precisos, contra los combatientes en retirada u objetivos probablemente marcados por talibanes capturados o desertores, y una presencia en tierra más agresiva de las fuerzas especiales, destacan analistas estadunidenses.
Según el secretario de Defensa, ningún soldado estadunidense ha muerto en estos combates terrestres, pero señaló que ciertas situaciones habían sido difíciles, principalmente días atrás, durante el asalto de la Alianza del Norte contra Mazar-e-Sharif.
"En ciertos momentos (la oposición) tenía menos éxito, era rechazada. Nos solicitaron ayuda y nosotros rechazamos" a las fuerzas talibanes, dijo.
Tropas especiales de otros países también actúan en el sur de Afganistán, informó el jefe del Pentágono, sin precisar la nacionalidad de los efectivos. Gran Bretaña y Francia, según dejaron trascender esos países, ya tendrían fuerzas militares actuando en el país centro asiático.
Por lo pronto, fuerzas de elite estadunidenses y británicas fueron desplegadas en la base aérea de Bagram, a 50 kilómetros al norte de Kabul, en previsión de acciones humanitarias o militares, dijo el Pentágono.
Paquete de leyes
En otro ámbito, más de nueve semanas después de los atentados del 11 de septiembre el Congreso estadunidense aprobó este viernes un paquete de leyes que incluyen el otorgamiento al gobierno federal de la responsabilidad en la seguridad en los aeropuertos de todo el país.
La falta de seguridad en los aeropuertos quedó en evidencia luego que 19 terroristas secuestraron cuatro aviones comerciales para cometer esos atentados.
Uno de los componentes de la nueva ley es el uso regular de policías armados vestidos de civil en los vuelos dentro del país, y permitir que los pilotos porten cierto tipo de armas, si tienen el entrenamiento y la certificación requerida.
La demora en aprobar la federalización de la seguridad se debió a la oposición de sectores republicanos que rechazaban una am-pliación del aparato estatal y propusieron que los controles fueran asumidos por em-presas de seguridad privadas.
El compromiso alcanzado prevé entonces que los funcionarios federales asuman la seguridad (que incluye la revisión de equipaje) dentro del plazo de un año, y que sólo después de tres años los aeropuertos que tengan buena seguridad puedan retornar la actividad al sector privado.
Por último, el aeropuerto internacional de Hartsfield, en la ciudad de Atlanta, considerado como el de mayor tráfico en el mundo, fue cerrado este viernes durante varias horas debido a una violación de la seguridad, hecho que dejó varados a miles de pa-sajeros y provocó la suspensión de numerosos vuelos.
Todos los vuelos de salida fueron suspendidos y entre 5 mil y 10 mil pasajeros y personal del aeropuerto fueron sacados de la terminal en la tarde del viernes después de que un hombre pasó corriendo por un punto de inspección en la terminal aérea y bajó unas escaleras automáticas usadas por los pasajeros de llegada.
"El aeropuerto fue reabierto y se les está permitiendo a los pasajeros entrar", dijo un funcionario de Hartsfield.
Las autoridades dijeron que no capturaron al hombre, del cual desconocen su identidad, pero que cuentan con imágenes de vi-deo en el momento en que pasaba corriendo junto a un guardia de seguridad y con dirección a un área con acceso a las puertas de salida del aeropuerto.
El cierre de la terminal aérea repercutió en Wall Street, donde las acciones cayeron a mínimos durante la jornada, en un reflejo de nerviosismo.