Ť Rinden tributo postmórtem al filósofo mexicano

Abelardo Villegas siempre pugnó por la emancipación mental de AL

CARLOS PAUL

Las reflexiones del historiador Abelardo Villegas sobre la modernidad y la descolonización, así como para independizar la mentalidad latinoamericana en relación con Estados Unidos, ''no han penetrado en la sociedad mexicana", expresó la investigadora Patricia Galeana, quien con Ernesto de la Torre Villar, Silvestre Villegas y Alvaro Matute participó en el homenaje que se le rindió el pasado martes al filósofo mexicano en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, a cuatro meses de su fallecimiento en Helsinki, Finlandia.

Villegas fue un filósofo de la historia de México, cuyas investigaciones sobre los fundamentos filosóficos de los derechos humanos y sus obras Filosofía en México, Panorama de la filosofía iberoamericana actual, Reformismo y revolución en el pensamiento latinoamericano, Autognosis y El pensamiento mexicano en el siglo XX, entre otras, dan cuenta de su preocupación por el devenir de México y Latinoamérica.

A lo largo de su obra hay una constante, apuntó Galeana: su amplio conocimiento de la historia, que da sustento a sus reflexiones.

En un conjunto de ensayos que lleva por título México en el horizonte liberal, publicado en 1981, ''Villegas destaca la necesidad de estudiar la ideología liberal, no sólo porque fue la que contribuyó al Estado nacional mexicano, sino porque todo el siglo XX el país siguió inmerso en ella".

En ese texto, abunda la investigadora, se subraya la importancia de comprender el liberalismo para entendernos a nosotros mismos, para vislumbrar (cita a Villegas) ''la posibilidad del tránsito al socialismo".

Ahistoricidad del porfirismo

Al hacer un recorrido por la historia de la construcción del Estado mexicano, ''los juicios históricos de Villegas son claros y certeros". Analiza los problemas básicos del liberalismo mexicano y su proyecto de liquidar las supervivencias novohispanas. Estudia la ideología de José María Luis Mora, Melchor Ocampo y Benito Juárez, así como el ''discutidísimo" tratado MacLane-Ocampo.

Estudia a Justo Sierra, refirió Galeana, ''y pone en duda que se pudiera 'crear una educación para la libertad en el seno del porfirismo'. Señala que 'lo malo del liberalismo y el porfirismo es precisamente su ahistoricidad, su dislocación, no de la historia, que eso es imposible, sino del sentido de la historia'. Concluye que 'el malestar profundo de México consiste en vivir distintos tiempos históricos a la vez. Hay, en consecuencia -continúa la cita- que concentrarse en los estados superiores que enfilan la dirección de los acontecimientos. En eso consiste la revolución, en quebrantar una hipóstasis histórica y en echar a andar de nuevo la historia mexicana'".

Villegas fue uno de los discípulos más destacados de Leopoldo Zea y un gran maestro universitario, coincidieron los investigadores. Entre sus preocupaciones estuvo siempre la emancipación mental respecto de Estados Unidos, la cual es tan necesaria como la política y económica, y cuyo instrumento para lograrlo, cita Patricia Galeana a Villegas:

''Tiene que ser la cultura, pero una cultura que busque rumbos distintos al del ya obsoleto nacionalismo oficial que se ha mostrado suficientemente como una forma de manipulación. Para despojar a nuestra cultura de su carácter dependiente y colonizado, es condición indispensable un examen minucioso y detenido de nuestra historia y una valoración correcta de nuestro pasado."