VIERNES Ť 16 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Faltó diálogo con manifestantes, admite el Ejecutivo

Pide López Obrador a la Federación que escuche a campesinos de Atenco

ELIA BALTAZAR

El secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy, aseguró ayer que no fue enfrentamiento lo ocurrido entre la policía y los ejidatarios de San Salvador Atenco. Se trató, -dijo- de una agresión y tuvimos que responder: lo lamentamos mucho."

El jefe de la policía capitalina aseguró que "de ninguna manera íbamos a impedir la marcha, sólo queríamos pedirles que nos ayudaran a aliviar la carga vehicular, pero no hubo oportunidad de diálogo".

Así lo asumió también el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, quien consideró que en la gresca protagonizada por efectivos de la SSP y los campesinos faltó diálogo y convencimiento, pues lo cierto es que no habían bloqueado la vialidad.

Si bien López Obrador aseguró que en el Distrito Federal se respeta el derecho de manifestación, también advirtió que el problema con los ejidatarios es un asunto del estado de México y de las autoridades federales, pues fue provocado por la decisión de construir el aeropuerto en Texcoco.

Dijo: "el gobierno federal debe intervenir y crear una comisión" para escuchar las peticiones y conocer la postura de los ejidatarios de San Salvador Atenco, con el fin de evitar otro enfrentamiento como el ocurrido el miércoles pasado.

"Espero que los altos funcionarios del gobierno federal y quienes están impulsando el proyecto recapaciten, porque no se trata sólo de decir a los campesinos que dejen su tierra y se conviertan en taxistas o maleteros", advirtió.

Agregó que es necesario atender las demandas de los campesinos mexiquenses: "Hay que escucharlos y actuar mediante el diálogo en la búsqueda de acuerdos, porque en estos casos de nada sirve la sordera", dijo.

Para López Obrador, soslayar o despreciar la actividad de los ejidatarios de San Salvador Atenco no sólo es una falta de respeto para ellos, sino una violación a sus derechos humanos. Porque cualquier persona tiene la libertad de dedicarse a lo que le guste."

No es posible, dijo, que a la gente que ha dedicado su vida a la tierra se le trate como a un objeto. Porque eso, agregó, sólo ocurre en los gobiernos autoritarios. "No sé por qué tanto interés en la construcción del aeropuerto en Texcoco, y ya llegamos a puntos en que los patos dijeron que sí y los campesinos pueden volverse maleteros."

El jefe de Gobierno capitalino aseguró que la gente de San Salvador Atenco será bienvenida en la ciudad cuantas veces quieran manifestarse, porque "su causa es justa y tienen el derecho que les otorga la Constitución". Sólo les pidió considerar no venir con machetes porque "no hace falta, porque nosotros no vamos a utilizar a los granaderos para golpear a la gente". Nuestra obligación, abundó, es garantizar el orden con respeto a las libertades de los ciudadanos.

López Obrador rechazó hacer un llamado a las autoridades del estado de México, porque "cada cual tiene sus responsabilidades como autoridad".

Por su parte, el jefe de la policía capitalina advirtió también que el problema que enfrentan los ejidatarios no es responsabilidad del Gobierno del Distrito Federal, sino de las autoridades federales y del estado de México.

Dijo: "ojalá ellos dialogaran previamente para que los campesinos no tuvieran que venir hasta acá y mucho menos armados con palos y machetes".

Aseguró que de ninguna manera se dio alguna orden para enfrentarlos, pues se trataba sólo de pedirles que desalojaran unos carriles para mejorar la vialidad, porque "es nuestra responsabilidad". Sin embargo, aseguró, no hubo oportunidad para convencerlos.