viernes Ť 16 Ť noviembre Ť 2001

Lus Javier Garrido

El engaño

El fracaso estrepitoso de Vicente Fox al frente del nuevo régimen ha sido consecuencia del engaño que entrañó prometer un cambio y seguir las mismas políticas económicas y sociales del salinismo, así como de su megalomanía en el ejercicio del poder, pero sobre todo de su obcecación en seguir gobernando con los aparatos represivos del régimen priísta y negarse a respetar los derechos fundamentales de los mexicanos.

1. El problema principal del nuevo gobierno no radica en que Fox desconozca cuándo fue la expropiación petrolera o quién es Jorge Luis Borges, poniendo a México en evidencia en el exterior, sino en que gobierne siguiendo consignas del extranjero y en función de los intereses del gran capital, para lo cual se apoya cada vez más en los viejos aparatos y mecanismos de coerción y represión.

2. El problema de la violación a los derechos humanos, lejos de resolverse, se ha agravado por las componendas del foxismo con el antiguo régimen y con los intereses del narcosalinismo, que muy difícilmente podrían entenderse como simple ineptitud. Fox no tiene explicación para los mexicanos ni para la comunidad internacional de por qué luego de casi un año de haber asumido el cargo -y de protestar cumplir la Constitución- sigue gobernando con los aparatos represivos del viejo régimen, negándose a depurarlos y a aplicarles la ley a militares y judiciales, así como a sus predecesores, o de por qué han seguido los desaparecidos y los crímenes de Estado. Ni por qué mantuvo en la cárcel a decenas de presos políticos, de los cuales los más notables han sido el general José Francisco Gallardo, los campesinos ecologistas de Guerrero y la estudiante Erika Zamora, de cuya privación ilegal de la libertad en este lapso de casi un año es el único responsable, y cuya liberación está siendo exigida y lograda por la comunidad internacional y organizaciones nacionales. Cómo tampoco de por qué lejos de impulsar un cambio al marco legal se refugia en la retórica mientras en los hechos cancela derechos, como aconteció con su traición a los pueblos indios.

3. El ultimátum de la CIDH a Fox para que libere de inmediato al general Gallardo, el más antiguo preso de conciencia del país, cuyo único delito ha sido luchar por el respeto de los derechos humanos en las fuerzas armadas (14/11/01), sitúa a Fox ante la comunidad internacional en el sitio que merece como continuador de las políticas del priísmo.

4. El gobierno foxista ha causado también una gran decepción en muchos sectores dentro y fuera del país, ya que no ha hecho nada para desmantelar a los grupos paramilitares constituidos en los años de Salinas y de Zedillo, que siguen operando en el México rural y que son la expresión más acabada del terrorismo de Estado que Fox solapa.

5. Las políticas neoliberales no pueden ser impuestas sino a través de la coacción y en México han llevado a la consolidación de un narcosistema de poder, en el que Fox se ha montado, y el cual es la negación misma de un estado de derecho y del respeto a los derechos básicos.

6. El problema de fondo está en que los partidos políticos, que no tuvieron en 2000 ni tienen ahora una propuesta de transición política "democrática" y que han sido incapaces de presentar al país otro proyecto económico y social diferente al del neoliberalismo, que llevó a la debacle política a la tecnocracia priísta y que Fox ha seguido sumiso, tampoco han hecho de los derechos humanos una prioridad de sus políticas, ni de los individuales ni de los sociales, con lo que la sociedad está sola en la defensa que está haciendo de éstos.

7. El verdadero parteaguas del siglo XXI no lo constituye el ataque aún no identificado contra las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre, sino el discurso amenazador de George W. Bush del día 20, en el que sienta las bases de la nueva estrategia del capital trasnacional, que con el pretexto de luchar "contra el terrorismo" pasa no sólo por desconocer el orden jurídico internacional, sino el marco mundial en materia de derechos humanos. Al mismo tiempo que se suceden miles de muertos en los bombardeos genocidas en Afganistán, en Estados Unidos se están cancelando derechos fundamentales, con la prerrogativa otorgada al Ejecutivo para hacer una guerra a su criterio, suprimir derechos esenciales al autorizarlo a hacer arrestos indiscriminados y juicios clandestinos y sin garantías a supuestos "terroristas", o a la confiscación de cuentas bancarias y la limitación del derecho a la información.

8. Los signos que se presentan en México en el nuevo siglo en materia de restricciones y violaciones a los derechos fundamentales son preocupantes, pues ya no vienen ahora del sistema priísta sino de los partidos en su conjunto, incluyendo al PRD, y lo que acontece en la capital es muy significativo. La insistencia de los legisladores perredistas en pretender coartar el derecho constitucional de manifestación por la vía de reglamentarlo, ha ido aunada a una política sistemática del gobierno capitalino de reprimir marchas y manifestaciones, la que busca enviar señales a los grandes empresarios y a organismos financieros de que el perredismo en el poder tendría la mano dura contra los movimientos sociales, sobre todo si protestan contra los proyectos del gran capital, como aconteció hace dos días.

9. Andrés Manuel López Obrador falta a la verdad cuando dice que sus granaderos fueron agredidos por los campesinos de San Salvador Atenco y otras comunidades que vinieron a la ciudad de México a manifestar su oposición a la construcción en sus tierras del nuevo aeropuerto (14/11/01), como se vio en las imágenes de la televisión que evidenciaron la actitud de provocación de los granaderos y su brutal intervención frente a una marcha pacífica, agresión que tuvo que ser repelida por los campesinos.

10. Los derechos de los individuos y de las comunidades lejos de ser ampliados se hallan cada vez más amenazados y ése es hoy el desafío fundamental para todos.