VIERNES Ť 16 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Exagera cifras en cuanto a demanda de energía e inversión requerida, afirman

El gobierno foxista justifica con datos falsos la privatización eléctrica, según senadores del PRI

ANDREA BECERRIL

Cifras y datos que el gobierno de Fox ha esgrimido para sustentar la privatización de la industria eléctrica son "falsos", ya que los requerimientos de inversión y demanda de electricidad "han sido sobredimensionados con intención de alarmar al Congreso y a la sociedad", se advierte en la propuesta de restructuración de ese sector que elaboró la fracción del PRI en el Senado de la República.

En el documento, elaborado bajo la coordinación de Manuel Bartlett Díaz y presentado en reunión privada a la bancada tricolor, se excluye toda posibilidad de reformar la Constitución para privatizar el sector eléctrico; se proponen en cambio alternativas para fortalecerlo, "para que siga siendo uno de los pilares del desarrollo económico y social, así como de la soberanía y seguridad de la nación".

La postura priísta, basada en más de un año de estudios y análisis en la materia, parte de la experiencia negativa de privatizaciones eléctricas en otros países y de la certeza de que se cuenta con un moderno sistema mexicano de electricidad, con una Comisión Federal de Electricidad que ha probado que funciona y, "lo más importante, que con ajustes adecuados puede mejorar su funcionamiento y garantizar su viabilidad a largo plazo".

En esa Propuesta de restructuración y fortalecimiento del sector eléctrico en México, base de la iniciativa de ley que el PRI presentará en la materia, los senadores del tricolor precisan: "en el fondo de nuestro empeño por mantener una industria eléctrica nacionalizada está la defensa del servicio público, y por consiguiente, del interés nacional".

En un capitulado especial se echa abajo lo que llaman "falsos problemas": los argumentos del gobierno foxista. "Al igual que en el pasado, se magnifican problemas y necesidades y se minimiza la capacidad de la CFE para afrontar el reto de la expansión del servicio y se atribuyen a la apertura, especialmente a los mercados eléctricos, virtudes maravillosas."

Ese estudio concluye que es falso que en los próximos años se necesite mucha electricidad y dinero para garantizar el abasto de energía y que el Estado no tenga recursos para modernizar esa industria. Se precisa que el gobierno foxista ha afirmado que la tasa de crecimiento de la demanda de energético será de 9 por ciento, algo poco probable, pues ya se descartó que el PIB crezca 7 por ciento este sexenio.

La afirmación gubernamental de que se requieren 590 mil 607 millones de pesos entre 2000 y 2009 para garantizar el abasto de electricidad es también falsa, agrega el documento. "Estos requerimientos de inversión han sido claramente sobredimensionados para alarmar al Congreso y a la sociedad, pues, eliminada la doble contabilidad y adoptando hipótesis menos infladas, se concluye que se requiere entre 40 y 70 por ciento menos que la estimación oficial."

Es igualmente falso que el Estado carezca de recursos para modernizar el sector, pues los subsidios ascendieron a 44 mil 600 millones de pesos en 2000, y su racionalización permitiría generar recursos por más del doble de los que se necesita invertir cada año.

En el documento se desmiente asimismo que la inversión en electricidad compita con el gasto social, o que la actual estrategia de financiamiento se haya agotado. No hay argumentos válidos para poner en manos de trasnacionales un sector estratégico, concluye.

Su propuesta se sustenta en dar independencia financiera y de gestión a CFE y Luz y Fuerza del Centro. "Se requiere que salgan del presupuesto federal, pues sólo así conseguirán operar a menores costos totales con indicadores de proceso que respondan competitivamente a estándares internacionales."

Se plantea que la SHCP asuma los pasivos de Luz y Fuerza del Centro para lograr su saneamiento financiero y que en una segunda etapa se integre a la CFE para unificar el sector eléctrico, tomando en cuenta la situación laboral de ambas empresas y la existencia de dos sindicatos, SUTERM y SME, y sus respectivos contratos colectivos.