VIERNES Ť 16 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť "Una relación amplia y equitativa no puede alcanzarse a través del TLC"
México no puede hacerle el trabajo sucio a EU: Cárdenas
Ť Asegura que una estrategia mal concebida está haciendo fracasar el combate a las drogas
Una relación amplia y equitativa entre México y Estados Unidos no puede alcanzarse a través del TLC o el Acuerdo de Libre Comercio para América; una amistad duradera no puede construirse sobre vínculos con el peso puesto en un solo lado, aseguró el ex candidato presidencial perredista Cuauhtémoc Cárdenas.
En la Universidad de Texas, Cárdenas Solórzano repasó los temas primordiales de la agenda bilateral. México, planteó en el asunto migratorio, no puede aceptar hacerle el trabajo sucio a Estados Unidos; ninguna frontera o barrera hará desaparecer el carácter conflictivo de la migración.
Identificó al narcotráfico como el problema más difícil en el manejo de la relación entre ambos países, y sostuvo que el combate a este ilícito debe tener como prioridades la lucha contra la corrupción, el mejoramiento de las condiciones rurales mexicanas y la disminución del consumo estadunidense.
En palabras introductorias, Cárdenas se refirió a los ataques de Estados Unidos en Afganistán. Se trata, dijo, de un conflicto que debe llevarse a los marcos del derecho internacional. La muerte y la destrucción no deben imponerse, sino la preservación de la vida y el impulso al desarrollo.
"Llamemos a la conciencia de los gobernantes -añadió-, de quienes hoy deciden el destino de los pueblos, y hagámosle ver que la vida, el progreso y la paz son los principios fundamentales".
En materia migratoria recordó los compromisos que los presidentes George Bush y Vicente Fox han ofrecido en este sentido. En el caso del mandatario mexicano citó el planteamiento para que a fines de este año pudiera aclanzarse un acuerdo migratorio que permita la regularización de 3 millones de trabajadores indocumentados.
Pero la respuesta de Bush no fue en ese sentido, apuntó. Hoy es válido preguntarse si el gobierno mexicano tendrá el valor y la audacia de mantenerse firme en esa posición, o si una vez más desconocerá responsabilidades hacia los millones de mexicanos que han cruzado la frontera.
El programa de trabajadores huéspedes es insuficiente, comentó. Este año ofrece empleo temporal a 60 mil trabajadores, 15 mil más que el año pasado, aunque sin tomar en cuenta las condiciones de trabajo de millones de indocumentados.
Respeto a derechos básicos
Por ello, argumentó, el gobierno mexicano debe echar mano de todo recurso a su alcance para lograr el respeto a los derechos básicos de esos mexicanos.
Con relación al narcotráfico, Cárdenas Solórzano expuso que una estrategia mal concebida está haciendo fracasar el combate a las drogas. Dos amplios grupos de víctimas inocentes se convierten en la fuente de poder de los cárteles.
Por un lado, explicó, el suministro de droga con campesinos latinoamericanos empobrecidos que ganan más en los cultivos ilícitos que con los legales. En el otro extremo, los jóvenes pobres de las áreas urbanas marginadas de Estados Unidos que utilizan las sustancias como escape sicológico o autodestructivo.
La certificación, agregó, debe eliminarse, pues México no puede seguir vendiendo su dignidad para recibir reconocimiento en certificados de buena conducta.
En la cuestión económica dijo que los gobiernos mexicanos anteriores y el actual de filiación panista promueven la integración mexicana a la economía estadunidense sobre la base de la aportación de mano de obra barata, materias primas y turismo a cambio de bienes de capital, productos manufacturados, granos, créditos e inversión extranjera.
Ello ha dado como resultado que una amplia porción de la población mexicana sea excluida de los frutos del desarrollo. México, ejemplificó, debiera estar recolectando mayores impuestos de las industrias maquiladoras para desarrollar la infraestrctura de las distintas regiones.
El fin último de la integración laboral mexicana-estadunidense no debiera ser la explotación indefinida de los trabajadores mexicanos, sino el cierre de la brecha salarial.
Así, la convergencia de intereses nacionales no puede decretarse, resumió. Debe surgir de un diálogo franco entre ambas sociedades y gobiernos. Por ello se requieren mecanismos que estimulen esos contactos de grupos de empresarios, dirigentes laborales, líderes comunitarios, movimientos sociales, ambientalistas, intelectuales, periodistas, dirigentes religiosos, partidos y estudiantes de todas las tendencias.