VIERNES Ť 16 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Plantean distribuir las cargas fiscales equitativamente, sin afectar a los más pobres
No privilegiar capital sobre gasto social, piden obispos
JOSE ANTONIO ROMAN
En la definición de la política económica y la distribución del gasto social, el gobierno y el Congreso deben tomar en cuenta que el hambre, la pobreza y la creciente desigualdad de oportunidades y riqueza son fuente de desórdenes sociales, violencia e inseguridad, afirmaron los obispos de las diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, y de la Tarahumara, José Luis Dibildox.
Al opinar sobre el presupuesto que se destinaría al gasto social el próximo año, manifestaron que desde hace varios sexenios las políticas económicas han generado una acelerada concentración de la riqueza en "muy pocas manos".
En conferencia de prensa la sede de Lago de Guadalupe, Raúl Vera dijo que si bien la economía nacional está supeditada a un contexto internacional, con una creciente interdependencia, no se puede negar que en el pasado los funcionarios públicos "no fueron del todo honestos", situación que hoy se refleja en el servicio de la deuda externa y en los compromisos financieros del gobierno que comprometen seriamente el presupuesto.
Acompañado por los obispos Gilberto Valbuena Sánchez, de Colima; José Luis Dibildox, de la Tarahumara, y Guillermo Ortiz, auxiliar de México, Vera López señaló la urgencia de modificar la concepción de que el Estado no debe preocuparse tanto por el gasto social, concentrándose sólo en el capital. Estas son prácticas que se imponen a los países pobres, pues la realidad es que en las naciones desarrolladas no opera de la misma manera y se ofrece más atención a los sectores sociales menos favorecidos.
Por su parte, José Luis Dibildox hizo un llamado al Congreso para que se apruebe la reforma fiscal, a fin de que la Federación capte más recursos para hacer frente a las necesidades del país. Aclaró que debe privar el criterio de no dañar aún más a los sectores más desposeídos, lo que implica no gravar con impuestos alimentos y medicinas.
Las cargas fiscales deben distribuirse equitativamente y se debe atender prioritariamente a los más pobres, dijo.