JUEVES Ť 15 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Cada persona debe superarse gracias a su esfuerzo y con ayuda gubernamental, dice
Llama Fox a desterrar el paternalismo en las políticas de combate a la pobreza
Ť Pide al Legislativo aprobar una nueva hacienda distributiva para impulsar el desarrollo
JESUS ARANDAENVIADA
El presidente Vicente Fox se comprometió ante los representantes de las asociaciones de asistencia privada a establecer "redes y alianzas" con las organizaciones civiles para impulsar y definir políticas públicas a favor de los grupos más necesitados del país e insistió en que es prioridad de su gobierno trabajar con el fin de disminuir significativamente la pobreza, la desigualdad y la marginación. Adelantó también que en los próximos días dará a conocer "una nueva política social".
En tanto, la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, reconoció que el presupuesto planteado por el Ejecutivo federal para el año próximo aumentó en términos reales en menos de tres por ciento, aunque se congratuló por que al menos "no decreció", a pesar de las dificultades económicas que enfrenta el país.
Acompañado de su esposa Marta Sahagún y de la titular de Desarrollo Social, así como de representantes de organizaciones civiles dedicadas a la filantropía, Fox afirmó que es tiempo de desterrar de manera definitiva el clientelismo, el paternalismo y la ineficiencia y dejar de lado la mentalidad "asistencialista" que predominó en años anteriores.
La nueva estrategia de combate a la pobreza, explicó Fox en el marco de la inauguración del tercer Congreso de Cooperación y Desarrollo AC "Formando Alianzas", que se celebró en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, requiere también de más recursos, por lo que recordó que por eso propuso "responsablemente" al Poder Legislativo "una nueva hacienda distributiva", para impulsar un desarrollo efectivo y sostenido.
Dijo que el nuevo eje de la estrategia gubernamental contra la marginación radica en "apoyar a millones de personas para que salgan de la pobreza por su propio pie y gracias a su propio esfuerzo", además de la creación de redes y alianzas con la sociedad civil, para constituir así el esqueleto que sostenga la dinámica del desarrollo.
En un tono conciliador, Fox aprovechó para hacer un llamado "a todos y a todas", para que el gobierno, las organizaciones civiles, los empresarios y la prensa se sumen a esta oportunidad histórica de construir un México diferente, transparente, justo y próspero.
Por su parte, Vázquez Mota fue más allá en su planteamiento al señalar que "la superación de la pobreza no es un monopolio del gobierno federal, estatal o municipal", y subrayó que "para la Secretaría de Desarrollo Social no hay una política social de Estado sin la participación activa, corresponsable y autónoma de la sociedad civil".
Adelantó la funcionaria que entre los nuevos programas contra la pobreza impulsados por la actual administración destaca el impulsar el desarrollo económico de las mujeres en situación de muy alta marginación, porque "la pobreza tiene un rostro eminentemente femenino", ya que cada peso destinado a una mujer "llega casi en totalidad a beneficio de sus hijos y de su hogar".
Posteriormente, en entrevista, dijo que a pesar de la restricción presupuestal prevista para 2002, aplicarán programas de ordenamiento territorial y desarrollo urbano, además de medidas para combatir la pobreza urbana y semiurbana que se ha agravado de manera muy significativa en los últimos años, entre otros.
La intervención de la funcionaria fue sellada con un fuerte aplauso de los asistentes, entre los que se encontraban muchos sacerdotes y religiosas. Ella había hecho eco, en términos generales, de los planteamientos de José Ignacio Avalos Hernández y Alan de la Torre Lobera, quienes insistieron en la necesidad de establecer "alianzas estratégicas" que vinculen las acciones de gobierno, de la iniciativa privada, de la sociedad civil, para consolidar los mecanismos que permitan solucionar los problemas que originan la pobreza y la marginación.
Ambos se quejaron de la visión que había mantenido el gobierno federal durante los últimos años en la materia, el cual no colocó a la persona o al individuo "en el centro del desarrollo".
Torre Lobera, director del Nacional Monte de Piedad, no ocultó su "júbilo" porque "hoy se concibe y se acepte con amplio agrado que la iniciativa privada participe en el combate a la pobreza".
Pero, precisó, para lograr una mayor participación se requiere que las 570 organizaciones de asistencia privada que hay reciban "el mayor número posible de facilidades y estímulos".
Tras insistir que la asistencia privada debe ser eso, "privada", Torre Lobera se quejó ante el Presidente del marco legal que les rige en el Distrito Federal, a partir de la implementación de una nueva ley en la materia impulsada por el gobierno perredista de Cuauhtémoc Cárdenas. Necesitamos, señaló dirigiéndose al jefe del Ejecutivo, de un marco legal que procure el fomento y desarrollo de las organizaciones civiles "como se venía dando antes de la emisión de la improvisada y discutida Ley de Instituciones de Asistencia Privada para el Distrito Federal de diciembre de 1998". En este tenor se pronunció porque sea federal el marco que regule esas instituciones.
Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación
Por la mañana, el presidente Fox encabezó en el Casino Militar del Campo Marte la presentación de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, en donde aseveró que en el país que estamos construyendo "no hay cabida para la exclusión, distinción o restricción" basada en la edad, el género, estado civil, idioma, religión, ideología, grupo social o étnico; como tampoco por la situación económica, estado de salud, situación migratoria, orientación sexual, discapacidad, color de piel "ni ningún otro motivo", porque la dignidad de las personas no es negociable.
En la reunión a la que asistieron las dirigentes nacionales de PRD y PRI, Amalia García y Dulce María Sauri, respectivamente, así como la presidenta de la Cámara de Diputados, Beatriz Paredes, fue notoria la ausencia del dirigente panista Luis Felipe Bravo Mena y de Diego Fernández de Cevallos, presidente del Senado. Fox añadió que la prevención y la eliminación de toda forma de discriminación en el país es no sólo una inversión en nuestro futuro, sino una insoslayable deuda moral y política con quienes han sido marginados o segregados.
El Ejecutivo planteó la necesidad de fomentar una nueva cultura en contra de toda forma de discriminación fomentada desde el hogar y las escuelas, para que las nuevas generaciones comprendan la importancia del tema y los mexicanos "nos veamos de igual a igual".
Por su parte, Gilberto Rincón Gallardo, presidente de la Comisión Ciudadana de Estudios contra la Discriminación e impulsor del proyecto de ley referido, señaló que si en México no se acompañan los logros irrenunciables en materia de democracia electoral con la apertura de un nuevo sentido de igualdad ciudadana y una nueva consideración sobre la relevancia de nuestros derechos, "corremos el riesgo de retrocesos y desvíos de alta peligrosidad social".