Ť Existen superficies aptas para la expansión en el sur de Pachuca, indica un estudio
El proyecto Tizayuca habría impulsado la desconcentración metropolitana: Conapo
Ť Necesitaba una inversión extraordinaria para el sistema de transporte ferroviario, señala
ALONSO URRUTIA/ II Y ULTIMA
Las recomendaciones del Consejo Nacional de Población
(Conapo) al gobierno federal acerca del impacto demográfico que
tendría el nuevo aeropuerto, señalan que el proyecto Tizayuca
presenta importantes ventajas para el desarrollo metropolitano "y podría
convertirse en un aliado potencial de los esfuerzos de ordenamiento territorial
de la ciudad de México y la región central".
En el documento enviado a las secretarías de Gobernación
y de Comunicaciones y Transportes antes de que se adoptara la decisión
de construir el aeropuerto en la zona de Texcoco, el organismo subraya
que el proyecto Tizayuca "podría contribuir a impulsar la desconcentración
metropolitana hacia una de las ciudades de la corona regional, apoyándose
en la oferta urbana del sur de Pachuca, con superficies aptas para la expansión".
Además, esa opción conviviría e "incluso se complementaría
con el aeropuerto actual".
No obstante, en el estudio Implicaciones demográficas y territoriales de la construcción del nuevo aeropuerto, el Conapo reconoce que la opción Tizayuca requería de una inversión extraordinaria para desarrollar el sistema integrado de transporte ferroviario de la zona metropolitana e impulsar un sistema vial eficiente con ejes estructuradores. La canalización de cuantiosos recursos debería tener el objetivo de mejorar significativamente las rutas y medios para acceder a lo que sería el nuevo aeropuerto.
Agrega que el proyecto Tizayuca se realizaría en varias fases, por lo que la utilización óptima del tren de pasajeros avanzaría en paralelo con las etapas de construcción del citado proyecto.
Ventajas y creación de empleos
Independientemente de la construcción del aeropuerto, "las ventajas que traería la construcción del ferrocarril suburbano se relacionan con la creación de mil 500 empleos en tres años, derivados de la fabricación del tren, 250 empleos permanentes para su operación y más de 5 mil empleos durante su construcción".
Otras ventajas adicionales es que se mantendría la mayor parte de la planta laboral que actualmente tiene el aeropuerto capitalino, se tendría disponible la otra terminal aérea en casos de emergencia y se realizaría un traslado paulatino de operaciones hacia Tizayuca conforme la demanda lo requiriera.
Respecto del espacio aéreo, el Conapo señala que Tizayuca no presenta dificultades porque las condiciones climatológicas son favorables, tiene una atmósfera limpia, visibilidad y poca incidencia de nieblas. Su ubicación, en una zona de baja humedad relativa, permite anticipar que no se presentarían lluvias torrenciales.
Agrega que la zona favorece la operación aeronáutica
porque no presenta elevaciones importantes de terreno y los suelos tienen
una pendiente adecuada para su dren natural, por lo cual no se requerirían
obras para evitar inundaciones.
El área de influencia inmediata no está
urbanizada, es poco poblada, sin vegetación natural y con terrenos
que se utilizan para actividades agrícolas de temporal. El organismo
cita estudios que indican que los suelos tienen resistencia suficiente
para la construcción de instalaciones aeroportuarias.
El análisis del organismo consultor de Gobernación en materia demográfica destaca que la potencial "atractividad" derivada de cualquiera de los proyectos es diferenciada, entre otras razones porque "en el caso de Texcoco, el aeropuerto no está concebido como un proyecto de desarrollo regional; en contraste, el de Tizayuca se complementaría con las actividades económicas impulsadas por el proyecto Hidalgo".
De acuerdo con estimaciones del Conapo, de manera asociada al aeropuerto se podrían vincular otros megaproyectos en Pachuca, dando lugar a un corredor caracterizado por su dinamismo económico, donde se conjugarían grandes proyectos inmobiliarios con la inversión en obras públicas y la participación de las industrias de la construcción y el comercio organizado, transformando la zona en un polo de desarrollo económico.
Las proyecciones de crecimiento demográfico que elaboró el Consejo Nacional de Población plantean diversos escenarios. En el caso más extremo, que supone una muy elevada atracción demográfica, establece que la zona de Tizayuca y los municipios de influencia inmediata (Villa de Tezontepec, Tolcayuca, Zapotlán de Juárez, Epazoyucan, Mineral de Reforma y Zempoala, en Hidalgo; así como Tecámac, Ecatepec, Hueypoxtla, Jaltenco, Temascalapa y Zumpango, en el estado de México) registrarían un incremento poblacional hacia el 2030 de 1.9 millones de personas, que sumadas a los 2.2 millones que actualmente residen ahí ubicarían en 4.1 millones la población total.
Con este incremento, la participación de esta región en el conjunto de la población de la zona metropolitana pasaría de representar del 11.6 al 17.9 por ciento. Sin embargo, en un escenario más favorable en cuanto a la migración, la zona incrementaría su población de 2.2 millones a 3.2 millones de personas, con un peso específico en relación al conjunto de 13.9 por ciento.
El estudio reconoce que uno de los problemas de orden demográfico que podría generar el proyecto Tizayuca es que tiene el riesgo de generar un corredor de asentamientos irregulares en la ruta principal, del centro de la ciudad al aeropuerto, si se descuida la planeación en el crecimiento demográfico. Pero la forma "relativamente gradual" en que entraría en funcionamiento el proyecto Tizayuca ofrece la oportunidad de que contar con un escenario que permita evitar el poblamiento desordenado de la región.