MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť El monarca mundial paja confía en una carrera triunfal
Sorprendió a José Antonio Aguirre vencer al japonés Yasuo Tokimitsu
JORGE SEPULVEDA MARIN
Fue una sorpresa para el mexicano José Antonio Aguirre retener por cuarta ocasión el título paja del Consejo Mundial de Boxeo ante el japonés Yasuo Tokimitsu, en el tercer round, en Kurashiki, ya que esperaba tener un combate cerrado, con más golpes.
A pesar de su victoria, a la fecha no tiene oferta para defender el cetro, aunque asegura que será un campeón duradero.
El púgil de 26 años de edad dijo estar asombrado, ya que tenía nueve meses de no boxear y seis de que lo habían operado de los hombros, por lo que esperaba rendir menos de lo que demostró.
Sin embargo, el resultado le da la confianza de saberse totalmente recuperado y de nuevo por el camino del triunfo.
Recordó que durante el vuelo de regreso pensaba en que desde niño nunca soñó con hacerse púgil profesional, pero ahora disfruta el éxito de serlo.
Lo que sí deseaba era conocer Japón, por lo que hizo un recorrido rápido para satisfacer ese deseo, aunque regresará con más calma.
Con una historia de 31 peleas, 29 ganadas; 20 por nocaut, con un empate y una derrota, el diminuto púgil sabe que deberá cuidarse más que nunca de aduladores que sólo busquen su dinero y su fama.
Aseguró saber quiénes lo quieren y le dará la espalda a aquellos que lo ven con interés.
Aunque no tiene ningún compromiso, dijo que su preocupación es seguir preparándose de la mejor forma posible y dejará que su promotor, Raúl Cruz, consiga las peleas, en las que ya no expondrá su cetro por lo que le quieran pagar. Ahora es tiempo de exigir más, consideró, aunque prefirió no hablar de finanzas, salvo que "demandaré por lo que valgo y por lo que soy".
Luego de darse 10 días de descanso, lapso que estará con su familia en Tabasco para disfrutar del campo, montar a caballo, darse un chapuzón -aunque no sabe nadar muy bien-, y comer gallina con mole, uno de sus platillos favoritos, regresará al gimnasio y reiniciará su preparación.
Antes de finalizar, dijo que en el Centro Ceremonial Otomí le quisieron cobrar 200 pesos diarios por persona, lo que resultaba muy caro ya que su equipo está compuesto por 10 personas, y la estancia fue de un mes.
Opinó que a los mexicanos se les debería dar un precio especial en ese lugar que es ideal para que atletas de alto rendimiento se preparen y logren buenos resultados.
El pugilista explicó que se siente bien como vive ahora, porque sabe que su principal objetivo es ser el mejor en el boxeo y ya habrá tiempo suficiente más adelante para disfrutar todo lo que este deporte le ha dado.
Admite que la profesión que le tocó es verdaderamente muy sacrificada, pero le da gusto saber que cada peso ganado "fue con el sudor de mi frente y con la pegada de mis puños".